Mar 08, 2021 04:19 UTC

ParsToday - Hola queridos oyentes. Estamos a su servicio con el espacio “EE.UU. en la semana que pasó”, en el que haremos un repaso a las noticias más importantes en el país norteño en este periodo de tiempo.

Las acusaciones lanzadas contra el FBI por ignorar las amenazas de los paramilitares en el ataque al Congreso de los Estados Unidos, la muerte de más de 530.000 personas en EE.UU. por la COVID-19, el aumento del número de niños negros y latinos que se han infectado con coronavirus en los Estados Unidos y el ataque aéreo de Estados Unidos contra Siria y la oposición interna a esta medida son los eventos más importantes de EE.UU. en la semana pasada.

El Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés), ha sido acusado de no garantizar la seguridad durante el ataque contra el congreso.

El testimonio dado durante la audiencia del martes en el Senado muestra que el informe de inteligencia del FBI que describía el plan del ataque al Congreso, fue enviado por correo electrónico a los funcionarios de nivel inferior la noche anterior al ataque contra el edificio, el 6 de enero, pero nunca fue leído por la policía del Congreso ni por los funcionarios de Washington.

Los senadores estadounidenses han calificado este tema como una falla del Congreso y del FBI. Según los ex y actuales expertos y funcionarios estadounidenses, la falla de la inteligencia de la policía de Washington y del Congreso fue más allá de un correo electrónico no leído.

El exdirector adjunto de contrainteligencia del FBI, Frank Figliuzzi, actual analista de la cadena NBC News dijo que: esto debería ser una alarma para todos, tenemos un gran problema, dado que la información estaba disponible.

Cuatro semanas antes del ataque al Congreso, los extremistas anunciaron públicamente en las redes sociales que pretendían usar la violencia para detener el proceso de aprobación de las elecciones presidenciales en el Congreso.

Durante la audiencia en el Senado de EE.UU. algunos testigos dijeron que no recibieron información de los canales oficiales de inteligencia, incluido del FBI, sobre un posible ataque al Congreso.

Los altos funcionarios del FBI nunca aludieron a esta ni a ninguna otra amenaza durante las reuniones programadas de la organización.

Un año después de la epidemia de la Covid-19 en los Estados Unidos y el fracaso en el manejo de la pandemia, el número de muertos aumentó a más de 530,000 de manera que el presidente Joe Biden ordenó que las banderas se izaran a media asta.

Estados Unidos actualmente posee el mayor número de personas infectadas con el coronavirus en el mundo. Desde el comienzo de la epidemia de la covid-19 el ex presidente de EE.UU. utilizó este tema como un pretexto político para atacar a China, y al ridiculizar esta enfermedad no realizó ningún esfuerzo por controlar este virus.

Trump, incluso ridiculizó los feriados por la cuarentena en algunos estados del país norteño, así como también el uso de mascarillas. 

En estas circunstancias, y junto con las malas condiciones económicas, la falta de acceso gratuito a medicamentos y tratamientos para distintos estratos, sobre todo para los latinos e inmigrantes y la escasez de equipos médicos ha causado que Estados Unidos registre un récord alto por Covid-19 durante el año pasado.

Anthony Fauci, presidente del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, calificó como asombroso el número de fallecidos por el coronavirus en Estados Unidos y dijo que la división política en el país ha conllevado a la muerte de más de 500.000 estadounidenses.

Además, añadió que el coronavirus apareció en un momento en que la sociedad estadounidense sufría una división y las diferencias políticas y el uso de mascarillas se convirtió más en un mensaje político que en una medida de salud.

Los médicos han advertido que para prevenir una nueva ola mortal se debe vacunar a la mayor cantidad posible de personas antes de que sea demasiado tarde. 

Las investigaciones muestran que millones de personas de color en los Estados Unidos, especialmente negros y latinos, se contagian más que los blancos y son los que más han fallecido por esta pandemia.

Nuevos estudios muestran que las diferencias raciales y étnicas en los adultos contagiados también influye en los en los niños de color, acabando con la vida de muchos de ellos.  

Según la Academia de la Asociación de Enfermedades y hospitales de niños estadounidenses, desde el inicio de la pandemia, más de 3,1 millones de niños dieron positivo en la prueba del coronavirus.

Durante este tiempo, la infección grave por Covid-19 era poco común en los niños. La investigación muestra que la diferencia de razas influye en el contagio del virus.

Estados Unidos ha tenido una presencia militar ilegal en Siria desde 2014 con el pretexto de luchar contra el grupo terrorista Daesh, y a pesar de las reiteradas solicitudes del gobierno sirio para que se retire, aún continúa presente en el país árabe.

Al mismo tiempo, Washington ha colocado en su agenda el ataque a las fuerzas de la resistencia en Siria y a pesar de las consignas del nuevo presidente estadounidense y su gobierno, Joe Biden desde el principio ha adoptado un enfoque hostil ante el eje de la resistencia.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), anunció el jueves por la noche que el ejército estadounidense a bombardeado las posiciones pertenecientes a los grupos de la resistencia en el este de Siria por orden de Biden.  El Pentágono anunció que esta ofensiva se realizó en reacción a los recientes ataques contra el personal y las tropas estadounidenses en Irak y por las constantes amenazas en su contra.

Joe Biden también dijo que el propósito del ataque de los aviones de combate estadounidenses a las posiciones de la resistencia en Siria era enviar un mensaje de advertencia a Irán. La medida de EE.UU. se realizó con varios objetivos: en primer lugar, Washington cree que con esta acción militar de hecho ha dado una respuesta a los recientes ataques de las bases estadounidenses en Irak, incluido el ataque al aeropuerto de Erbil.

Después de estos ataques, Estados Unidos responsabilizó a los grupos afiliados a Irán de estas acciones y prometió una respuesta decisiva y mesurada.

Esto sucede mientras que Irán ha condenado explícitamente el ataque al aeropuerto de Erbil, calificándolo como una medida sospechosa para pretextar la presencia de Estados Unidos en Irak.

Ahora EE.UU. apoya a los miembros de Daesh en Irak.

Según Moayed al-Ali, destacado experto de seguridad iraquí, el ejército estadounidense está apoyando al resto del grupo terrorista Daesh en Irak con drones de reconocimiento e inteligencia.

Otro objetivo de EE.UU. de realizar este ataque aéreo es mostrar su apoyo al régimen sionista y a sus demandas, incluida la retirada completa de las fuerzas de la resistencia en Siria.

La acción ilegal de la administración Biden de atacar la base de las Unidades de Movilización Popular iraquí (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en Bokmal, Siria, no solo se enfrentó con reacciones negativas de países como Rusia, Irán y Venezuela, sino que también se enfrentó con una amplia oposición interna.

Varios senadores estadounidenses anunciaron que la reciente decisión de Biden de atacar posiciones dentro de Siria estaba más allá de la autoridad del presidente y expresaron su preocupación al respecto. El senador Chris Murphy, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, emitiendo un comunicado pidió al gobierno de Biden que dé explicaciones sobre este ataque.

El senador republicano Rand Paul también condenó el ataque del ejército estadounidense contra Siria. Igualmente, el senador demócrata Tim Kane del Estado de Virginia criticó el ataque del ejército estadounidense a Siria, afirmando que la acción militar extranjera no es legal sin el consentimiento del Congreso y si la situación en el país no es excepcional.

Estas reacciones muestran que incluso en el Congreso del país norteño existen serias dudas sobre la legitimidad del reciente ataque aéreo de EE.UU. contra Siria.

De hecho, el reciente ataque aéreo de Estados Unidos contra Siria ha sido una ofensiva contra el territorio de un estado independiente de la ONU y dado que este ataque se llevó a cabo sin ningún permiso del Consejo de Seguridad de la ONU, se considera como un acto ilegal y agresivo.

Este ataque es símbolo del regreso de Estados Unidos al proceso de guerras interminables y el aumento del desprecio por las normas internacionales.

 

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