Ene 07, 2020 07:22 UTC
  • Puntos de vista del Líder de la Revolución Islámica de Irán (El mártir Soleimani en palabras del ayatolá Jamenei)

ParsToday-El martirio es el arte de los hombres de Dios y le da a la vida humana un significado trascendente. El martirio es una fuente que llama a los amantes de Husein (P) y a los seguidores de su camino.

Los seguidores de Husein sacrifican todo lo que tienen para defender la dignidad y el poderío del Islam y por mantener eterna la alta meta de defender a los oprimidos del mundo.
 
El mártir Soleimani fue uno de los verdaderos seguidores del Imam Husein en la presente época. Como el Hazrat Abás, con quien todos se sentían seguros, el militar persa garantizó la seguridad de toda la gente de la región, sobre todo, ante el peligro del grupo ultraviolento EIIL (Daesh, en árabe).
 
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en un mensaje de condolencias, emitido tras el martirio del destacado militar persa, afirmó: “Años de lucha sincera y valiente en los campos de batalla contra los demonios y malvados del mundo (…) llevó al querido Soleimani al sublime martirio que tanto anhelaba, cuando su sangre fue derramada por los seres humanos más crueles”.
 
Hach Qasem Soleimani en las batallas difíciles, siguiendo la escuela del Imam Husein (P), cumplió con la orden de su líder. Durante muchos años, luchó por la seguridad de Irán y Oriente Medio en general y, gracias a su inteligencia, neutralizó los actos criminales de los delincuentes estadounidenses e israelíes en la región y les quitó su sueño imperialista. El asesinato de un personaje tan grande e influyente fue el deseo de los bajos enemigos durante muchos años.
 
Con la destrucción de Daesh en la región, una banda creada por Estados Unidos, todos los planes del enemigo para dividir el oeste de Asia y tomar el control de sus recursos, como agua, tierra y petróleo, fueron neutralizados, y los estadounidenses se volvieron más sedientos de la sangre del general, que había vuelto imposible realizar sus sueños.
 
El hombre incansable en el campo de batalla, el mártir Qasem Soleimani, luchó en los últimos años contra los terroristas de Daesh, los sanguinarios desviados que intentaron destruir la escuela de Husein (P) y cometieron las peores atrocidades en Siria e Irak. Este hombre puro y valiente se enfrentó a los sangrientos terroristas de Daesh que acabaron con la vida de personas inocentes de la peor manera; mataban a niños frente a los ojos de sus padres, decapitaban a hombres frente a su familia y violaban mujeres y niñas inocentes.
 
Daesh era un grupo terrorista y un grupo organizado y formado por Estados Unidos para compensar el fracaso de Al-Qaeda, en el marco de su objetivo de siempre de obtener más poder en la región, a través de la creación del caos en la zona so pretexto de reclamar la democracia, mientras que ni siquiera en su propio país respetan los principios de la democracia.
 
En una carta enviada al comandante de las Fuerzas de Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el general Qasem Soleimani, tras la victoria frente al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), el Líder iraní escribió: “Le agradezco eternamente a Dios que, gracias a sus sacrificios y el de un gran número de sus compañeros, haya sido erradicada de Siria e Irak la lacra del terrorismo creada por los tiranos del mundo”.
 
Qasem Soleimani fue el primer comandante en recibir la condecoración "Zulfaqar", la más alta orden militar de Irán. Este gran comandante del Islam había recibido previamente tres condecoraciones "Fath". El ayatolá Ali Jamenei, al otorgarle la medalla "Zulfaqar" al comandante, afirmó: "Las luchas en camino de Dios no son recompensables con estas cosas". La aleya 111 de la sura El arrepentimiento (At taueba) dice: Alá ha comprado a los creyentes sus personas y su hacienda, ofreciéndoles, a cambio, el Jardín.
 
El Líder de la Revolución, que tenía una relación muy profunda y emocional con el mártir Soleimani, describió el asesinato de este general persa por EE.UU. como amargo y advirtió a los enemigos de que les espera una dura venganza. El ayatolá Jamenei presenta al mártir Soleimani como un ejemplo destacado de los educados del Islam y de la escuela del Imam Jomeini, quien pasó toda su vida en camino de la yihad por la causa de Dios. El mártir también se consideraba a sí mismo un soldado e hijo del Líder, y le obedecía como tal. Un amigo y compañero del mártir Soleimani recuerda: "Su sinceridad y devoción eran destacables, le encantaba luchar contra los enemigos del Islam y por la Revolución Islámica. Fue un valiente comandante pues estaba siempre en la primera línea del frente, delante de las fuerzas".
 
El ayatolá Ali Jamenei considera que la fe, el coraje y la sinceridad del mártir Soleimani eran fruto de la yihad del ego. El Líder insiste en que la Yihad externa (guerra contra los enemigos) depende de la gran Yihad, la yihad del ego propio.
 
En su mensaje, el Líder persa escribió: "Su martirio ha sido la recompensa de su incesable esfuerzo de todos estos años". Asimismo, calificó su martirio de un "gran martirio" y describió su sangre como "sangre pura" que fue derramada por los seres humanos más depravados de la tierra.
 
El ayatolá Ali Jamenei, en su reunión con la familia del mártir Soleimani, resaltó: "Su yihad fue una gran yihad y Dios le otorgó el martirio como un gran martirio. Felicidades a él por esta gran bendición".
 
El mártir Qasem Soleimani también fue alumno de la escuela del Imam Husein (P) y el hazrat Abás (P), una escuela y un camino que educa a miles de Hach Qasem y terminará en la victoria de la escuela de la yihad y la resistencia.
 
P/NA/NL
 

 

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