Ene 25, 2017 08:04 UTC

En el nombre de Dios y saludos a todos los estimados oyentes y a los interesados en el programa Ven con nosotros a Irán. Esperamos que lo hayan pasado bien hasta el momento.

Como recordarán en la edición anterior les hemos presentado la ciudad de Varamin y hemos hecho alusiones a que, tanto en Varamin como en las ciudades vecinas, han sido descubiertas —dada su antigua historia— valiosas obras que son muy importante para los estudios arqueológicos. En la edición de hoy, les daremos a conocer sobre esos restos históricos. Ahora, les invitamos a que por favor nos acompañen como siempre.

Pishva es una de las ciudades de la provincia de Teherán que se encuentra a 45 Km de distancia del sureste de Teherán (la capital) y a 10 Km de distancia de Varamin. Para los arqueólogos, la antigüedad de Pishva data de la época del paleolítico. Pishva es uno de los pocos lugares donde casi todos sus habitantes son nativos de esta misma ciudad o de otras ciudades de la provincia de Teherán.

Hasta el año 2010, según las divisiones geográficas y administrativas del país, Pishva fue un pequeño distrito de Varamin, pero con el crecimiento de la población y por su desarrollo llegó a ser en 2010 una ciudad independiente cuya capital tiene nombre homónimo y es considerada una de las ciudades de Teherán.

Pishva se encuentra en la antigua ruta de la Seda y de la ruta del ferrocarril Teherán-Mashhad. Pishva es uno de los puertos del desierto central de Irán, por eso, antes era conocido como Senardek cuyo significado en la lengua Pahlavi (la antigua lengua persa) es tierra costeña. Además, Pishva es una ciudad invernadero, por ser un centro donde se encuentra más de un octavo de los invernaderos de Irán y, es uno de los polos de la producción de flores y hierbas medicinales de Irán. Pishva también es el lugar donde está sepultado el Imamzadeh Yafar al-Khari, hijo del Imam Musa Kazem (S), que fue uno de los ulemas y jurisprudentes, por tanto, se considera una de las ciudades de peregrinación del país.

Los ciudadanos de Pishva se han dedicado desde hace mucho tiempo hasta la fecha a la agricultura. Según las encuestas, un 26 % de los habitantes de esta ciudad son agricultores y, más del 85 % de las tierras de la ciudad están cultivadas. Se cosechan anualmente más de 500 mil toneladas de los productos agrícolas, de esta cantidad, 300 mil toneladas provienen de los invernaderos y, una parte de esta producción se exporta a otros países. En todo el país existen 8000 hectáreas de invernaderos de las cuales más de 1000,  como hemos dicho antes, es decir, un octavo, se encuentra en Pishva. Por esta misma razón, esta ciudad es un polo de los productos de invernaderos y de las hierbas medicinales en la provincia de Teherán y de todo Irán. En 2014 por primera vez, Pishva fue seleccionado como el mejor productor agrícola. Entre los cereales más importantes que produce destacan el maíz, el trigo y la cebada y, en cuanto a los productos de invernaderos, se puede mencionar pepinos, flores y hierbas medicinales; además, entre las verduras se enumeran las berenjenas, el tomate, la calabaza, la lechuga, la col y el girasol. En los últimos años, se han cultivado en las tierras de Pishva también berberís, azafrán, champiñones y aloe vera. Asimismo, en el cultivo de árboles frutales se enumeran las frutas tales como granadas, uvas, higos, aceitunas, nueces y caquis. 

Las tierras fértiles y la agricultura han allanado el terreno para la ganadería en Pishva, donde los 100 establecimientos de ganaderías que están mecanizadas, producen anualmente 38.717 toneladas de leche; por tanto, esta ciudad ocupa el segundo lugar de los productores de leche en Irán. La región también tiene una buena capacidad en producir carne roja.   
                 
La apicultura asimismo es muy relevante en esta ciudad al margen del desierto. En Pishva, los apicultores producen por año más de 3 toneladas de miel. Las numerosas aviculturas que se encuentran en Pishva han dejado un buen efecto en la autosuficiencia y también en crear las oportunidades de empleo para el pueblo de la región. Además, el mayor centro de cría de avestruz se encuentra en Pishva. La ganadería y, por tanto, la producción de lana es una buena oportunidad para tejer las alfombras y las artesanías. Por este mismo motivo, los tejidos de alfombra en las aldeas de Pishva son muy frecuentes.

Cabe mencionar que el antiguo nombre de Pishva fue Imamzadeh Yafar, debido a que este nació en esta región. Imamzadeh Yafar de Pishva, hijo del Imam Reza (S) y hermano del Imam Reza (S), es uno de los nietos del gran profeta del Islam (P), por eso, la ciudad tiene una gran atención. El monumento y la cúpula de color turquesa de Imamzadeh Yafar datan de la época de los safavidas. El santuario de la tumba que es de oro y de plata se encuentra sobre una base de 30 centímetros de mármol y de color verde esmaltado. Las inscripciones están hechas con caligrafía Sols y Nastaliq realizadas en el año 1992. Al pie de la inscripción instalada en la entrada del exsantuario se ha tallado el año 944 de la hégira lunar donde, al final se ha escrito el nombre del Rey Shah Tahmasb y la fecha del año 956 de la hégira lunar. La cúpula del santuario mide 21 metros de altura y cuenta con 9.5 metros de diámetro, la cual tiene dos capas cuyo espacio es de 7 metros y está instalada sobre una base de 16 laterales y con 8 ventanas.

El castillo de Iray que se encuentra en Pishva es uno de los más grandes  en Irán y destaca porque aún permanecen restos del mismo. El castillo en mención se encontraba en el camino de las caravanas y, por eso, poseía una especial importancia militar. Las obras descubiertas en este antiguo remontan a hace más de 3000 años a.C. La longitud del castillo llega a 1.214 metros y su anchura es de 1.150 metros; en el rincón norteño del castillo existen 34 torres, en el rincón sureño 24 y en los lados orientales y occidentales 36 torres. 

El castillo tiene forma rectangular y abarca una superficie de 100 hectáreas. Además poseía cuatro entradas en sendas direcciones: norte, sur, este y oeste. La entrada norteña se encontraba justo enfrente del pico del monte Damavand.

La altura de los muros de barro del castillo alcanzaba a 25 metros pero, hoy día han disminuido a 16 metros por el desgaste del tiempo provocados por el agua y el viento. El espacio entre los muros del castillo llega en algunos lugares entre 17 a 22 metros, de manera que se podían cruzar los carros de guerra en ambas direcciones simultáneamente.

Para los historiadores, el castillo de Iray ha sido un castillo militar donde se instalaban los militares. Si bien no se sabe sobre el castillo en cuál época y cuándo se ha construido, algunos lo atribuyen a la dinastía de Kianian para defenderse ante la invasión de los enemigos. El castillo de Iray fue registrado en 2003 como el Patrimonio Nacional de Irán. 

Estimados oyentes, aquí terminamos el programa de hoy. Esperamos que les haya gustado el programa. Les invitamos a que nos sigan también en la próxima edición. Ahora nos despedimos de todos Uds. hasta pronto.