Feb 11, 2021 07:15 UTC

ParsToday - La Revolución Islámica de Irán sigue avanzando con dinamismo para alcanzar sus objetivos, y a pesar de que han pasado 42 años desde su triunfo, este memorable movimiento sigue vivo en los corazones y en las almas de los sedientos de justicia.

La victoria de la Revolución Islámica se convirtió en un punto de inicio de amplios y profundos cambios en Irán y en muchos países del mundo. Este gran evento histórico alteró muchas ecuaciones políticas del mundo y de la región a favor de los oprimidos y provocó una ola de movimientos de liberación en todo el planeta.
 
La Revolución Islámica puso de manifiesto la grandeza del Islam, revitalizó la identidad religiosa de la Ummah islámica y mostró al mundo cómo combatir la Arrogancia. 
 
La Revolución Islámica de Irán de 1979, además de desafiar a las políticas hegemónicas de EE.UU. y de otras grandes potencias, durante más de cuatro décadas, ha traído consigo enseñanzas y mensajes para los seres humanos de hoy, los cuales no se han vuelto obsoletos, al contrario son más atractivos para el hombre.
Entre las características únicas de la Revolución Islámica está la continuidad de sus objetivos iniciales, lo que ha causado que 42 años después del triunfo, este memorable movimiento siga vivo en los corazones y las almas de los sedientos de la justicia.
 
Uno de los factores de la supervivencia y la continuidad de la Revolución Islámica iraní es que se apoya en los modales y pensamientos puros de los líderes divinos, especialmente del Profeta del Islam, Mahoma (la paz sea con él y con sus descendientes) y en las grandes epopeyas tales como su designación como el último profeta divino, la fiesta Ghadir (cuando nombró al Imam Ali como su sucesor) y la Ashura.
 
Esta revolución está en línea con los objetivos e ideales y las expectativas espirituales del hombre y trajo el mensaje de dignidad, libertad y orgullo a la humanidad justo en un momento en el que las ideas liberales y socialistas habían perdido su atractivo.
 
Es por eso que el fundador de la Revolución Islámica, el Imam Jomeini (que Dios lo bendiga) dijo: "El Islam y el gobierno islámico es un fenómeno divino que, al aplicarlo, garantizarán la felicidad de sus hijos en este mundo y en el más allá y que además es capaz de combatir la opresión, los saqueos, la corrupción y las agresiones y llevará a los seres humanos a la perfección deseada.
 
Por lo tanto, el sistema de la República Islámica de Irán, emanado de la Revolución Islámica, mientras se mueva en línea correcta del Islam puro y mantenga vivo el espíritu de defensa de la fe y los valores islámicos en el pueblo, ninguna potencia podrá impedirle avanzar hacia las elevadas metas.
 
Es el poder divino el que guía los corazones y le habla al hombre con el lenguaje de la naturaleza. Al respecto, Dios dice en el versículo 63 del sura Al-Anfâl (El Botín): “Y suscitó el amor entre ellos después de las discrepancias y enemistad, uniéndoles a tu alrededor. Sacrificaron sus vidas y sus bienes en aras de tu causa”. Y dirigiéndose al profeta Mahoma añade: “Ciertamente, aunque hubieras gastado todo cuanto hay en la tierra de bienes e intereses para lograrlo, jamás lo hubieses conseguido, porque los corazones dependen de Alá”.
 
Otro factor que ha dado continuidad a la Revolución Islámica es que ha estado acompañada de la voluntad popular. El levantamiento de una multitud enorme y unánime y con un movimiento decidido y coordinado, es una de las destacadas características de la Revolución Islámica, poco vista en la historia.
 
Hay que tomar en cuenta que esta empatía y unidad del pueblo tenían que ser orientadas para que dieran frutos, y la llave de su éxito fue obedecer a un líder único.
 
Es por eso que en el Corán, en el versículo 31 de la sura Al-Imrân (La familia de Imran), Dios dice: "Si amáis a Alá ,¡seguidme! Alá os amará y os perdonará vuestros pecados. Alá es indulgente, misericordioso".
 
Sin duda, la honestidad, la franqueza, el coraje, la elevada personalidad científica y jurisprudencial y la significativa simplicidad de la vida del Imam Jomeini jugaron un papel importante en la presentación de un modelo de liderazgo a seguir.
 
El pueblo del Irán islámico, bajo la dirección de un líder sabio y prudente, hizo un negocio con Dios y, confiando en la promesa divina de que la victoria sería suya, se embarcó en una gran revolución, que ha sobrevivido hasta ahora gracias a la obediencia al líder supremo.
 
El Líder Supremo, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha comentado que "el principio de Velayat-e Faqih o Custodia del Jurisprudente Supremo, es el punto brillante del sistema islámico. Este principio es, de hecho, una reserva inagotable que debe resolver los problemas de la República Islámica en los momentos más delicados desatando los nudos gordianos”.
 
El hombre, por su creación y naturaleza, necesita la libertad, por eso la fe islámica siempre ha hecho hincapié en que los incrédulos no deben tener dominio sobre los creyentes. Así consta en el verso 141 de la sura An-Nissa (Las Mujeres) en el Corán: “Jamás Alá otorgará la victoria a los incrédulos contra los creyentes que tuvieron fe en lo justo y en las buenas acciones”.
 
Uno de los principios básicos y objetivos importantes del Islam es mantener la superioridad y la posición de los musulmanes y el gobierno islámico.
 
No es aceptable en absoluto el dominio de los enemigos sobre un Estado islámico y sobre los musulmanes, y está prohibido cualquier intercambio comercial y relación que aumenten la influencia de los enemigos y extranjeros en la sociedad islámica.
 
El Imam Jomeini, que era un firme seguidor de la escuela del Islam, siempre actuaba de acuerdo con el citado verso coránico y  en base a esta regla,  decía; hay que bloquear todas las vías de dominación de los enemigos sobre las sociedades islámicas.
 
 
Así que la lucha contra la opresión y la Arrogancia, el afán de justicia y la defensa de los oprimidos, es otro factor que explica la sobrevivencia de la Revolución Islámica, que es un movimiento popular. Dios también dice que esta sagrada lucha ha sido el objetivo de la designación de los profetas. Al respecto, en la aleya 25 de la sura Al-Hadid (El Hierro) en el Corán, leemos: “Hemos enviado a nuestros Mensajeros elegidos con evidentes milagros. Y hemos revelado con ellos las Escrituras que contienen las leyes, los ritos y la balanza de justicia para la imparcialidad en las relaciones”.
 
La defensa del sistema islámico de la lucha contra la opresión ha llevado a los opresores y arrogantes a obstaculizar el avance de los elevados objetivos de este sistema, pero la prudencia del pueblo iraní siempre les ha ayudado a identificar al enemigo y ganar la victoria.
 
Por eso, el sistema de la República Islámica, gracias a la lucha contra la Arrogancia, ha mantenido su dignidad y poderío y no permite la infiltración de extranjeros.
 
El Líder Supremo de la Revolución, el ayatolá Jamenei, ha considerado que más de 40 años de complots contra la República Islámica y el avance de la Revolución Islámica,  es un signo de la incapacidad de EE.UU. para detener el movimiento del pueblo persa y ha añadido que “los enemigos del querido Irán llevan 40 años ejerciendo todo tipo de presiones políticas, económicas y propagandísticas contra nosotros, pero no han podido haceninguna cosa contra este país incluso cuando éramos una república balbuceante”.
 
La Revolución Islámica en Irán marcó un nuevo capítulo de la identidad cultural e histórica de esta tierra y prometió el inicio de una nueva civilización basada en los valores e ideales sagrados del Islam.
 
El sistema emanado de esta revolución se basa enos principios islámicos que están arraigados en la naturaleza humana, no se vuelven obsoletos con el paso del tiempo y son atractivos para todas las generaciones.
 
La Revolución Islámica, teniendo a Dios como eje, apoyándose en las enseñanzas islámicas, la unidad y empatía de un pueblo creyente, obedeciendo a un líder comprometido y piadoso, y en el marco general de reclamo de justicia y lucha contra la Arrogancia, ha mantenido su dignidad y poderío nacionales, y continúa recorriendo el camino de su progreso y perfección y sigue las nobles metas islámicas.
 
P/FE/JP

 

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