May 13, 2019 07:48 UTC

ParsToday-La semana pasada, revisamos la historia de uno de los grandes cineastas del cine iraní, Mayid Mayidi, y les dimos a conocer sus obras más destacadas, las cuales, en su mayoría encajan con el cine espiritual y el cine religioso.

Mayidi tiene sus propios puntos de vista en el área de la religión y la espiritualidad en el mundo actual. Este cineasta también es conocido por sus propias técnicas cinematografías y posee un enorme conocimiento sobre este arte. Debido a todo esto, ha logrado muchos éxitos en competencias internacionales. En este capítulo continuamos la presentación de Mayidi.

 

Al contrario de los cineastas contempéranos que se dedican a realizar filmes no narrativos y pseudo-documentales, Mayidi cree que los principios clásicos del cine garantizan el éxito de la película y, por tanto, atraen a los espectadores. Este cineasta, en una entrevista realizada en 1992, dijo: “Creo en el cine narrativo, ya que un cine sin narración carece de identidad. Además de una mirada limpia, la narración es uno de los privilegios del cine persa. En muchas partes del mundo, el cine se ha industrializado, sin embargo, no debemos someternos a la técnica, sino debemos combinar la técnica y el contenido". Mayidi también insistió en que, si el cine iraní mantiene la sencillez y la fluidez, así como la narración verdadera de la historia, sin duda alguna, no solo triunfará en el escenario nacional sino también dejará un efecto positivo en el cine mundial. Lo que había previsto Mayidi se cumplió muy pronto, puesto que el cine iraní, como un arte valioso y digno, a través de destacadas obras y el esfuerzo de los cineastas, consiguió presentar la cultura persa tanto en el escenario nacional como en el internacional. Desde luego, el mismo Mayidi tuvo un gran papel en este camino exitoso.

En el año 2000, Mayidi produjo la película “La lluvia”, que aborda la situación de los estratos pobres de la sociedad. Un joven obrero persa trabaja, junto con otros afganos inmigrantes, en la obra de construcción de una torre. La caída de uno de los obreros afganos obliga a su hijo a sustituir a su padre para sacar adelante a su familia, pero, poco a poco, va ocupando el lugar del obrero persa y esto ocasiona varios conflictos. Un día, el obrero persa se da cuenta, por casualidad, que el obrero afgano, en realidad, es una chica que no había tenido más remedio que trabajar al lado de los hombres. Este descubrimiento, fue el inicio de un amor limpio y verdadero que crecía en el corazón del joven iraní. Pero, la familia de la joven afgana decide abandonar Irán, y vuelve a su patria.

Mayidi, como director de la película “Baran” (La Lluvia, en español), considera este tipo de películas dentro de la categoría cinematográfica conocida como “realismo poético” que expresa los asuntos cotidianos de la vida con un lenguaje poético. Mayidi también ha intentado combinar este estilo con la cultura oriental y transmitir los contenidos morales y espirituales a través de los filmes a los espectadores. El reflejo realista de la historia depende de la experiencia directa del narrador. Todas las obras de Mayidi, sobre todo “La lluvia”, muestran que el director tiene un conocimiento previo sobre la pobreza en la sociedad. Mayidi, como un director astuto, elige un estilo simple de narración para crear un contexto realista, de esta manera, vincula los acontecimientos de la historia. Los héroes de las obras de Mayidi, mayormente, son adolescentes que deben decidir y elegir sobre asuntos de peso. Los adolescentes en las películas de Mayidi sufren un crecimiento muy repentino debido a las muchas experiencias que les toca vivir a pesar de su corta edad. Además, la sociedad y la situación económica de la familia aceleran este crecimiento. Este director iraní se concentra principalmente en la voluntad humana sobre la sociedad y la situación de su entorno. La película “La lluvia” fue galardonada con el premio Simorq Bolurin al mejor actor masculino en el Festival de Fajr. También ganó el Gran Premio de las Américas del Festival de Montreal y el premio de la Iglesia Catedral.

En el año 2003, Mayidi comenzó a introducir el concepto de la fe en sus películas. Otra vez, el tema de la ceguera fue un pretexto para que se dedique a las realidades más allá de la vida que no son visibles. En el largometraje “Bid-e Maŷnun” (El sauce llorón), traducido en español como “Las cenizas de la Luz”, un hombre de mediana edad es el eje de la historia, quien desde hacía muchos años era ciego, sin embargo, se somete a una operación quirúrgica y recupera la visión. Volver a ver los diferentes colores y la vida cotidiana le hizo muy feliz y, por supuesto, se suponía que poder ver le facilitaría también obtener la verdad. El hombre se había comprometido a vivir en el camino de Dios, pero cuando se encuentra en una situación difícil pone en duda su fe y también en riesgo su vida. En realidad, Mayidi, pretende demostrar que cuesta mucho ser fiel a la moralidad y, cuando pecamos, somos desagradecidos con todas las bendiciones que Dios nos ha facilitado.

 

En el año 2007, el estreno de otra obra de Mayidi, titulada “Avaz-e gonyeshkha” traducida en español como “El canto de los gorriones”, rompió la imagen tradicional y cliché del padre en el cine, ya que tuvo un nuevo enfoque sobre los padres e hijos. Aunque en este largometraje, el padre recurre a cualquier medio para sacar adelante a su familia, se reflejan ciertos aspectos negativos. “El canto de los gorriones” es una película filosófica que genera esperanza y purifica el alma. Hasta finales de 2006, Mayidi fue el único director persa que una de sus obras había sido candidata para el premio Oscar. Además, ganó dos veces el premio al mejor largometraje en el Festival de Montreal. Hasta el momento, Mayidi ha logrado diferentes galardones por sus obras, entre ellos, el premio Oso de plata para el mejor actor masculino del Festival de Berlín por “El canto de los gorriones”, el premio al mejor actor masculino del Festival de Damasco, el del mejor director y el mejor actor masculino por el largometraje “El color del Paraíso” del Festival del cine de Francia y también, los premio de los Festivales de Cine de Filipina, España, Alemania, Singapur, Finlandia, Canadá, Corea, Malasia, Gran Bretaña y Brasil, entre otros.

 

Además de los largometrajes, Mayidi, también ha producido documentales y cortometrajes. Desde hace unos años, Mayidi ha puesto en marcha la producción del largometraje Hazrat Mohamad (saludos sean para él), que trata sobre la vida del profeta del Islam. El director persa ha dedicado total empeño para reflejar el cariño y la misericordia de este gran profeta divino. Mayidi dice que el gran profeta es como una luz que nos indica el camino, y el cine es una oportunidad (o un instrumento) para que lo presentemos correctamente a los demás. En esta película, que está en su proceso final y se estrenará muy pronto, actúan los mejores actores persas, además, participan experimentados profesionales del mundo del cine.

 

Sabemos que el cine es el resultado del entendimiento del pensamiento, la industria y el arte, y que puede establecer enlaces en todo el mundo. Este enlace no es solamente en forma material, sino que el cine es tan poderoso que puede reflejar imágenes más allá del mundo real y los asuntos espirituales.

 

Ciertos expertos opinan que el cine religioso es el auge del cine espiritual. Sin embargo, otros expresan, con mucha delicadeza, que es la base de la espiritualidad sin referirse directamente a la religión, aunque, finalmente, admiten el valor y el papel importante de la religión en exaltar y orientar al ser humano hacia la salvación. Uno de estos expertos es el cineasta persa Reza Mir Karimi, cuyo currículum incluye obras exitosas, las cuales atienden la espiritualidad y la religión. En el programa de hoy les presentamos algunas de sus obras.

 

Reza Mir Karimi 

 

Seyed Reza Mir Karimi nació en 1966 en Teherán y se graduó en Artes Gráficas en la Facultad de las Bellas Artes de la Universidad de Teherán. Comenzó su trabajo profesional con cortometrajes y luego trabajó en la televisión, donde dirigió algunas series infantiles y documentales deportivos.

 

Su primera experiencia cinematográfica titulada “El niño y el soldado” llamó la atención de los críticos y los expertos del cine. De igual modo, los profesionales del cine admiraron su segundo largometraje “Bajo la luz de la luna”, que recoge un contenido crítico social, conceptos religiosos, una mirada humana y de consolación a los damnificados.

 

 

El largometraje “Bajo la luz de la luna” pretende reflejar las preocupaciones de un joven que responde a sus propias dudas sobre si el vestido de un clérigo es sagrado. Durante poco tiempo, el joven se enfrenta con una diferente imagen de la sociedad que le dirige hacia un nuevo camino. Su padre le pida que vuelva al campo, pero el joven está inclinado hacia los pobres que le han invitado a recorrer este camino. Esta película plantea seriamente y por primera vez el ámbito de los colegios religiosos en el cine y, dejando de lado ciertas sensibilidades, permitió dar a conocer las características menos conocidas de los clérigos.

 

Otro largometraje de Reza Mir Karimi se titula “Tan cerca, tan lejos” y fue estrenado en 2004. En esta obra, el director se dedica a las creencias religiosas y plantea dudas sobre la fe, de modo que refleja esta idea en un melodrama con una estructura firme. La historia trata de un médico hábil especializado en neurología, el doctor Aalam, que está tan dedicado a su trabajo y otras actividades sociales que se ha olvidado de su hijo Saman, a quien le gusta contemplar las estrellas del desierto. Sin embargo, su padre descubre que su hijo tiene una enfermedad mortal y, por eso, deja todo para acercarse más a él. El doctor se enfrenta a una prueba difícil y poco a poco recuerda sus olvidadas creencias religiosas.

 

 

Entre todas las películas de Mir Karimi, “Tan cerca, tan lejos” tiene una posición destacada. En este filme se plantean conceptos como la vida, la muerte, el amor, la esperanza y el esfuerzo desde dos perspectivas diferentes, uno religioso y el otro no religioso. El director en esta película representa magníficamente los puntos débiles de una visión no religiosa, al tiempo que destaca las virtudes del pensamiento de un creyente en la religión. Este filme otorga mucha importancia a la esperanza y su papel constructivo en los cambios espirituales y, atrae al espectador hasta final de la historia.

 

 

La película "Tan simple" es otra obra de Mir Karimi y, pese a que trata sobre una historia muy simple, tiene una nueva estructura. El director en este largometraje se ha concentrado en las amas de casa, como una parte importante y efectiva pero callada de la sociedad. Esta obra recibió muchas críticas por parte de los expertos en los asuntos sociales, pero tuvo mucha audiencia.

 

 

El guion de “Tan simple” es sobre la historia de Tahere, una ama de casa que está casada y tiene dos hijos e intenta mantener la tranquilidad de su hogar y crear un ámbito cariñoso para su familia. Si bien, Tahere resuelve los problemas de su familia y de sus vecinos, por dentro no se siente feliz y está inquieta; además, no puede soportar la indiferencia de su familia. El director presenta un día de la vida de Tahere, en el cual pretende marcharse de la casa paternal, pero, pese a que tiene todo decidido, en el último momento lo duda y reflexionando sobre su futuro, decide quedarse.

 

 

“Tan simple” es una película que atiende detalles de los asuntos de una ama de casa, como el agobio de llevar una vida rutinaria. Además, nos recuerda todo lo que esta mujer ha perdido en la vida. Las mujeres de todas partes del mundo sufren por la soledad y porque son ignoradas. El director ha sido capaz de reflejar perfectamente todas estas dificultades.

 

Otra obra de Reza Mir Karimi es la titulada “Un terrón de azúcar”, estrenada en 2011, trata de una familia numerosa y tradicional persa residente en una de las ciudades centrales de Irán. Esta película gustó mucho a los espectadores por su trama y por ser una obra del cine nacional persa.

 

“Un terrón de azúcar” narra la historia de la hija menor de una familia residente en la ciudad de Yazd que quiere casarse con un chico de una familia rica que vive en Estados Unidos. La joven se casa sin la presencia física del novio. Las otras cuatro hijas de la familia, junto con sus esposos e hijos, llegan a la casa paternal para participar de la boda. El tío materno no está de acuerdo con este matrimonio. La presencia de los invitados y el alboroto que se forma no oculta el silencio y las dudas de la novia. Por un accidente inesperado se muere el tío y la boda se convierte en un lamento fúnebre. La novia considera que todo lo que ocurre es una señal y pide unos días de tiempo para pensar seriamente sobre la decisión de casarse o no.

 

En esta película ocurren un conjunto de acontecimientos y se recogen las costumbres persas, siendo interpretadas por algunos de los mejores actores de Irán. Este filme busca acercarse al espíritu cultural de Irán y a la forma en que un persa mira el mundo.

 

Hasta el momento, Mir Karimi ha sido galardonado con múltiples premios en diferentes festivales del mundo, como Indonesia, Beirut, El Cairo, La India, Francia, Berlín, Italia y Tokio. Mir Karimi, además de ser cineasta, ha producido muchos documentales, entre ellos “Irán” y “La alfombra iraní”, este último cuenta con 15 episodios independientes, en los cuales, conocidos directores del cine persa han presentado, desde su punto de vista, la historia y belleza de la alfombra persa.

 

 

 

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