Ago 22, 2018 07:52 UTC

ParsToday-En el programa de hoy les daremos a conocer con la cueva Karaftu en la provincia de Kurdistán, una de las más antiguas y fantásticas cuevas naturales de Irán. Ahora, les invitamos a que por favor nos acompañen como siempre.

La cueva de Karaftu es una de las raras cuevas rocosas iraníes, donde se observan los vestigios de vida humana de diferentes períodos históricos. La cueva se encuentra a 76 km al noroeste de Divaandareh. El pueblo más cercano a la cueva se encuentra a 3 km y se llama Mir-seyyed o Mir Saeid. La única forma de acceder a esta cueva es a través de la ruta de Takaab. La cueva de Karaftu se encuentra en el centro de una cordillera calcárea en el norte de un valle profundo. En esta área, hay varias huellas de refugios que se encuentran en las esquinas de la cueva. La cueva está situada de tal manera que, por lo general, no entra el viento, de modo que, en invierno, dentro del forado hace calor y, en verano, fresco.

 

 

 La cueva de Karaftu estaba bajo el agua durante el período Mesozoico, y al final del mismo, las tierras altas de Karaftu surgieron del agua. En el año 2000, con la propuesta de la Organización del Patrimonio Cultural de Irán, arqueólogos investigaron el exterior y el interior de la cueva y se obtuvieron muestras de diferentes períodos. En los tres períodos prehistóricos, el período histórico y parte del período islámico (desde el siglo VI hasta el siglo VIII de la hégira), seres humanos vivieron en esta cueva. La pared exterior de la cueva, hecha de forma natural, es una bella arquitectura de roca que se encuentra en el área de Oraamaan.  La entrada de la cueva emerge del suelo hasta una altura de 25 metros, en el pasado, era bastante difícil de alcanzar. Pero hoy, se ha colocado una escalera de metal, que ha facilitado a los visitantes la entrada a la cueva.

 

 

En la arquitectura de piedra de la cueva, hay cuatro plantas distintas que han sido talladas por los habitantes de la cueva. Estas plantas están vinculadas a través de unos corredores. En cada planta, además de las habitaciones que se conectan entre sí, se han instalados ventanas y luces. Entre las partes espectaculares de la cueva, destacan los diseños en relieve y una base para las antorchas conectadas por canales a un depósito de gas. Lo curioso es que los antiguos residentes de la cueva parecen haber usado gas natural para la iluminación y el calor. La parte más hermosa de la cueva de Karaftu es la tercera planta que, además de la precisión en el corte y excavación de las habitaciones, tiene el techo arqueado. En la cabecera de la entrada de una de las habitaciones de la tercera planta hay una inscripción escrita en griego, que ha sido muy dañada. En esta inscripción se menciona a la diosa Heracles. Por esta razón, muchos creen que ha sido el templo de esa diosa griega. La inscripción dice: Heracles está habitando aquí, ojalá que no entre maldad. Algunos creen que esta cueva fue durante algún tiempo un asentamiento del imperio seléucida, los sucesores de Alejandro, los macedonios, quienes después de las victorias de Mitrídates II de Patria se movieron hacia el oeste en Irán.

 

 

 

En el fondo de la cueva de Karaftu hay manantiales que se han creado de pequeños canales. Se han identificado dos estanques en la cueva que tienen decenas de metros de largo. Debido a la permeabilidad de las plantas de la cueva, los manantiales de agua salen de la cuerva después de pasar por los poros inferiores. El camino principal de la cueva tiene casi 750 metros de largo y se extiende desde este camino central hasta laberintos, aberturas y varios corredores. Por tanto, hasta ahora, nadie ha podido identificar todas estas rutas y proporcionar un mapa completo de ellas. En algunas partes, los corredores y los pasillos son anchos y su techo es alto. También hay algunas partes que son desiguales y difíciles de atravesar. Esta situación natural particular ha sido tema de muchos mitos e historias entre la gente de la región.

 

 

 

La cueva de Karaftu ha sido estudiada en varias ocasiones. En 1818, fue visitada por el inglés Kerprter que leyó la inscripción de la cueva. En los años siguientes, otras personas visitaron la cueva y corrigieron lo que Kerprter llamaba la inscripción. En 1963 otro arqueólogo delineó el mapa de las habitaciones talladas y los corredores naturales de la cueva. Después de la vitoria de la Revolución Islámica, entre los años 1997-1999, grupos de arqueólogos iraníes exploraron y estudiaron la cueva para una identificación más precisa. En general, de acuerdo con los estudios preliminares sobre las cerámicas encontradas dentro y en las áreas circundantes, la cueva de Karaftu estuvo activa durante los períodos sasánidas y Partia y en los siglos VII y VIII; Por supuesto, en diferentes momentos, el tipo de actividad y el uso que se le daba era diferente. En los períodos preislámicos, es probable que la cueva fuera  un centro ritual. Pero en la era islámica, con los cambios que se le hicieron, se usó como el lugar de residencia y posiblemente para la defensa. Como se sabe, hoy entre la gente de la región, esta cueva es conocida como el Castillo de Karaftu.

 

 

 

Cabe destacar que la cueva de Karaftu es uno de los fenómenos naturales más importantes en la provincia de Kurdistán, ubicada en el oeste de Irán, y se encuentra registrada bajo el Nº 330 en el Patrimonio Nacional de Irán. Debido a las espectaculares atracciones de esta cueva, muchos entusiastas y turistas la visitan todos los años.

 

 

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