Segundo paso de la Revolución (4)
ParsToday-La Revolución Islámica de Irán ha entrado en su quinta década con autoridad, dinamismo y motivación. Por este motivo, transcurridos cuarenta años gloriosos y con el inicio del segundo paso de la Revolución, el ayatolá Seyed Ali Jamenei indicó en una declaración integral las vastas capacidades que existen en el país, y se refirió a importantes puntos para continuar el camino y eliminar las deficiencias.
En el comunicado, titulado “El Segundo paso de la Revolución", el Líder de la Revolución Islámica de Irán recordó, especialmente a los jóvenes, los caminos que ha pasado la revolución y, con una mirada llena de esperanza, mostró el futuro y la cima de la revolución. En esta declaración, mencionó las bendiciones de la Revolución Islámica que en tres programas anteriores hemos hecho referencia de algunas de ellas.
En este programa, revisamos otras bendiciones de la Revolución Islámica según la mirada del ayatolá Jamenei.
Durante la monarquía de los Pahlavis en Irán, se produjo una profunda brecha entre las clases sociales. En ese momento, la mayoría de las instalaciones y el dinero del país se encontraban en la capital y en manos de la familia real. Las condiciones primarias de vida, especialmente la salud, estaba en una terrible condición, y muchas aldeas no tenían ni siquiera un médico. El proceso de vacunación era deficiente en Irán, de modo que la cifra de la mortalidad infantil era considerable. Según el Banco Mundial, a pesar de la guerra de ocho años impuesta contra el país persa, y las sanciones y presiones económicas que enfrenta Irán desde hace cuatros décadas, se ha mejorado la división de clases y la desigualdad de ingresos en el Irán después de la Revolución.
Los institutos científicos y las universidades europeas y estadounidenses en sus investigaciones sobre la revolución iraní han reconocido que esta ha tenido un impacto importante en la mejora de las condiciones de vida de los pobres del país persa. Uno de esos estudios fue realizado por la Universidad de Virginia, basado en estadísticas de instituciones internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En un informe sobre estas investigaciones se lee: “Hemos revisado el proceso de los cambios de pobreza en Irán entre 1977 y 2004, y hemos considerado el ingreso diario de 2 dólares, según el índice del poder adquisitivo. Los estudios muestran que, en 1977, casi dos años antes de la Revolución Islámica, el 28 por ciento de las familias y el 25 por ciento de la población urbana en Irán estaban por debajo de la línea de pobreza. El número de las familias y aldeanos por debajo de la línea de pobreza en estos años fue del 66 y 60 por ciento, respectivamente... En general, se puede decir que las inversiones extensas para la transición de la electricidad, agua y gas a las aldeas y la promoción de la salud en estas áreas, el desarrollo de la educación y la planificación familiar en las dos décadas posteriores a la revolución redujeron en gran medida las desigualdades en Irán. La adopción de la política de garantía de compra para los productos agrícolas también ayudó a aumentar los ingresos de los agricultores después de la guerra. La pobreza disminuyó en 2004. Según el índice de ganancias diarias de $ 2 por día, según el índice del poder adquisitivo, en 2004, solo 1 por ciento de los urbanos y el 7 por ciento de los residentes en las zonas rurales eran considerados pobres absolutos”.
En el comunicado “El segundo paso de la Revolución”, el ayatolá Jamenei considera la justicia en la división de los bienes públicos del país como una de las bendiciones de la Revolución Islámica. Sobre este punto, precisó: “La Revolución Islámica distribuyó los bienes públicos del país de manera más justa”. No obstante, el ayatolá Jamenei expresó su insatisfacción por el nivel de justicia alcanzado en el país y, en su comunicado, escribió: “Debido a que la justicia, ese valor sublime debería brillar como una joya inigualable sobre la cabeza de la República Islámica, lo que aún no sucede. Pero esta insatisfacción no debe interpretarse en el sentido de que no se ha trabajado para instaurar la justicia”.
El Líder persa hizo hincapié cuando afirmó: “Lo cierto es que los logros alcanzados en la lucha contra la injusticia en las últimas cuatro décadas no son comparables a ninguna otra era del pasado. Durante el régimen del Taqut (la tiranía de los Pahlavi), la mayoría de los servicios e ingresos del país estaban solo al acceso de un pequeño grupo de residentes de la capital y de sus similares en otras partes del país. La gente de la mayoría de las ciudades, especialmente de áreas remotas y en el campo, estaba al final de la lista y con frecuencia eran privadas de las necesidades básicas en infraestructuras y servicios. La República Islámica ha sido uno de los Estados del mundo más exitosos en la reasignación de servicios y bienes del centro al conjunto del país, y de los barrios acomodados de las ciudades a los barrios de clase baja. Las impresionantes estadísticas de construcción de carreteras y viviendas, de creación de centros industriales, de mejoras para los agricultores, de expansión del suministro de electricidad y agua, de apertura de centros médicos y universitarios, de represas y centrales eléctricas y cosas similares en las regiones más alejadas del país son una auténtica fuente de orgullo. Hay que constatar que todo esto ni se refleja en la comunicación deficiente de los responsables ni lo reconocen las malas lenguas extranjeras o nacionales. Pero es cierto y son acciones virtuosas de los directivos abnegados que actúan conforme al Yihad del esfuerzo, tanto ante Dios como ante el pueblo. Claro está que la justicia que se espera de la República Islámica, que quiere ser reconocida como seguidora del Gobierno del Imam Ali (la paz sea con él), es muy superior a lo que hay, y las esperanzas para que eso se materialice están puestas en ustedes los jóvenes”, afirmó el Líder de la Revolución Islámica en su comunicado “El segundo paso de la Revolución”.
Entre otras bendiciones de la Revolución Islámica de Irán, según la perspectiva del Líder, es el aumento dramático de la espiritualidad y la moralidad en la sociedad. El ayatolá Jamenei cree que, tras la Revolución Islámica, creció significativamente el nivel de la espiritualidad y la ética en la sociedad. De acuerdo con el ayatolá Jamenei, la reverencia hacia el Imam Jomeini (que descanse en paz) y su alto nivel de comportamiento durante el período de las luchas y después de la victoria de la revolución, hicieron que aumente la espiritualidad entre las diversas clases de la sociedad persa.
Así se refiere en su documento titulado “El segundo paso de la Revolución”: “Aquella persona espiritual, mística y piadosa se colocó a la cabeza de un país cuyo pueblo estaba dotado de una fe profundamente arraigada. A pesar de que la propaganda de la corrupción y el libertinaje durante la era de los Pahlavi había asestado duros golpes a esa fe, llevando hasta el interior de las vidas de la población de clase media y especialmente de los jóvenes el lodazal de la contaminación moral occidental, el planteamiento de devoción y moral de la República Islámica atrajo a los corazones bien dispuestos y luminosos, especialmente de la juventud, y transformó el espacio haciéndolo favorable para la religión y la moral”.
El Líder de la Revolución considera que uno de los otros brillos de espiritualidad en la sociedad es la lucha de los jóvenes en campos difíciles, incluida la defensa sagrada. También, el sacrificio de las familias de los soldados y los mártires ha desempeñado un papel importante en el aumento de la espiritualidad. En este sentido, el ayatolá Jamenei dice: “Padres, madres y esposas aceptaban, por sentido del deber religioso, desprenderse de sus seres queridos, que se precipitaban hacia los diferentes frentes del Yihad, y cuando se encontraban con sus cuerpos sangrientos o heridos recibían la catástrofe con agradecimientos a Dios”.
Entre otros ejemplos del crecimiento de la espiritualidad en el país, el Líder de la Revolución destaca el aumento sin precedentes de la presencia de la gente en las mezquitas y los centros religiosos. En este sentido, se refiere a la participación de la gente en ceremonias de reclusión y purificación de itikaf y la marcha de Arbain que cada vez se realizan mejor que el año anterior.
“Ahora, miles de jóvenes, profesores universitarios, estudiantes y hombres y mujeres esperan en las colas para participar en la ceremonia de itikaf. Además, de Yihad constructivo están colmadas de miles de jóvenes voluntarios y devotos. El líder persa considera el aumento dramático de los asuntos religiosos, como el rezo, la peregrinación y el ayuno en el país, entre las bendiciones de la Revolución. Considera también la amplia participan de los amante del Imam Husein (P) en la marcha de Arabain como otra representación espiritual de la revolución. En este sentido afirmó: Todo esto (crecimiento de la espritualidad) ha sucedido además en un momento en que el creciente declive moral de Occidente y sus seguidores, con su propaganda masiva para arrastrar a hombres y mujeres al fango de la corrupción, han aislado la moralidad y la espiritualidad de la mayor parte del mundo, y esto es otro milagro de la Revolución y del activo y avanzado Sistema Islámico”, indica el sexto punto sobre las grandes bendiciones del país persa, tras la victoria de la Revolución Islámica.
Otra bendición de la Revolución Islámica de Irán, en opinión del Líder iraní, es la creciente resistencia ante los tiranos y los opresores del mundo. Los líderes de la Revolución Islámica y los lemas e ideales de esta revolución enseñaron a la gente la tolerancia ante las dificultades y la resistencia ante el enemigo, y los jóvenes han estado siempre en la primera línea. La gente resiste ante la arrogancia e impide el dominio de los arrogantes a través de la tolerancia ante las dificultades.
En su comunicado, el ayatolá Jamenei afirma: “Las potencias mundiales exclusivistas, que siempre han buscado su permanencia en la agresión a la soberanía de otros países y en pisotear sus intereses vitales para alcanzar sus fines aviesos, han admitido su impotencia ante el Irán islámico y revolucionario. Gracias al ambiente vivificante de la Revolución, la nación iraní pudo expulsar primero a un delegado de Estados Unidos y a los traidores al país, e impedir después de manera poderosa, hasta el día de hoy, volver a ser dominada por la arrogancia mundial”.
P/NA/NL