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Después, el Líder tomó la palabra para abordar diversos temas políticos. Uno de los puntos importantes de este encuentro, fue la presencia de panegiristas jóvenes que se presentaron por primera vez en este encuentro y, entre ellos, algunos de forma anónima. Sin embargo, este año, debido a las condiciones de la pandemia de la COVID-19 y la necesidad de implementar las normativas sanitarias, este programa se llevó a cabo de manera virtual, en la que varios poetas y panegiristas de la Familia del Profeta elogiaron con sus voces, a través de un enlace de vídeo, las características de la Hazrat Fátima.

 

La Hazrat Fátima es la hija suprema del Profeta del Islam; una hija a quien el Profeta le besa su mano, se levanta frente a sus pies y, cada vez que inicia un viaje, su última visita es la casa de Fátima y desde ahí parte y, cuando regresa, el primer lugar que visita y saluda es la casa de su hija Fátima al-Zahra, una dama infalible. El rango de infalibilidad es un rango singular, una posición extraordinaria. Fátima al-Zahra tiene el mismo estatus que Ali Ibn Abi Talib, el Hazrat Ali (P), quien disfruta de tanta grandeza que los ojos del mundo no han visto a nadie como él después del Profeta... Fátima al-Zahra también es la madre de cuatro soles resplandecientes, dos de los cuales son Imames infalibles, y ella también es la cabeza de la bendita la generación del gran Profeta del Islam, que hoy,  gracias a Dios, después de 1400 años, millones de personas en todo el mundo están tan orgullosas por tener relación con la familia de Aluh Bait (familia del Profeta).

 

Ese fue el tema de la primera parte del discurso del ayatolá Jamenei y que forma parte de la mayoría de sus discursos por esta ocasión.

 

Desde el punto de vista del Líder de la Revolución Islámica, la querida hija del Profeta es la encarnación de los más elevados conceptos humanos e islámicos sobre las mujeres, cada uno de los cuales pone de relieve una gran enseñanza. Algunos de estos conceptos islámicos son específicos, como la maternidad, el matrimonio, las tareas domésticas, la crianza de los hijos y la servidumbre a Dios, pero en la cima de todos estos conceptos está la Hazrat Fátima al-Zahra, quien demostró que una mujer puede alcanzar el rango más alto de la infalibilidad.

 

El día del aniversario del nacimiento de la Hazrat Fátima, en Irán se ha marcado en el calendario como el Día de las mujeres y las madres. El Líder de la Revolución Islámica destacó que, a diferencia de la visión mercantil e instrumental que se tiene en Occidente hacia la mujer, en el Islam la mujer es un ser respetado que posee valores sagrados.

 

Enfatizó que “el Islam mantiene una perspectiva respetuosa sobre la mujer, allá donde la civilización occidental ve mercancía e instrumento. En el Islam, hombre y mujer son iguales en valores divinos y humanos. La visión islámica nos enorgullece, y la occidental nos llena de indignación”, remarcó el ayatolá Jamenei.

 

El Líder recordó que una de las más altas funcionarias gubernamentales y militares (la senadora Martha McSally), hace unos meses, denunció que había sido abusada, es decir, “incluso las mujeres que alcanzan altos rangos administrativos, sociales y políticos, no están a salvo del daño de la lógica occidental sobre las mujeres”, advirtió el ayatolá Jamenei.

 

Según el Islam, los hombres y las mujeres son iguales en términos de valores humanos y no hay diferencia entre ellos. Ambos tienen responsabilidades comunes; el deber de dominar lo desconocido, el deber de servicio, el deber de la resistencia en el camino de Dios, es común a cada ser humano y no está relacionado con un hombre o una mujer en particular. Al mismo tiempo, cada uno tiene tareas específicas. Las mujeres tienen deberes, los hombres también tienen deberes especiales. Por eso, a fin de realizar estos deberes especiales, Dios, Todopoderoso, ha creado para cada uno una estructura física y mental de acuerdo con ese deber. Al expresar estos deberes, el Líder de la Revolución recordó que este es el punto de vista del Islam sobre las mujeres, y estamos orgullosos de esa visión. Todos nosotros tenemos una protesta seria y total a la lógica occidental y la forma de vida y las mujeres occidentales y creemos que ellos están oprimiendo a las mujeres.

 

Sobre el atuendo islámico (hijab), el ayatolá Jamenei dijo que es uno de los asuntos más desafiantes de la sociedad actual, que ha sido motivo de abuso por los enemigos del Islam. El Líder iraní, en relación con la afirmación de algunos que dicen que el hijab obstaculiza el crecimiento y el avance de las mujeres, dijo que es todo lo contrario, puesto que el hijab evita ostentaciones inútiles que impiden que una mujer se mueva poderosamente. Hoy en día, tenemos miles de mujeres grandes y prominentes en diversos escenarios científicos, prácticos, sociales, políticos y técnicos, y todas ellas se desarrollan utilizando el hijab islámico.

 

El Líder también señaló que, en la visión amable del Islam hacia las mujeres, resalta el papel de la mujer en la familia; su rol de madre, de esposa, de ama de casa y otros similares. Esto es algo que se está volviendo cada vez menos importante en el Occidente. La familia es un centro cálido y bendecido en el que se sientan las bases más sólidas de la educación espiritual e intelectual humana. La casa es el mejor ambiente para la comodidad del cuerpo y el alma, el mejor centro para aliviar la fatiga del cuerpo y del alma y ​​el ambiente más auténtico de intimidad y sin duda, el eje de tal familia, es la madre.

 

El ayatolá Jamenei consideró a la Hazrat Fátima al-Zahra y el Hazrat Ali y sus queridos hijos como un excelente ejemplo de una familia islámica en aspectos como de compañerismo, empatía, sinceridad y resistencia, y que son importantes para el auge de la sociedad islámica. Al final de esta parte de su discurso, rindió homenaje de las madres y esposas de los mártires de dos generaciones. Una del periodo de la Defensa Sagrada y la otra de la defensa de los santuarios, en la que las esposas y madres de los mártires dejaron su papel único y duradero, algo por el que realmente debemos postrarnos ante ellas.

 

“La visión islámica de la mujer allana el camino para resaltar la centralidad de la madre y la familia, que es donde se sientan las bases más sólidas de la formación intelectual y espiritual. La propaganda occidental intenta diluir la importancia vital de la madre en la familia”, expresó el Líder.

 

En otra parte de su discurso, el Líder de la Revolución Islámica se refirió al papel de los panegiristas de la Familia del gran Profeta del Islam. Muchos de los nuevos eventos y acontecimientos que se forman durante las congregaciones religiosas se inspiran en las advertencias y recomendaciones del Líder de la Revolución en estos encuentros. Las preocupaciones del Líder de la Revolución son diferentes y variadas ante las necesidades de la comunidad de los panegiristas. Una de sus principales preocupaciones, es prestar atención al tema del panegirismo la construcción de esta cultura y la innovación en las reuniones al mismo tiempo. Al respecto, el ayatolá Jamenei remarcó que la poesía religiosa es un fenómeno artístico especial y único que no existe en ningún otro lugar. Agregó que el aspecto artístico de un poema religioso es una parte del trabajo y el otro aspecto es el contenido; una combinación de pensamiento, emoción y sentimientos, información educativa, información histórica, consciencia social y familiaridad con las necesidades de la audiencia, cultivar la cultura en la sociedad y promover ideas elevadas y expandir los patrones proféticos, alauitas y fatimíes. Es un fenómeno sobresaliente y valioso que debe tenerse en cuenta y afortunadamente también está creciendo entre los panegiristas.

 

El Líder de la Revolución Islámica mientras ordenaba hablar con firmeza sobre el método, la historia, los estudios educativos y el monoteísmo, en unas palabras sobre el desarrollo de la literatura islámica en la sociedad, dirigiéndose a los panegiristas de la Familia del gran profeta del Islam, señaló que su última recomendación es difundir la cortesía islámica en la sociedad.

 

De acuerdo con el ayatolá Jamenei, “los dos impetuosos discursos de Fátima al-Zahra (P) tras morir el Profeta (BP) fueron expresiones de protesta y alarma por la tergiversación de los conceptos islámicos, pero sin una palabra ofensiva. La escuela de Ahlul Bait está libre de maledicencias, calumnias y difamaciones”. Precisó, asimismo, que una de las cosas muy importantes es preservar la cortesía islámica en el habla, lo que lamentablemente hoy en día, con la expansión del ciberespacio, está disminuyendo gradualmente. “La blasfemia, el chisme y cosas por este estilo, deben erradicarse de la sociedad”, aconsejó el Líder.

 

P/MK/NL