Defensa sagrada y valores permanentes II
(last modified Thu, 27 Sep 2018 11:52:56 GMT )
Sep 27, 2018 11:52 UTC
  • Defensa sagrada y valores permanentes II

La guerra es terrible y aterradora. La agresión equivale al desalojamiento de pueblos y la matanza de millones de personas, hombres, mujeres y niños inocentes entre ellos. Pero en la historia contemporánea el mundo se ha enfrentado a una lucha diferente y desigual. La nación persa después de la revolución, fue agredida brutalmente por el ejército de Saddam. Sin embargo pese a las previsiones de los analistas políticos y militares, el pueblo iraní salió victorioso y obtuvo el respaldo de la pobla

Transcurren más de tres décadas desde el fin la guerra impuesta del régimen de Saddam contra Irán. Pero la época de la defensa colmada de hazañas era considerada como la fuente de los importantes cambios en el país. La historia de la gente iraní, es la historia de los creyentes con firmes voluntades quienes partieron a los frentes de lucha desde los colegios, campos, universidades, oficinas y empresas para defender los ideales y su patria, enseñaron mediante su valentía el camino de la resistencia a las futuras generaciones.

A juicio del Líder supremo de la Revolución Islámica:

“La semana de defensa sagrada es un símbolo de un conjunto de honores sobresalientes de la nación persa en defensa a las fronteras de la patria islámica y el valiente sacrificio bajo la batuta planteada del Islam y el Corán. Nuestros mártires eran los jóvenes y hombres vigorosos quienes con su vasta conciencia y perspicacia conocieron la grave situación del país y cumplieron ansiosamente con el gran deber de la Yihad en el camino de Dios”.

La más importante causa que provocó que la guerra de Saddam y sus protectores contra Irán se convierta en una sagrada epopeya, fue el liderazgo espiritual del Imam Khomeini ) La paz sea con él) y el profundo interés de los combatientes a su guía. El Ayatollah Khamenei dice respecto al Imam Khomeini:

“No conocemos un comandante general sabio y divino en el mundo salvo en la época del gran profeta, el califato del príncipe de los creyentes y poco tiempo durante la era del Imam Hasan. Tampoco encontramos en ninguna parte del mundo, ni ahora ni antes, una fuerza ordenada bajo la comandancia de un hombre espiritual con grandes ideales humanitarios y al mismo tiempo firme en su decisión, que trata de defender la vida y el honor de una nación. El amplio interés hacia la yihad y la resistencia y las grandes conquistas que consiguieron los luchadores musulmanes en su batalla con los enemigos, eran en su mayoría gracias a las influyentes características espirituales del Imam Khomeini en el liderazgo de la sagrada defensa”.

El Imam Khomeini calificaba una defensa, luchar ante las agresiones y hacer retroceder al enemigo. Aunque el gran Imam no tenía la presencia física en las frentes de combate, pero se sentía su característica influyente en todas partes de forma que un corresponsal extranjero escribe en su informe respecto a los campos de batalla: "parece que el Imam Khomeiní esta presente aquí y exhorta a los defensores iraníes a la Yihad".

En las memorias de un combatiente iraní leemos: " En la frente conocí a un joven sonriente de 17 años. Le pregunté que porqué había dejado la escuela. Me miró sorprendido y respondió que el frente era la misma escuela. La escuela de fraternidad y devoción. La escuela que educa a un hombre completo. Luego sonrió y dijo, vengo a cumplir con la convocación de mi líder. Años después su madre me demostró su imagen y dijo que había caído mártir en la operación de Kerbela V".

En la lógica de los jóvenes que defendían nuestra patria, la yihad no era un combate por expansionismo u obtener los amplios intereses económicos sino que su destino era el esfuerzo en el camino de Dios y la resistencia ante las potencias arrogantes. De esa manera en el período de la defensa sagrada, todos los valores religiosos, nacionales y revolucionarios fueron representados y se volvió fortalecido en la gente el espíritu de la confianza en si mismo. Por eso se puede buscar uno de los más importantes logros de la época de guerra en la bella palabra de autoconfianza. En una parte de esa guerra desigual se encontraba la nación iraní quien era asediada completamente por los extranjeros y en otro lado era Sadam que contaba con el respaldo multilateral de las potencias regionales y occidentales. Pero por fin venció la firme voluntad de un pueblo creyente y unido entre sí y el enemigo fue fracasado. En el examen de la guerra impuesta, se rompió la grandeza de dos polos de poder oriental y occidental y los jóvenes decididos iraníes lograron progresos e invenciones que tuvieron un gran eco entre los amigos y enemigos.

En aquel entonces se propició el terreno para el crecimiento de la espiritualidad. Como leemos en los susurros místicos y las oraciones nocturnas del gran combatiente iraní, el doctor mártir Charran: "Oh creador, te agradezco por librarme de los vacíos y las dependencias y por hacerme saborear el placer de luchar contra la opresión y por hacerme comprender el sentido verdadera de la vida. Dios te agradezco por concederme la bendición de confianza y satisfacción. Te agradezco por entregarme tanta tranquilidad en las más fuertes tempestades, que me reconcilié con el destino pese a todos sus altibajos y me sienta satisfecho con lo que me predestinaste".

La espiritualidad era tan poderosa entre la gente que las distintas clases de la sociedad eran influenciadas por las buenas conductas de los combatientes del Islam. Esta imagen de la guerra, es uno de los más gloriosos aspectos de la defensa sagrada. Los luchadores se anticipaban en hacer los trabajos duros e intolerables. Los comandantes de las tropas se comportaban con tal humildad que a veces no se diferenciaban de otros de menor rango. Uno de los comandantes iraquíes describe así la resistencia de los combatientes de Irán:

"Veo a los luchadores iraníes que pisan los campos de mina y nos atacan, y veo a nuestros soldados que descalzos huyen silenciosamente. ¿Cómo se puede luchar con dichos soldados?".

El dictador iraquí, Sadam creía que podía alcanzar sus objetivos bélicos durante pocos días. Pero desde el inicio, el pueblo de khuzestan y otras regiones fronterizas de Irán impidieron a Sadam materializar sus objetivos. El corresponsal de Associated Press, Alex Afnan, escribió: " Los defensores persas hicieron tanta resistencia en octubre de 1980 que luego de la caída de la ciudad de Khoramshahr, cambiaron su nombre como Khuninshahr, es decir la ciudad sangrienta. En este pueblo es difícil hallar una vivienda sin encontrar las señales de tiros y cohetes por sus paredes. Un alto comandante iraquí en aquel entonces confesó que cómo los iraníes, en su mayoría jóvenes sin experiencia, defendieron a Khoramshahr hasta la muerte".