Un relato sobre la epopeya de la defensa sagrada 2

Estamos a su servicio con el programa de "Un relato sobre la epopeya de la defensa sagrada". El periodo de ocho años de defensa sagrada es uno de los altibajos históricos de la República Islámica de Irán. En estos ocho años hubo cambios importantes en el proceso de la guerra que dieron lugar a cambios en las ecuaciones en el campo de batalla de la guerra entre los sacrificados valientes guerreros de Irán y los hombres del ejército invasor baasistas de Irak. El inicio de la guerra por Irak, bajo la dictadura de Saddam, fue una elección deliberada. Los aliados de la antigua Unión Soviética y del bloque oriental que, naturalmente, eran conocidos por apoyar a Saddam, se colocaron junto a Estados Unidos y Europa. Asimismo, Irak, en caso necesario, desde hace tiempo contaba con la capacidad debido a su riqueza nacional para organizar una guerra contra Irán. El espíritu de poder y agresividad de Saddam y las pasadas enemistades fronterizas de ambos países crearon las condiciones ideales para que Estados Unidos diera luz verde a Saddam para invadir Irán.

 

En cambio, en la República Islámica de Irán, las fuerzas militares de la policía y de seguridad todavía no habían podido reconstruirse después de la revolución, tras la caída del régimen del shah. Los agentes antirrevolucionarios, especialmente en el Kurdistán en el oeste de Irán, mediante disturbios e inseguridad, habían creído duras condiciones para las fuerzas militares y policiales.

 

En tales condiciones, las fuerzas populares, con la organización del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica que se había formado durante los primeros días después de la victoria de la Revolución Islámica, trataron de enfrentar la crisis y disturbios antirrevolucionarios. En tales condiciones, el régimen baasista reinante en Irak, con el sueño de dividir y derrocar el reciente sistema de la República Islámica de Irán, empezó amplios ataques por tierra, aire y mar en la frontera de 1200 kilómetros de Irak con Irán. De hecho, cinco provincias fronterizas de Irán se enfrentaron con la invasión militar baasista iraquí. Entre ellas, la provincia Juzestán tenía una gran importancia. Saddam se esforzaba por dividir la provincia de Juzestán. Las dos principales ciudades portuarias de Irán, Khoramshahr y Abadán, disfrutaban de importancia estratégica. La mayor refinería de petróleo de Irán en Abadán y Khoramshahr se erigía como uno de los puertos más grandes exportadores e importadores de Irán. Los militares baasistas iraquíes después de la ocupación de Khoramshahr, también bloquearon Abadán. Esta ciudad fue tomada como un estado aislado e Irak bloqueo todas las rutas de acceso a esta ciudad.

 

Hasta un año después del inicio de la guerra impuesta, considerando los desórdenes, los movimientos antirrevolucionarios y los obstáculos interpuestos por algunos agentes antirrevolucionarios desde las entidades políticas y militares, Irán se enfrentó de forma defensiva ante la invasión del régimen de Saddam. Después de revelarse la traición del primer presidente de Irán y también comandante del Estado Mayor, Bani Sadr, quien abandonó su puesto y escapó vestido de mujer, las fuerzas militares, el cuerpo de los guardianes, y movimiento populares, con coherencia y unidad, cambiaron las ecuaciones en el campo de batalla. El fracaso de bloqueo de Abadán un año después del inicio de la guerra, fue un punto de partida en la historia de la defensa sagrada de Irán.