Ene 27, 2021 08:39 UTC
  • Un vistazo al historial de 4 años de Trump, derrotas dentro y fuera de EEUU

ParsToday-El martes 19 de enero de 2021 fue último día del mandato del controvertido presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Hace 4 años, el 20 de enero de 2017, el magnate republicano entró en la Casa Blanca.

Ahora daremos un vistazo a las medidas que tomó Trump durante sus cuatro años en el poder tanto en el campo interno como externo, a pesar de algunos éxitos, incluida la prosperidad económica y la reducción del desempleo, que fueron afectadas por el brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, resultando finalmente en la recesión del país. Entonces, podemos decir que el currículum de Donald Trump está lleno de políticas y acciones equivocadas e incluso catastróficas tanto en el ámbito nacional como internacional. 
 
Además, la popularidad de Trump llegó a su punto más bajo. Según una encuesta de Pew Research Center, solo el 29 por ciento de los estadounidenses respalda a Trump, lo que lo convierte en el segundo presidente más impopular después de Richard Nixon. La popularidad de Estados Unidos y Trump ha sido cuestionada, en particular, por las acciones de los últimos meses del mandatario. Una mirada a algunas de las políticas y acciones de Trump en su país y en el extranjero puede aclararnos las razones de la impopularidad del ya expresidente de EEUU. 
 
Al recordar sus lemas electorales vemos que Donald Trump centró su atención en la prosperidad económica y la lucha contra el desempleo en el ámbito nacional. En repetidas ocasiones había subrayado que una de sus principales prioridades era mejorar la situación económica de los estadounidenses. Aunque sus políticas redujeron significativamente el desempleo en Estados Unidos, fueron el objeto de críticas debido a la forma en que fueron implementadas y sus efectos secundarios. Al conocer la realidad económica de Estados Unidos, especialmente el descontento de los trabajadores y empleados blancos respecto a la reubicación de industrias y fábricas estadounidenses en el exterior con el fin de reducir los costos de producción y estar más cerca de los mercados de consumo, Trump durante su campaña electoral insistió en la necesidad de que la clase rica invirtiera dentro de Estados Unidos a fin de retornar las oportunidades laborales, de modo que aprovechó esta consigna para atraer la atención de diferentes sectores del pueblo estadounidense. En este sentido, Trump abogó por recortes de impuestos, especialmente para la clase rica y capitalista. Su objetivo era alentar a los inversores a poner más dólares en Estados Unidos para evitar que inviertan en el extranjero y así mantener y aumentar las oportunidades laborales de los estadounidenses. Sin embargo, todos los planes económicos de Trump se vieron frustrados con la llegada del brote de COVID-19 a EE.UU. 
 
Ahora Estados Unidos atraviesa uno de los peores períodos de su recesión y la tasa de desempleo ha aumentado drásticamente. Según reportó el sitio web Axios, citando datos publicados por el Departamento de Trabajo de EE.UU., en 2020, más de 19,5 millones de estadounidenses buscaron prestaciones por desempleo. Además, los datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., la organización contra el hambre más grande del país norteamericano, revelan que 54 millones de personas, o una sexta parte de los estadounidenses, entre ellos 18 millones de niños, se enfrentaron a inseguridad alimentaria a fines de 2020. 
 
El economista Chris Rapke al respecto dice: "Claramente la economía de Estados Unidos necesita más ayuda por parte del Gobierno norteamericano, ya que en la situación actual, el aumento en el número de desempleados nos muestra la detención del proceso de mejoramiento del mercado laboral en el país e incluso una grave tendencia a la baja". 
 
De hecho, una de las peores puntaciones en el historial de Trump se refiere a la postura y gestión de la Administración ante la pandemia de COVID-19. Estados Unidos tiene actualmente el mayor número de muertes por coronavirus y registra alrededor de 20 millones de infectados y unos 500 000 fallecidos. Donald Trump siempre ha alegado que su Administración ha adoptado el enfoque correcto hacia la COVID-19. Desde el comienzo del brote pandémico en Estados Unidos, Trump ha hecho grandes esfuerzos para minimizarlo e incluso ridiculizarlo, y luego hizo afirmaciones extrañas sobre la forma del tratamiento de la enfermedad y además en repetidas ocasiones y en declaraciones completamente infundadas y falsas, alegó el éxito de su Gobierno para controlar la enfermedad e incluso desarrollar la vacuna anti-COVID-19. 
 
A juicio de Richard N. Haass, el presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU., la gestión ineficiente de Trump ha destruido millones de empleos y negocios (algunos para siempre), ha dejado atrás a millones de escolares y estudiantes universitarios y ha destruido la imagen estadounidense en la opinión pública del mundo. Existían muchas medidas que la Administración Trump pudo y debería haber hecho para contrarrestar el nuevo coronavirus. 
 
Al parecer, la peor acción de Trump en el ámbito nacional desde su derrota en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2020 fue su intento de obstaculizar y luego crear disturbios en el proceso legal de declarar la victoria de Joe Biden como presidente electo de Estados Unidos. Anteriormente buscaba impedirá la victoria de Biden mediante la presentación de varias demandas ante los tribunales norteamericanos, incluido el Tribunal Supremo de EEUU y, en el siguiente paso, Trump incitó a sus partidarios a atacar el 6 de enero el Capitolio de EE.UU. en Washington D.C., provocando hechos sin precedentes en la historia de Estados Unidos. 
 
Según anunciaron los expertos en derechos humanos de la ONU en un comunicado que el violento intento del 6 de enero de anular los resultados de unas elecciones libres y justas fue un evento impactante y provocador. 
 
Richard Haas cree que si la era post-EE.UU. tiene un comienzo, definitivamente es el día en que los partidarios de Trump asaltaron el Congreso. 
 
Según el analista político persa Rahman Qahramanpur, se ha golpeado una herida profunda en el cuerpo de la democracia liberal en Estados Unidos y no debemos subestimar este tema, el incidente del ataque contra el Congreso de EE.UU. nos recuerda las palabras de Francis Fukuyama (el politólogo estadounidense) en 2010. Declaró en ese momento que la democracia liberal estadounidense está mostrando algunos signos de su declive. 
 
Por otra parte, el historial de Donald Trump está lleno de fracasos y desastres en campo internacional. De hecho, una de las mayores derrotas de Trump que permanece como su legado fue el debilitamiento de la posición de Estados Unidos en el mundo, lo que es más notable después del ataque al Congreso de Estados Unidos. Si siempre Estados Unidos ha alegado estar en la cabeza de la pirámide del poder mundial gracias a su sistema democrático liberal más grande, ahora se cuestiona su legitimidad e influencia internacional, especialmente en el campo político. Esta tendencia se ha intensificado desde que Trump asumió el cargo y su postura respecto al unilateralismo. La toma del poder por Donald Trump dio una nueva vida a la política de unilateralismo y resultó la escalada de las diferencias de Washington con las potencias mundiales. 
 
Según el presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker, la política de Trump America First (Estados Unidos primero) condujo a un Estados Unidos solitario. Al mismo tiempo, Trump ha recurrido a métodos inusuales para perseguir sus políticas, utilizando técnicas y métodos comerciales y de negocio en el campo de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, y considera el principio de rentabilidad como un principio central en este campo. En otras palabras, se ha recurrido hacia la comercialización de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, lo que ha ampliado la escalada de tensiones y la brecha entre dos partes de Atlántico y al mismo tiempo ha aumentado la desconfianza y el pesimismo sobre el papel del liderazgo estadounidense en la política mundial por parte de los aliados occidentales. 
 
 La postura de Trump sobre dar prioridad y originalidad a Estados Unidos y sus intereses ha llevado a tomar posiciones contrarias al consenso de la comunidad internacional e incluso de sus socios europeos. 
 
El ex miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Robert Mali, al respecto dice, "El unilateralismo de Donald Trump ha aislado al país, lo que fue intensificado con su salida del pacto nuclear con Irán de nombre oficial de Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) y la imposición de aranceles comerciales a los aliados más cercanos de Estados Unidos". 
 
El escenario internacional enfrentó muchas tensiones debido a las políticas y medidas del saliente presidente de EE.UU. desde que inició la presidencia de Donald Trump. Una de las características más importantes de la Administración Trump fue su actitud negativa hacia los acuerdos y tratados regionales e internacionales. Trump se retiró de muchos acuerdos internacionales, incluido el Acuerdo Climático de París, el pacto nuclear iraní, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y pidió renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y finalmente presionando a Canadá y México, firmó un nuevo acuerdo comercial con ellos 
 
Trump ordenó detener las negociaciones entre Europa y Estados Unidos sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación y amenazó con abandonar la Organización de Comercio Internacional (OMC) como parte de su política y guerra comercial con algunas de las principales economías del mundo, incluida China. La Administración Trump ha centrado sus esfuerzos en eliminar los tratados de control de armas, la salida del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio o INF (por sus siglas en inglés) y Tratado de Cielos Abiertos, entre otros y negó extender el Tratado START III. Al mismo tiempo, Trump siguió una política agresiva contra ellos, sin tener en cuenta las instituciones y los estándares internacionales. En esta misma línea, Estados Unidos se retiró de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y cortó la financiación de la Organización Mundial de la Salud y finalmente anunció su retirada de este importante organismo internacional su pretexto ignorar el papel de China en la expansión del nuevo coronavirus y su ineficiencia. La Administración Trump también impuso sanciones a la Corte Penal Internacional, el organismo internacional responsable de estudiar los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Al mismo tiempo, la Administración Trump, al adoptar una política de proteccionismo económico, liberó una guerra comercial con las principales economías del mundo, especialmente China y la Unión Europea y provocó muchas pérdidas a la economía mundial. Estos casos resultan que los países del mundo se opongan a Trump en diversas formas y expresen su oposición a tales medidas, lo que prácticamente llevó al aislamiento de Estados Unidos y a la reducción de su poder blando, es decir, su capacidad de influencia e infiltración. Al mismo tiempo, la política de la Administración Trump de utilizar el poder semi duro es decir, el poder económico, especialmente las sanciones integrales impuestas contra sus oponentes o rivales en la arena global, ha enfrentado muchas derrotas. 

P/FSH/NL

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