La taberna de Yahia: ¿Robando el alma, o desatando demonios?

"Se harán circular entre ellos vasijas de plata y copas de cristal, de un cristal de plata, de medidas determinadas ."
Corán, Sura El Hombre(76):aleya 15-16

 

Mi madre me hizo visitar innumerables pueblos mágicos, muchos más que los que ahora ostentan esa certificación, y en uno de ellos, nos persiguieron para quitarnos el rollo de las fotos que tomó.

 

Estaba pequeño, y me asusté bastante, pero se apaciguaron cuando sacó los rollos y los veló. Curioso término para hablar del borrado de las impresiones en aquellos cristales de plata…

 

El asunto estribaba en que creían que se les robaba el alma a través de esas tomas, y no querían que se llevara a cabo ese hurto.

 

Desde que sus luces se impregnaban en la película, sí había una captura de la irradiación plasmática, requisito "sine qua non" de ciertas brujerías, es decir, tenían razón, mas ésta se explicaba y entendía bajo otros términos.

 

Los términos cuánticos y plasmáticos, donde se sabe que una partícula, al dar pie a dos, las produce enlazadas entre sí, más allá del tiempo, del espacio, y de cualquier barrera que entre ellas se interponga, principio que rige los actuales transmisores y receptores militares de última generación, que no se pueden espiar, intervenir o hackear.

 

Entonces, una foto, tanto de rollo, como digital, trae en sí esa puerta única, aunque dependiendo del medio de la impronta, serán sus características. Esas personas tenían fundamentalmente la razón.

 

Para un musulmán, la puerta tiene una cerradura: el anillo de nuestra tradición , el cual nos enseñó a usar nuestro Profeta, Muhammad, que la paz sea con él. Éste corta de tal forma el lazo cuántico, que anula incluso el fenómeno más directo e inmediato del mal de ojo.

 

Entonces, cuando alguien abriga algún deseo sobre nuestra persona, en vez de derivarlo hacia nosotros a través del agujero de gusano cuántico, se queda con él en la forma de una ideación, es decir, ha creado un demonio, y éste le ha poseído.

 

Sólo el Corán puede explicarlo más sencillo, con toda su ciencia elocuente sobre los yinn.

 

Sin embargo, la cerradura es fruto de un árbol sin el cual no ejerce a cabalidad su labor, y es la fe.

Usted tiene que creer en el Profeta (as), en el Corán, y en las tradiciones; son los tornillos encordados asegurando la chapa, los goznes adosando la puerta al edificio del alma, y el aceite de ambos.

 

Afortunadamente la fe tiene a su raíz hundida profundamente en la realidad tangible e intangible, por lo que no es un acto irracional, sino al contrario.

 

Desafortunadamente hay quien se espanta de que se profieran en su nombre los conjuros del mal, como el discurso monótono y estentóreo del odio, el ensordinado de la envidia, o cualesquier otro. Eso es como asustarse porque se sabe que un perro solitario, ladra y gruñe del otro lado del mundo. El creyente sabe que Dios Determina el destino y a Él se teme. Así Cierra la puerta. Amín.

 

"Vestirán de verde satén y de brocado y llevarán brazaletes de plata. Su Señor les servirá una bebida pura. «Esto,se os ha dado como retribución. Vuestro esfuerzo ha sido agradecido»."

 

SC 76:21-22

 

"Moisés dijo: «¿Os atrevéis a tachar de magia la Verdad que habéis recibido?» Los magos no prosperarán."

Jonás(10):77

 

"¿No has visto cómo ha propuesto Dios como símil una buena palabra, semejante a un árbol bueno, de raíz firme y copa que se eleva en el aire, que da fruto en toda estación, con permiso de su Señor? Dios propone símiles a los hombres. Quizás, así, se dejen amonestar. Una mala palabra es, al contrario, semejante a un árbol malo arrancado del suelo: le falta firmeza. Dios confirma con palabra firme a quienes creen, en la vida de acá y en la otra. Pero Dios extravía a los impíos.Dios hace lo que quiere."

Abraham (14):24-27

 

Por: Iván Ardila