Jul 22, 2019 07:49 UTC

ParsToday-Cuando hablamos del cine o en general del arte, algunos evitan estudiar su relación con la economía.

Mientras que, aparte de los aspectos intelectuales e iniciativos de cada rama artística, crear el arte mantiene una relación muy estrecha con la economía.

En este programa, para conocer mucho mejor el cine actual de Irán, les contaremos en breve sobre la economía del cine iraní y también sobre sus productores. Pero, antes analizaremos el papel de la economía en el cine del mundo. Les invitamos a escuchar el programa de hoy.

Entre diversos tipos de arte, el cine desempeña un papel importante en el escenario de la economía de todos los países. Aparte de los aspectos culturales y políticos, el aspecto económico del cine también juega un papel determinante en el proceso de producir obras. El cine, en realidad, está formado por un conjunto de cadenas unidas entre sí, es decir, la sala, el interlocutor y el ingreso. La importancia de éste último no solo es para los involucrados del cine, sino también para los gobiernos que le prestan una atención particular. De tal manera que, en ciertos países, sobre todo, en las superpotencias económicas del mundo, los productos cinematográficos reciben una considerable cuota del Producto Interno Bruto (PBI).

Por ejemplo, la industria del cine de la India, “Bollywood”, como una de las mayores de su tipo en el mundo, ocupa anualmente la primera posición por la cantidad de obras producidas. Hasta la fecha, la India ha realizado más de 900 películas. Los productos de Bollywood o el centro de las películas comerciales de la India son muy populares tanto en este mismo país como en otros países, sobre todo, en los países de la región. También, la India ha tomado medidas particulares para atraer la inversión extranjera en la industria del cine del país.

El principal ingreso del cine indio se abastece a través de un gran número de los amantes del cine, los cuales gustan de los productos de su propio país.

Pero, el ingreso logrado por las obras del cine norteamericano ocupa la primera posición. En 2012, el ingreso de la industria del cine norteamericano alcanzó a 10 mil 807 millones de dólares, el cual ha crecido 6,5 % con respecto a 2011. Desde luego, dicho ingreso ha sido el resultado del cine de EE.UU., Canadá y México.

El cine norteamericano Hollywood tras el de Bollywood, con una producción anual entre 700 a 1000 películas, es la segunda industria cinematográfica del mundo. Pero, antes que nada, Hollywood es una forma industrial de los productos culturales y, según Edward Jay Epstein escritor del libro “The Economist Hollywood: la realidad financiera oculta detrás de las películas”: “Hollywood es una máquina que fabrica dinero”.

Irán es uno de los 30 países que cuenta con la industria del cine en el mundo y, cada año, produce entre 70 y 100 películas y se encuentra entre los 5 a 15 países del mundo en la producción de películas. 

Actualmente, existen casi 300 salones de cine y todos estrenan las películas iraníes y no extranjeras.

Según las normas, el 50 % de la taquilla es la cuota de los cines, entre el 35 % y el 40 % es para los productores y del 10 % a 15 % se dedica a la publicidad.

El Gobierno, tras la Revolución Islámica de Irán, ha tomado medidas y, a través de la Fundación Farabi, apoya al cine iraní y, así, ha recibido ayudas culturales y financieras.

El Centro de Desarrollo Cinematográfico de Documentales que pertenece al Ministerio de Guía y Cultura Islámica, apoya en la producción de los documentales cortos y largos. Dicho centro también apoya a los cineastas jóvenes para que diseñen su trabajo profesional a nivel mundial.

La Asociación del Cine de Jóvenes de Irán también es otro centro activo en producir películas persas y, apoya a los jóvenes en una parte de los gastos para producir la obra. La entidad fue fundada en 1353 de la hégira solar es decir en el año 1974. Y tras la revolución islámica se inauguró 50 despachos en todo el país para animar a los jóvenes.

Pese a todos los apoyos de las entidades gubernamentales, actualmente unos 30 despechos privados para producir películas son activos en el escenario del cine de Irán. Ali Sar-tipi, uno de los veteranos en esta profesión, cree que el sector privado ha dejado un afecto innegable en el avance y el éxito del cine persa. Además, agrega que hay que implicar las fuerzas hábiles y con experiencia en el área de la producción y la difusión. También opina que el empleo de los nuevos métodos en la producción y la publicidad de las películas, una iniciativa personal y la de otros compañeros en su grupo, son unos de los motivos de su éxito durante los últimos 30 años de su profesión.

Morteza Shayeste, también es otro productor del cine iraní que tiene una larga experiencia, quien cree que el aumento de los interlocutores del cine depende de profundos cambios en los principales sectores de este escenario, sobre todo, de los puntos de vista de los productores. Además, añade que con el cambio de métodos, como primer paso, es probable aumentar los interlocutores del cine iraní de 80 a 100 millones al año e, incluso más tarde llegaría a 200 millones de los interlocutores. Mohamad Mehdi Dadgu, es otro productor conocido iraní quien dice al respecto: “fundamentalmente, el cine nacional debe fortificarse desde el aspecto tanto industrial como económico. Sin duda alguna, el arte ocupa su propia posición. Si atentemos a un solo aspecto, perjudicaremos a todo el cuerpo (del cine). En este camino, hay que tener en cuenta también la madurez de las autores (quienes están involucrados en la obra). Nuestra actividad es cultural y nuestro producto también es cultural, pues, debemos atender más en el área de la producción para que seamos testigos de sus efectos positivos.

 

Durante los próximos programas les contaremos sobre el enlace del cine iraní con la literatura y otras artes. El cine es un arte mucho más nuevo que otras artes, sin embargo,  han aprovechado todo lo posible de su influencia para atraer a los espectadores. En este camino, no obstante, el cine ha recurrido a otras artes para fortalecerse cada vez más.

Desde el nacimiento del cine la inspiración en la literatura ha ocupado una posición particular en este arte. De hecho, las interpretaciones de las obras literarias más exitosas han garantizado relativamente el éxito para los productores de cine. Sin embargo, ocurren muchas veces que tras ver la película, se dicen que "el libro era más impresionante que la película", en este caso, nos convencemos que el cine nunca puede lograr las delicadezas de la literatura y, solo son las palabras que pueden transmitir las emociones y los pensamientos y activan la imaginación de los lectores. Pero, también es cierto que el cine representa, si se aplican las técnicas actualizadas, unas imágenes a los espectadores, las cuales no se representan ni siquiera a través de las palabras o los relatos. Actualmente, las variadas capacidades del cine e incluso presentar el estado y las emociones internas mediante el lenguaje corporal y la cara, son unas de las prioridades del cine con respecto a otras artes.

No obstante, el cine mantiene una relación muy estrecha con la literatura. Casi la mitad de las películas conocidas a nivel mundial se han aprovechado de los guiones inspirados, las destacadas obras tales como Lo que el viento se llevó (en inglés Gone with the Wind), El padrino (título original en inglés: The Godfather ), Alguien voló sobre el nido del cuco (en inglés conocido como One Flew Over the Cuckoo's Nest), La tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca (título original en inglés: The Tragedy of Hamlet, Prince of Danmark), y Guerra y paz, entre otras.

También se puede enumerar a los escritores pioneros en este escenario, los cuales además de su fama en relatar novelas, también han llamado la atención de los cineastas, William Shakespeare, Fyodor Dostoevsky, Leo Tolstoy, Irish Kestner, Charles Dickens, Alexander Dumas, entre otros. También, se han convertido en obras destacadas cinematográficas las piezas de teatro de los escritores como Antón Chéjov, Mulier, Henrik Ibsen y Tennessee Williams, y otros muchos más.

El cine iraní se inspiró, desde los primeros años, en las obras literarias y ha fortalecido su interacción con la literatura. Aunque esta relación a veces era fuerte y a veces no, ha dejado obras impresionantes, las cuales indican que las obras literarias escogidas son destacadas y, además, los cineastas dominan ambos áreas, tanto la literatura como el cine.

El primer director persa del cine sonoro, Abdol-Hossein Sepanta, también es el primer director que se inspiró en la literatura y realizó en 1314 de la hégira solar (1935 era cristiana) el largometraje Shirin y Farhad, en el cual relata el amor que tiene un chico llamado Farhad a una princesa llamada Shirin. Farhad hace hasta lo imposible para unirse a su amor. El relato es obtenido de una colección del poeta iraní, Nezami Ganyawi, muy conocido en la literatura persa. Sepanta, además de dirigir la obra también interpretó a Farhad y, su obra tuvo mucho éxito.

Dos años después, produjo otra obra llamada Leili y Maynun, extraída de los poemas de Nezami Ganyawi, la cual también trata del amor de dos personajes, es decir, Leili y Maynun y, lo que sufrieron por estar lejos uno del otro. Fue una obra dramática y también muy costosa.

Tras estas obras, los directores persas comenzaron a inspirarse en las novelas y los cuentos. Y en la misma dirección, produjeron algunos largometrajes en base a famosas obras de la literatura mundial. En total, desde 1309-1389 de la hégira solar (1930-2010 era cristiana) se han producido más de 3 mil películas persas, entre las cuales solo 50 títulos, es decir, 1,5 % se ha inspirado en la literatura no persa. Esto demuestra que para la producción de películas persas, inspirarse en obras literarias extranjeras ha sido la última estrategia frecuente en Irán.

Es de notar que en los años antes de la Revolución Islámica de Irán, fueron recibidas con mucho más beneplácito las obras de William Shakespeare, André Mora, Alexander Dumas, Mark Twain, Daphne du Maurier y Fyodor Dostoevski por los cineastas persas.

Con la victoria de la Revolución Islámica de Irán en 1979, una nueva generación de cineastas puso pie en el mundo del cine y, por lo cual se cambió un poco la mirada hacia la literatura. Puesto que atendían a la opresión realizada contra el estrato pobre de la sociedad y revelar la verdadera imagen del régimen derrocado.

El profesor y crítico persa, Hossein Paiande, cree que la inspiración en la literatura triunfa cuando la película puede convertir las señales escritas del texto en imágenes cinematográficas, es decir, hacer una traducción imaginable. La película Capitain Khorshid dirigida por Naser Taqwaei, es uno de estos ejemplos, esta película está basada en la novela de Tener y no tener (en inglés conocido como To Have and Have Not), escrito por Ernest Miller Hemingway.

En realidad, Taqwaei ha encajado el personaje del capitán de su película con el relato de Tener y no tener, de tal manera que, aún tras 28 años, es una de las obras más destacadas en el escenario del cine.

El buen conocimiento del director Taqwaei de los personajes y las características indígenas y geográficas de la región sureña de Irán (el lugar donde ocurre la película), su capacidad de escribir el guion, su buena dirección, todo eso sumado a las buena interpretación de los actores, lograron que la película tuviera muy buena acogida por los espectadores.

Muchos que han leído la novela y también han visto la película Capitán Khorshid, creen que el contexto de la película es muy cercano al de la novela de Ernest Hemingway; el motivo se debe a que los personajes de la novela tienen equivalencias apropiadas y creíbles.