Jun 15, 2020 09:51 UTC

ParsToday- Queridos oyentes, estamos con ustedes con la décima y última parte del espacio titulado “El papel clave de Irán en la seguridad del Golfo Pérsico”, en la que vamos a analizar las estrategias de Irán para la seguridad del estrecho de Ormuz y la implementación de la “Iniciativa de paz de Ormuz”. Quédense con nosotros.

La estrategia de Irán en la “Iniciativa de paz de Ormuz” está basada en la necesidad de la salida de EE.UU. y de otros actores extrarregionales de la zona del estrecho de Ormuz y la construcción de la seguridad con la cooperación de los países dentro de la zona.
 
 
 
De hecho, el inicio de dicha iniciativa se basa en la retirada de los países extrarregionales de la región del Golfo Pérsico. La “Iniciativa de paz de Ormuz” fue planteada en septiembre de 2019 por el presidente iraní, Hasan Rohani, “como la posición oficial de Irán”.
 
 
 
En su discurso ante la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas, Rohani declaró que la formación de cualquier coalición de seguridad, bajo el nombre de países de la región y bajo el mando de las fuerzas extranjeras, sería un claro ejemplo de intervención en los asuntos del área. El enfoque de abordar la navegación como un tema de seguridad contraviene el derecho a la navegación libre y el derecho al desarrollo, además de escalar la tensión, complicar la situación y amenazar la paz, la seguridad y la estabilidad de la región.
 
 
 
La seguridad de la zona se logra con la retirada de las tropas estadounidenses de la región y no con sus armas y su intervención. Después de 18 años, EE.UU. sigue sin poder reducir las acciones terroristas, pero la República Islámica de Irán acabó con la sedición del grupo terrorista EIIL (Daesh, siglas en árabe) con la ayuda de los pueblos y los gobiernos de los países vecinos.
 
 
 
Dirigiéndose a los líderes de los vecinos árabes de Irán, el presidente iraní agregó que “no se puede comprar la seguridad o garantizarla mediante los gobiernos extranjeros; la paz, la seguridad y la independencia de nuestros vecinos, son de hecho nuestra paz, seguridad e independencia; EE.UU. no es nuestro vecino; es la República Islámica la que es su vecino; desde hace mucho tiempo nos han enseñado que el vecino tiene prioridad sobre la casa; el día del incidente, nosotros y ustedes nos quedamos solos; ¡nosotros somos vecinos, no somos vecinos de EE.UU.! Washington no es defensor y bogado de ningún pueblo, ni tutor de ningún gobierno”.
 
 
 
Rohani añadió: “Si hoy en día, las llamas del fuego en Yemen se han extendido hasta Arabia Saudí, hay que encontrar al que ha encendido el fuego y castigarlo y no se debe lanzar acusaciones contra los inocentes. La solución a la paz en la Península Arábiga, la seguridad en el Golfo Pérsico y la estabilidad en Asia Occidental debe buscarse dentro de Asia Occidental, no fuera de ella. Los problemas de la región son más grandes y más importantes de lo que EE.UU. pueda resolver. Un gobierno que no ha podido solventar el problema de Afganistán, Irak y Siria, y ha sido promotor del extremismo, el talibanismo y el daeshismo; nunca podrá resolver problemas más complejos”.
 
 
 
El enfoque de Irán en la década de 1990, es decir después del fin de la guerra impuesta por Irak, ha estado basado en el diálogo interregional y, en este sentido, busca detectar y fortalecer los valores y las normas comunes y crear un orden sociocultural acorde con la convergencia política, económica y la cooperación de seguridad.
 
 
 
Este tema se ha manifestado en forma de la propuesta de crear un espacio de seguridad conjunto a fin de garantizar la paz y la estabilidad en la región. Irán se opone a la presencia de fuerzas extranjeras en el Golfo Pérsico y pide que la seguridad de la región se garantice con la cooperación conjunta de sus Estados litorales.
 
 
 
Asimismo, el tema de la diplomacia en el exterior es un principio reconocido y una norma internacional y está acorde con los principios de la “Iniciativa de paz de Ormuz”. La diplomacia en el exterior significa que las partes, a través de negociaciones y soluciones de mutuo acuerdo, deben reducir los problemas tanto como puedan y finalmente resolverlos.
 
 
 
Para que la “Iniciativa de paz de Ormuz” pueda ser un éxito, las tensiones en las relaciones entre Irán y los países de la región, incluida Arabia Saudí, deben reducirse a un alto nivel. La distensión es una especie de política persuasiva, basada en la lógica de cooperación, la dependencia mutua y procesos políticos.
 
 
 
Entre estas políticas destacan la diplomacia, tratados, negociaciones, soluciones intermedias, cooperación económica y competencia en el marco de los reglamentos internacionalmente reconocidos, los cuales colocan el principio de convivencia, convergencia y cooperación en el centro de gravedad de la política exterior.
 
 
 
La política de distensión busca fortalecer, desarrollar y estabilizar los intereses nacionales de Irán en aras del desarrollo político-económico y la paz y la seguridad internacionales.
 
 
 
En relación con las condiciones actuales de la región y las relaciones de Irán con los países del Golfo Pérsico y del Estrecho de Ormuz, la distensión es, de hecho, un proceso para reducir las disputas, tensiones y conflictos existentes entre la nación persa y los países árabes del área, de manera pacífica y sin recurrir a la fuerza y ​​violencia.
 
 
 
El Gobierno iraní siempre ha evaluado como benéfico su deseo de renovar las relaciones con los países árabes meridionales del Golfo Pérsico, especialmente con Arabia Saudí, en el marco del respeto y medidas mutuos. Por ejemplo, Teherán y Riad, debido a su posición en la región y el mundo islámico, no pueden vivir en tensión, ya que tal situación va en detrimento de ambos países.
 
 
 
El surgimiento de sucesos geopolíticos en la región, que conducen a una percepción amenazante y de seguridad para ambos países, ha dado lugar a la hostilidad entre Arabia Saudí e Irán. Así que, para desescalar la tensión entre ambos países, primero, hay que eliminar la raíz de la tensión, es decir, los conflictos regionales.  Parece ser que la “Iniciativa de paz de Ormuz” puede ser la antesala de una convergencia estructural y la construcción de paz en la región.
 
 
 
Tras la ruptura de las relaciones oficiales y diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí, ninguna de las dos partes quiere tomar la iniciativa para iniciar las negociaciones. En este sentido, parece que puede ser útil el uso de la capacidad de ciertos países para mediar y dar comienzo a estas negociaciones.
 
 
 
Desde este punto de vista, tal vez Omán sea el país más importante y más confiable para Irán y Arabia Saudí. Algunos observadores comentan que Omán no se sumó a la coalición saudí en la guerra contra Yemen para que se mantenga abierto un camino para su mediación en esta crisis.
 
Entonces, Omán puede desempeñar un papel positivo en la mediación entre las partes involucradas en la guerra de Yemen. Del mismo modo, Omán puede mediar entre Teherán y Riad y abonar el terreno para las negociaciones entre ambas capitales.
 
 
 
Omán también puede influir especialmente en la rebaja de la tensión en el estrecho de Ormuz, sobre todo, porque este país tiene una frontera marítima común con Irán en esta vía fluvial, donde su distancia llega a 37 kilómetros.
 
 
 
La importancia geopolítica del Estrecho de Ormuz ha llevado a los dos países a cooperar desde hace mucho tiempo en proteger la seguridad del transporte marítimo por este Estrecho. Por otro lado, el punto de intersección de Irán y Omán en el Océano Índico y después del paralelo 10 Norte, se llama el triángulo dorado del comercio mundial.
 
 
 
Por eso, la cooperación de seguridad y económica entre Irán y Omán en esta región brindan una muy buena oportunidad económica y de seguridad económica para ambos países y la región, sobre todo, porque una gran parte de la energía mundial se dirige a su destino cruzando las fronteras marítimas entre Irán y Omán.
 
 
 
Irán siempre ha jugado un papel clave en la seguridad del Golfo Pérsico, y la “Iniciativa de paz de Ormuz” representa una oportunidad para los Estados del Golfo Pérsico para reconsiderar sus políticas erróneas y liberarse de su dependencia de EE.UU. y del Occidente.
 
 
 
En resumen, la “Iniciativa de paz de Ormuz” es un plan integral para la convergencia; pero el punto principal son sus detalles y lograr la cooperación en materia de seguridad en el Estrecho de Ormuz y toda la región, lo que en primer lugar depende mucho de la voluntad de las partes a niveles funcionales y estructurales.
 
 
 
La “Iniciativa de paz de Ormuz”, si se analiza en sus diversos aspectos y si es acogido por los países árabes de la región, puede comenzar desde cooperaciones por caso y llegar a la etapa de convergencia.
 
 
 
Aun así, lo que nos enseñan distintos niveles de la política en la región es que zanjar las tensiones y los conflictos regionales requiere que no se deje influenciar por los países extranjeros. Lo más importante es que los países tengan una percepción y un pensamiento globales e ignoren sus pequeñas diferencias, máxime cuando resulta difícil una eventual convergencia en el sudoeste asiático debido a la presencia de las grandes potencias, la lucha antiterrorista y los conflictos existentes.
 
 
 
En la conferencia del club Valdai en Moscú en 2018, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, criticó las políticas generadoras de tensión de Estados Unidos en Asia Occidental diciendo que Washington buscaba aislar a Irán y obligarlo a rendirse.
 
 
 
La iniciativa de Irán para crear seguridad en el Golfo Pérsico debe tomarse en cuenta, dijo Lavrov para luego criticar las citadas políticas norteamericanas, añadiendo que EE.UU. ha convertido a Asia Occidental en un laboratorio para sus acciones imprudentes, lo que debe terminar.
 
 
 
P/FE/JP