EEUU y la postura nuclear de Arabia Saudí (4)
Oct 14, 2020 08:02 UTC
ParsToday- “EE.UU. y la postura nuclear de Arabia Saudí” es un programa de cinco partes, basado en la investigación titulada “El enfoque nuclear estadounidense respecto a Arabia Saudí durante el mandato de Donald Trump”, elaborado por el Departamento de Investigaciones Aplicadas de Servicio Exterior de IRIB.
Amigos como dijimos anteriormente las actividades nucleares no transparentes de Arabia Saudí y la postura de EE.UU. ante Riad tienen mucha importancia y abordamos este tema en esta serie. En las tres primeras partes, estudiamos los antecedentes del programa nuclear de Arabia Saudí y su orientación, junto con las preocupaciones sobre los esfuerzos de Riad para adquirir un arma nuclear con el apoyo del presidente de EE.UU., Donald Trump. Los motivos de Arabia Saudí para alcanzar la energía nuclear están cubiertos bajo el lema "la necesidad de proporcionar energía alternativa a los combustibles fósiles"; esto a pesar de que incluso el Comité de Supervisión de la Cámara de los Representantes de EE.UU. califica como ambiguas las actividades nucleares saudíes. Según los observadores independientes Arabia Saudí está buscando un arma nuclear y ha adoptado un enfoque más peligroso al respecto que países como La India y Paquistán. Por lo tanto, algunos laboratorios de ideas (think tank) estadounidenses han advertido repetidamente sobre la adquisición de un arma nuclear por parte de Arabia Saudí y el enfoque utilitario de Trump a favor de Riad.
Amigos en el cuarto episodio del programa “EEUU y la postura nuclear de Arabia Saudí”, abordamos los objetivos nucleares de Riad y el apoyo de la Casa Blanca. Estimados oyentes, también pueden informarnos sus puntos de vista sobre el programa a través del correo electrónico [email protected] o el número de teléfono +98-21-22162912. Asimismo, pueden seguirnos en Instagram en la cuenta ParsTodaySpanish. Acompáñennos.
La prioridad en la política exterior de los gobernantes saudíes a lo largo de su mandato y en diferentes momentos está basada en el principio de supervivencia mediante la dependencia a las fuerzas extranjeras. Desde 1938, fecha del descubrimiento de petróleo en Arabia Saudí, el país se ha convertido en un aliado estratégico de Estados Unidos para satisfacer las necesidades energéticas occidentales. Estados Unidos siempre busca una Arabia Saudí dependiente y pasiva para seguir transportando petróleo desde ese reino. Respaldar y fortalecer a la familia gobernante saudí para Estados Unidos es uno de los pilares de sus acciones estratégicas en la región, que está ligada a la vida y supervivencia de Arabia Saudí.
En un nuevo periodo, que coincide con el mandato del rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud y el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, Arabia Saudí a pesar de las desastrosas derrotas regionales, está tratando de cambiar el equilibrio de poder en Asia Occidental a su favor, adoptando un enfoque agresivo en su política exterior. Tras la toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos, se aceleraron los intercambios militares y de seguridad entre Washington y Riad en la región, basados en la venta de más armas y con ello más dinero para Estados Unidos. Desde 2006, cuando Arabia Saudí anunció algunas órdenes de estudios sobre su programa nuclear, ha firmado varios contratos para construir sitios y reactores nucleares. Según un cronograma, la construcción de 16 reactores hasta 2040 está en la agenda de Riad.
Al lado de los acuerdos de cooperación nuclear de Arabia Saudí con varios países, como Corea del Sur, China, Francia, Rusia, Kazajstán, Argentina, Finlandia, Hungría e Indonesia, entre otros, Donald Trump se esfuerza para establecer un contrato millonario con el reino árabe, además de bloquear el avance de Riad hacia Rusia y China en cuanto al programa nuclear saudí. Todo eso ocurre mientras, el año pasado, un informe del Comité de Supervisión del Congreso de Estados Unidos reveló que, incluso dentro del país norteño, existe preocupación sobre la posibilidad de la ayuda secreta de la Administración Trump a Arabia Saudí para adquirir un arma nuclear.
A pesar de las sensibilidades internacionales sobre la adquisición de armas nucleares por Arabia Saudí; la Administración Trump está tratando de justificar la desviación en el programa nuclear saudí como una respuesta natural de Riad ante la adquisición de energía nuclear pacífica por parte de Irán, pero, en realidad, el objetivo es aumentar su presión mediática y política sobre Teherán y, a la vez, obtener más ingresos de Arabia Saudí, de hecho, cabe recordar que Trump ha llegado a catalogar a Riad de “vaca lechera”. El Instituto Carnegie de EEUU, en un análisis, sin mencionar la falta de conocimiento de Arabia Saudí para alcanzar la nuclearización del país, afirma que el reino árabe desarrollando su tecnología nuclear, busca demostrarle a Teherán que el país persa no tiene el monopolio de la tecnología nuclear en la región del Golfo Pérsico.
Los funcionarios de llamado Polígono Nuclear del Rey Abdul argumentan que el motivo de Riad para llevar a cabo un programa nuclear es aumentar la demanda de energía. En concreto, afirman que el programa nuclear saudí se centra en dos ejes: generación de electricidad y desalinización. En general, el país presenta dos razones principales para sus incentivos económicos para adquirir un programa nuclear, que se refieren a las alternativas a los combustibles fósiles y satisfacer las necesidades de las plantas desoladoras. Algunos analistas, como el Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación (CNS), creen que el programa nuclear saudí no tiene justificación económica, mientras el país gaza la posibilidad de explotar sus vastos recursos de gas natural y energía solar para reemplazarlos con los combustibles fósiles. Entonces, los saudíes están avanzando hacia la energía nuclear con otros motivos, como enfrentar a su rival regional, Irán.
Mientras algunos expertos creen que, si bien no debemos ignorar los esfuerzos de Arabia Saudí para adquirir armas nucleares, tampoco debemos obviar que el país árabe tiene objetivos económicos en su programa nuclear. Las estadísticas oficiales publicadas por Arabia Saudí revelan el esfuerzo serio del país para alcanzar un equilibrio de la producción, distribución y exportación de petróleo. Para 2030, la demanda interna de energía en Arabia Saudí aumentará en relación con su producción, lo que provocará una reducción de las exportaciones de petróleo del país. Estas cuestiones dirigen a Riad al almacenamiento y la gestión de sus recursos petroleros. En este sentido, el exjefe de la Inteligencia saudí el príncipe Turki al-Faisal dijo en 2016 que el país necesita almacenar más petróleo para su exportación y venta. Chen Kane, director del Instituto Middle Bury, en base a estos datos, argumenta que el uso de energía nuclear por parte de Arabia Saudí le permitirá al país incrementar sus exportaciones de petróleo. Arabia Saudí es el mayor productor mundial de desalinizadoras, que representa el 15 por ciento de su producción diaria de petróleo, y la energía nuclear puede satisfacer una pequeña parte de las necesidades de Arabia Saudí en esta área.
Asimismo, debido a la pérdida de las reservas de agua subterránea en Arabia Saudí, gastadas en proyectos de autosuficiencia en el campo de agricultura, cada vez se siente más necesidad para desalinizar el agua de mar. Arabia Saudí planea utilizar reactores de módulos pequeños para plantas desalinizadoras. Estos reactores son de alta temperatura refrigerados por gas (HTGR). En este proyecto, Riad también usará reactores avanzados modulares integrados en el sistema (SMART), los que son diseñados para las desalinizadoras y la generación de energía. Sin embargo, Arabia Saudí no puede avanzar en su programa nuclear debido a la falta de infraestructura adecuada y mano de obra especializada.
P/FSH/NL
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