Pars Today

Desde las disputas de la época de la campaña electoral hasta las polémicas por la libertad de expresión y la verificación de las mentiras que dijo, y más recientemente, la enfermedad de coronavirus. Una epidemia que lo llevó a acusar a los medios estadounidenses de ser títeres.

 

 

A continuación, daremos un repaso a estas polémicas.

 

 

¡El ataque de Trump a los medios de comunicación comenzó desde la campaña electoral de 2016 cuando dijo que no estaba compitiendo con Hillary Clinton, sino luchando contra los medios!

 

 En más de una ocasión ha arremetido contra los medios populares de EE.UU. calificándolos de "obsoletos" y cuestionando frecuentemente los resultados de las encuestas de los periódicos.

 

 

A todo esto, hay que agregar también enfrentamientos verbales con los periodistas llegando hasta la amenaza.

 

Trump ha desacreditado a destacados medios estadounidenses como el New York Times, Político, TheWashington Post y Huffington Post, y ha tildado a la cadena CNN de repugnante.

 

La realidad es que pocos políticos usan tales términos en los medios y mucho menos expresan su enojo con insultos y burlas.

 

David Kaye, relator especial de la ONU sobre la libertad de opinión y expresión, ha criticado el "impacto negativo de Donald Trump" sobre la libertad de prensa en el mundo. Según Kaye, está claro que en los últimos cuatro años Trump ha adoptado un enfoque que socava los medios y la libertad de expresión.

 

 

 

En cambio, Alan Leachman, profesor de la historia política en Estados Unidos, sostiene que básicamente, la popularidad de Trump ha aumentado gracias a los medios que aparentemente lo critican. Leachman dijo en un programa televisivo que, gracias a los medios, Trump se ha convertido en un producto mediático.

 

 

En los últimos cuatro años, también la prensa y los medios estadounidenses han emprendido una dura postura contra las críticas y medidas de Trump, de manera que solo en 2018 y en un solo día, más de 100 medios impresos estadounidenses publicaron editoriales criticando las diatribas de Trump a los medios.

 

 

Trump, escribe cada día decenas de mensajes en la red social Twitter, publicando  muchas de las noticias importantes sobre la política interna y externa de EE.UU., desde destituciones hasta nuevas decisiones económicas.

 

 

Sin embargo, se ha enfrentado muchas veces con el mismo medio (Twitter). Por ejemplo, luego de publicar mensajes sobre un eventual fraude en la votación por correo en las elecciones del país, Twitter les puso la etiqueta "verifíquenlo" sobre los mensajes, ya que Twitter consideró como muy engañosos los mensajes del presidente de EE. UU.

 

 

Esta medida fue suficiente para que Trump lanzara ataques muy duros contra esta empresa, acusando a Twitter de inmiscuirse en las elecciones presidenciales e incluso anunciando cambios en los reglamentos y el cierre de esta red social. 

 

Debido a este caso, Trump tuiteó que “EE.UU. carece de libertad en los medios; lo que tenemos es la represión de las versiones o simplemente noticias falsas ¡Anulen la Sección 230 [de la legislación de Internet]!”

 

 

La Sección 230 es una parte de la legislación de Internet en EE.UU. que otorga inmunidad de responsabilidad a los editores de los sitios web ante los contenidos de terceras persona.

 

Twitter ha marcado repetidamente los mensajes de Trump, por parecer muestra de mensajes engañosos.

 

Donald Trump básicamente ve a los medios como los enemigos del Estado, mientras que muchos expertos consideran las medidas del mandatario norteamericano como un factor que socava la libertad de expresión y como una ofensiva contra los medios, y esperan que la derrota de Trump en las elecciones mejore la situación.

 

El Dr. Mohammad-Mehdi Forghani, profesor de comunicaciones en Irán, dice al respecto lo siguiente:

 

“Desde que asumiera el cargo presidencial, Trump ha tenido enfrentamientos con los medios. Al principio, maniobró mucho sobre el tema de “fake news” (noticias falsas). Sabemos que las “fake news” siempre han existido y no son un nuevo fenómeno, aunque, con los medios modernos, especialmente las redes sociales, el mercado de  “fake news” ha adquirido un nuevo significado.

 

“Durante el desarrollo de su propaganda, Trump pudo asestar, varios golpes a los medios estadounidenses maniobrando sobre las “fake news” y así sacó adelante su propaganda.

 

“Pero hay que saber que la propaganda funciona hasta cierto límite y es eficaz hasta cierto punto. Con el tiempo, las realidades se vuelven tan evidentes que el sonido de la publicidad puede no llegar a ninguna parte. Sin embargo, dondequiera que fallaba la propaganda, Trump comenzaba a echar la culpa a otros.

 

 

 

Estados Unidos, aunque afirma ser el país más poderoso del mundo libre, está lidiando con la pandemia de la COVID-19, a los niveles más altos de enfrentamiento.

 

 

 

“En los primeros días, Trump negaba la importancia del coronavirus y con algunos gestos trataba de ridiculizar a los que daban importancia a ese tema. Ahora, EE.UU. se encuentra en una situación en la que acumula el mayor número de contagios y muertes por coronavirus en el mundo.

 

 

“Este suceso, ocurrido en vísperas de las elecciones presidenciales, le costó muy caro a Trump, y la gran cantidad de críticas lanzadas en su contra en los medios y la opinión pública, lo llevó a echar la culpa a otros.

 

 

 “Si recordamos, a finales de abril cuando el corresponsal de la cadena CNN le preguntó a Trump si había suficientes pruebas de detección de la COVID-19 para la gente, él contestó que “usted no debería hacer tales preguntas; es ofensivo para las personas importantes.

 

 

Hay muchos casos de este tipo en el historial mediático del presidente de EE.UU.. Por ejemplo, en mayo de 2017, durante una entrevista exclusiva con la cadena CBS, cuando el reportero le pidió a Trump que comentara sobre sus acusaciones de que el ex presidente Barack Obama escuchaba sus conversaciones telefónicas, Trump de repente dejó inconclusa la entrevista y regreso a su escritorio. Luego dijo irritado al reportero: "Puedes hacer los  cálculos que quieras; no me hagas esta pregunta”.

 

 

A finales de junio del mismo año, surgió otra polémica sobre el tipo de la relación de Trump con los medios. En aquel entonces, dos presentadores de la cadena de televisión estadounidense MSNBC que habían sido ridiculizados por Trump en Twitter, dijeron que éste mentía y que la Casa Blanca les había amenazado previamente recomendándoles que pidieran disculpas a Trump.

 

 

 

A finales de octubre de 2018, otro escándalo sobre el comportamiento inusual del presidente se reflejó en los medios. ¡La presentadora de la televisión británica BBC Steph McGovern citó un recuerdo de su entrevista con Trump en el 2012  diciendo que éste último durante la entrevista habló bien de ella y la llamó una mujer muy linda!

 

Desde luego, Trump no era entonces inquilino de la Casa Blanca y solo era conocido como un hombre de negocios influyente, pero su conducta inusual y fuera de lo normal, fue tan inapropiada que la periodista de la BBC dijo que se quedó aterrorizada.

 

 

 

Los expertos sostienen que los masivos ataques de Trump a los medios han surtido un impacto negativo y a largo plazo ha repercutido en la confianza pública, en los medios de comunicación y en las instituciones públicas, de modo que en los últimos dos años se ha pedido el cese de estos ataques por parte de Trump.

 

 

 

Pero tales comportamientos no se han corregido, incluso cuando nos acercamos al final de la presidencia de Trump. Es interesante saber que Trump afirmó hace poco en una entrevista con el New York Times que ganará las elecciones presidenciales de 2020, ya que ¡los medios le habrán tomado mucho cariño ! Trump había dicho que “se enamoraran de mí seis meses antes de las elecciones y dirán: ¡por favor, no pierdan a Donald Trump!

 

 

 

Estos comentarios se produjeron en condiciones en que él intensificó la guerra verbal contra algunos medios noticiosos de EE.UU. desde hace dos años cuando ingresó en la carrera por la Casa Blanca y, como dice un refrán, desenvainó su espada. Una guerra que provocó el desapego entre ellos (entre Trump y los medios) y, por tanto, no habrá ninguna expresión de amor hacia él !!!

 

 

 

P/FE/JP