Nov 05, 2019 15:15 UTC

ParsToday- El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, participó el pasado miércoles 30 de octubre en la ceremonia de graduación de los cadetes de la Universidad del Ejército iraní,

celebrada en la base de Defensa Aérea Jatam Al-Anbiya.
En la primera parte de su alocución, el Líder de Irán afirmó que el mayor daño que un enemigo puede infligir a un país es privarle de su seguridad y esto está ocurriendo en algunos países de la región, como el caso de Irak y El Líbano.
 
El ayatolá Jamenei denunció que los servicios de Inteligencia de los países occidentales, principalmente de Estados Unidos, aprovechándose del apoyo financiero de algunos regímenes reaccionarios de la región, fomentan disturbios en la zona. “Recomiendo a los que se preocupan por la situación en Irak y El Líbano remediar la inseguridad creada por Estados Unidos y el régimen sionista con el dinero de algunos países reaccionarios”, precisó el Líder.
 
El ayatolá Ali Jamenei comparó el Ejercito de la República Islámica con los ejércitos de los países arrogantes y consideró que la diferencia entre ambas fuerzas armadas es sustancial, innata y profunda. Según el Líder, mientras la principal responsabilidad del ejército iraní es mantener la seguridad del país, la misión de los ejércitos de las potencias arrogantes es principalmente invadir, usurpar e imponer golpes de Estado en otros países para su propio beneficio.
 
En este sentido, el ayatolá Jamenei afirmó: “Nunca hemos comenzado una guerra en la República Islámica. La defensa es fuerte, pero rechazamos en absoluto la agresión. No cabe la agresión en la filosofía y la lógica del Ejército de la República Islámica de Irán o cualquier fuerza armada de la República Islámica de Irán. Sin embargo, si nos fijamos en los ejércitos de los países arrogantes en los últimos cien años... Las huellas de los crímenes de los poderes arrogantes se observan casi en todas partes del mundo en estos cien años. El ejército británico en el subcontinente indio, en Paquistán, La India y Bangladés, en Birmania y en los pequeños estados del océano Índico... en parte del norte de África... en todas partes ha cometido tantos crímenes contra las naciones que nunca serán olvidados. ... se han quedado grabados y permanecerá en las historias”.
 
A continuación, el Líder se refirió a los crímenes del ejército francés y dijo: “Los franceses, que gritan defender asuntos como los derechos humanos y la democracia...  ¡cometieron tantos crímenes en el norte de África, en Argelia, en Marruecos, en Túnez!” En el este de Asia en Vietnam, antes de que los estadounidenses ingresaran a Vietnam. cometieron muchos crímenes... en la actual Siria y El Líbano... Esa es la característica de los ejércitos arrogantes".
 
El ayatolá Ali Jamenei se refirió a la brutalidad del ejército estadounidense en los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki en 1945, que acabó con la vida de 150 000 personas y dejó a otras decenas de miles intoxicadas por la radiación nuclear, Al respecto, agregó: “Esa es la naturaleza de un ejército arrogante, del ejército ateo, del ejército despiadado, del ejército que carece de moralidad; estas son las diferencias entre los ejércitos. Estos son, por supuesto, pocos ejemplos que doy; si alguien quiere hablar sobre los crímenes de los ejércitos de los poderes arrogantes e ir más allá de los cien años que he dicho, a lo largo de doscientos o trescientos años, se puede escribir y debe escribir varios libros”.
 
El Líder planteó esta pregunta: “¿cuál es el apoyo de estos ejércitos y de dónde provienen las capacidades de estos ejércitos?” En seguida, contestó: “Estos ejércitos dependen de los gobiernos arrogantes; es decir, el problema no es con el ejército en sí, sino con el apoyo militar al ejército, es decir, los sistemas arrogantes. Miren, ahí está el secreto de que ustedes y yo insistamos en confiar, repitamos que debemos confiar en el Corán, que debemos querer el sistema islámico. Cuando la humanidad cae en manos de sistemas sin moral, sin religión, sin orientación adecuada, ese será el resultado, así será el ejército. El respaldo a los ejércitos que cometen tantos crímenes proviene de los poderes políticos que gobiernan esos países; ellos respaldan a esos ejércitos, y esos ejércitos, a su vez, preservan esos sistemas. Esa es la naturaleza de ese trabajo”.
 
A continuación, el Líder hizo alusión a la actitud revolucionaria del ejército iraní al inicio de la victoria de la Revolución Islámica, en su enfrentamiento con corrientes separatistas, dependientes de las potencias extranjeras en los albores de la revolución y luego, en los ocho años de defensa sagrada de las fronteras y, después, en apoyo al frente de resistencia. Asimismo, consideró a la Universidad del Ejército de la República Islámica como una institución prominente e importante que, a lo largo del tiempo, ha formado comandantes devotos y capaces, que han conseguido evolucionar las capacidades internas, la organización, las tácticas operativas, la construcción y el pensamiento y la cultura de los militares, de modo que la orientación antirreligiosa del ejército durante toda la era de Taqut cambió 180 grados, convirtiéndose en un referente de orientación religiosa, cultural e islámica.
 
En otra parte de su discurso, el ayatolá Jamenei llamó a las Fuerzas Armadas del país persa a estar en alerta ante los planes de los enemigos y declaró que no se debe considerar débil al enemigo. A su juicio, hay que conocer al enemigo justo como es y tenemos que estar listos para defendernos ante la invasión enemigo. Al respecto, aconsejó: “Estimados míos, no tenemos que estar orgullosos de las victorias, las victorias son valiosas y cabe estar contentos, pero no hay que estar orgullosos”.
 
El ayatolá Jamenei se refirió a la guerra Ahad en la época del gran profeta del Islam, el hazrat Mohamad (P), en la que debido a la negligencia de los musulmanes, la victoria se convirtió en fracaso. “Hay que proteger la victoria. Eso significa preservar en los factores de la victoria que son la fe, la lucha permanente, el constante esfuerzo, la unidad y la sinergia”, dijo el Líder.  
En la última parte de su discurso, se refirió a dos elementos clave para frenar los planes de los enemigos: preservar la esperanza hacia el futuro y asegurarse del cumplimiento de las promesas divinas.
 
En este sentido, aludió a los “sucesivos fracasos” que el régimen de Israel experimentó ante los jóvenes de Palestina y del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en las guerras de 33, 22 y 7 días y los ha calificado de unos ejemplos concretos del cumplimiento de las promesas divinas.
 
A modo de colofón, el ayatolá Jamenei remarcó que, ¡con el favor de Dios!, las “marchas del retorno en Gaza” conducirán en un momento al regreso de los palestinos a su tierra natal.
 
 P/NA/NL
 

 

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