Feb 03, 2021 11:12 UTC

ParsToday-La victoria de la Revolución Islámica en Irán, el 22 del mes Bahman de 1357, correspondiente al 11 de febrero de 1979, fue el punto final de un largo declive histórico que atravesaba este país en diferentes períodos.

Irán, durante las dinastías Pahlavi y Qayar, fue una base confiable de EE.UU. en la región del oeste de Asia, y la dependencia del shah (rey) de Irán a Washington fue tal que lo convirtió en un elemento dependiente y carente de fuerza de voluntad. Durante el reinado de Mohamad Reza Shah, Irán fue severamente humillado y atrasado, sin embargo, gracias a la Revolución Islámica, se puso rápidamente en el camino del progreso, la excelencia y la perfección. Gracias a la victoria de la Revolución Islámica, la unidad y la cohesión nacional, es decir, la base del progreso completo y real, fluyó como la sangre por el cuerpo del país, e Irán pasó de ser un país dependiente a un país emancipado.
 
Amigos oyentes estamos en los días del aniversario de la gloriosa victoria de la Revolución Islámica de Irán y a su servicio con este programa especial titulado “El lugar del pensamiento de la unidad islámica en el discurso de la Revolución Islámica”, donde estudiamos las diversas dimensiones de este tema.
 
La unidad es la esencia y el factor de consistencia de la existencia, de hecho, todos los profetas divinos tuvieron de alguna manera la misión de establecer la unidad en la sociedad humana. Por lo tanto, el Mensajero de Dios, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él y sus descendientes), basándose en las aleyas del sagrado Corán y el orden divino, siempre invitó a las sociedades islámicas a confiar en el pacto de Alá a la sombra del servicio divino. Existen muchas aleyas en el sagrado Corán que se refieren al tema de la unidad. El eje de unidad según el punto de vista islámico es “el monoteísmo y la negación del politeísmo”. En la aleya 64 de la sura La Familia de Imran, el sagrado Corán pide al Profeta del Islam (P) invitar a la gente de la escritura a convertirse al monoteísmo y se alejen de ídolos que no sean Dios. Esta aleya dice:
 
Di: «¡Gente de la Escritura! Convengamos en una fórmula aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Alá, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como Señor fuera de Alá». Y, si vuelven la espalda, decid: «¡Sed testigos de nuestra sumisión!».
 
El Príncipe de los Creyentes, el Imam Ali(P), en el Sermón No. 146 de su libro Nahyul Balaqa (Cumbre de la elocuencia), sobre el liderazgo islámico dice: “La posición del Califa del mundo islámico es como la de un hilo que atraviesa una serie de perlas: las mantiene unidas y debidamente ordenadas. Si se rompe este hilo, todas las perlas se desparramarán”.
 
La unidad en el mundo islámico también ha sido uno de los mensajes e ideales de la Revolución Islámica. La República Islámica de Irán, desde el comienzo de la revolución, ha sido uno de los convocantes de la unidad de los países musulmanes y del desarrollo de la cooperación entre estos países y siempre ha tenido una cooperación constructiva con los países de la región y sus vecinos y, en los años posteriores a la victoria de revolución, fue más allá de la interacción, buscando eliminar las amenazas y desafíos del mundo islámico. El mayor propagandista de la unidad islámica, en el marco del discurso de la Revolución Islámica, es su gran fundador, el Imam Jomeini (Que Dios lo bendiga). A su juicio, la unidad del mundo islámico es un gran ideal, de modo que consideraba la solidaridad de los musulmanes en todo el mundo como un factor de poder y observaba la división y discrepancia entre ellos como la razón de la debilidad de la Umma (comunidad) musulmana. La sincera lealtad del Imam Jomeini a la “unidad” le hizo ganar una alta posición entre varias escuelas islámicas y se convirtió en la figura revolucionaria más destacada del mundo islámico.
 
Según el Imam Jomeini, revivir del “Islam puro de Mohamad (P)” es el factor unificador entre los musulmanes, independientemente de su religión, idioma o etnia. A su juicio, el Islam verdadero, al crear contextos comunes profundos en el aspecto religioso dentro de las naciones, proporciona suficiente potencia, poder y fuerza para revivir la unidad islámica y finalmente regalar gloria, majestad y dignidad a la Umma (comunidad) islámica para todos sus miembros del mundo.
 
Asimismo, el ayatolá Jamenei, que asumió el liderazgo de la Revolución Islámica después del Imam Jomeini, siempre ha subrayado la unidad de la Umma (comunidad) islámica y ha delineado políticas generales del sistema islámico de Irán, según la misma base. El ayatolá Jamenei afirma que la unidad de la Umma (comunidad) islámica significa comprender el dolor común, reconocer las enemistades comunes y recibir capacidades comunes. El Líder de la Revolución Islámica de Irán presta especial atención al tema de la unidad islámica y siempre invita a eruditos, intelectuales, figuras políticas y todos los estratos de la Umma islámica a la unidad bajo los mandatos y enseñanzas del sagrado Corán y conforme la devoción y amistad hacia el Santo Profeta del Islam (La paz sea con él y sus descendientes).
 
La unidad de los musulmanes, independientemente de sus rituales y etnia, duplica su poder frente al enemigo, como la construcción de grandes represas en diferentes partes del mundo que son fuente de las mayores fuerzas industriales y cubren grandes superficies para el riego o producir la electricidad.
 
Sobre abuso de los enemigos del Islam del tema de la división de la Umma musulmana, en uno de sus discursos, el ayatolá Jamenei enfatizó: “Viven mil millones de personas en el mundo que comparten la misma visión acerca de Dios, el Profeta Mohamad (P), la oración, el Hach (Peregrinación a La Meca), la Kaaba (Casa de Dios), el Corán (libro divino de musulmanes) y muchas normas religiosas, sin embargo, tienen algunas diferencias en algunos casos. Si ellos deciden basarse en las pocas diferencias y enfrentarse y librar guerras entre sí, el que no reconoce a Dios y al Profeta (P) ni la religión hará su trabajo y los vencerá”. En otra elocución, sobre la unión de la Umma musulmana, el ayatolá Jamenei anotó: “Los musulmanes deben ser hermanos y sentir esta hermandad. No debemos decir ‘chií, suní’ o viceversa. Eso no significa unidad. La unidad significa un sentido de concordia”.
 
El mundo islámico necesita más que nunca la unidad. La división y el las corriente takfiríes se consideran catástrofes del mundo de los musulmanes que rezan hacia la misma Qibla (dirección de la oración) y tienen un libro divino, adoran al único Alá y sienten amor hacia el último Profeta de Dios(P). Los enemigos del Islam están tocando el tambor de la discrepancia entre los musulmanes más que nunca y sueñan con dominar los países islámicos. Entonces los musulmanes de la Umma islámica, basándose en la aleya 103 de la sura La Familia de Imran —que establece Aferraos al pacto de Alá, todos juntos, sin dividiros— deben subrayar los puntos comunitarios para aceptar esta convocatoria divina y adoptar el camino de perfección y felicidad.
 
EE.UU. y sus aliados no se han rendido después de la derrota el 22 de Bahman de 1357 (11 de febrero de 1979) y están tratando de derrocar esta gloriosa revolución de varias maneras, como aumentar las presiones económicas en forma de sanciones, están librando una guerra blanda para destruir la identidad religiosa y revolucionaria de la juventud iraní. Desde hace muchos años, tomando medidas inhumanas, imponiendo sanciones y recurriendo al asesinato de nuestras figuras científicas y militares, como el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani y el destacado científico nuclear iraní Mohsen Fajrizade, se esfuerzan para impedir el progreso de la Revolución Islámica, pero sus infructuosos esfuerzos no han podido perjudicar esta revolución. Ya transcurridos cuarenta y dos años de la vida de la Revolución Islámica de Irán, la Umma musulmana en cada rincón de su territorio, pese al gusto de los malvados de esta revolución, corea las consignas originales de la revolución, avanza en el camino trazado por el Imam Jomeini y lucha para preservar la unidad y la hermandad entre todas las religiones islámicas.
 
P/FSH/NL 

 

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