Ago 29, 2020 00:38 UTC

ParsToday-Este programa aborda los eventos del día de Tasua.

El Imam Sadiq (la paz sea con él), uno de los grandes nietos del profeta del Islam, dice: “Tasua es el día en el que Dios está satisfecho del Imam Husein (la paz sea con él) y sus seguidores. Fueron asediados en Karbala. Las tropas del Levante les rodearon y asediaron. Ibne Maryane y Amr ibne Saad estaban contentos y consideraban débiles al Imam Husein y sus seguidores. Y estaban seguros de que nadie iba a ayudar al Imam Husein y sus compañeros.


Es el día 9 de Moharram del año 61 de la hégira lunar. Es el día en el que acontece el suceso memorable de Tasua. Ha pasado el mediodía y poco a poco se observa la puesta del sol. Los enemigos crueles han intensificado sus medidas en el desierto de Karbala y, al parecer, ya no dudan del inicio de la guerra. De repente se escucha la voz del líder de las tropas del enemigo, Amr ibne Saad, ordenando el inicio del ataquen.
El sonido horrible de los caballos causa pánico y miedo a las mujeres y niños de la tienda del Imam Husein. La Hazrat Zainab corre hacia su hermano para informarse de los sucesos que están previstos… El famoso libro "la Historia de Tabari", citando a Abu Meyanaf, cuenta así este evento:
El Imam Husein estaba sentado enfrente de la tienda de su hermana Zainab quien se le acercó y preguntó: "¡Oh hermano mío!, ¿escuchas las voces que se acercan?" El Imam Husein dice: hermana mía, la misericordia de Dios sea con ustedes, tranquila.


Luego, el Imam Husein le dijo a su fiel hermano Abas ibne Ali, "¡Oh Abas, doy mi vida por ti, cabalga y acércate a los enemigos y pregúntales por qué nos han cercado?
Abas ibne Ali, obedeció a su hermano mayor. Abas sabía que había solo una opción, seguir leal al Imam Husein y alcanzar el martirio. Abas transmitió a su hermano la intención de los enemigos. El Imam Husein le pidió a Abas que volviera a acercarse a los enemigos para pedirles que retrasaran el enfrentamiento hasta mañana pues esa noche quería rezar y suplicar a Dios, porque Él sabe que yo rezo para Él, y recitar su Escritura y realizar el rezo es lo que más deseo. Tal noche se convirtió en una de las noches inolvidables de fe, devoción y rezo para el Señor.
El Imam Husein al hacer esta solicitud, en una clase práctica, esboza la naturaleza de su movimiento y muestra a todos que el objetivo de este gran movimiento es revivir la religión y verdadera devoción a Dios. Lo que molestaba al Imam Husein era el alejamiento del pueblo del espíritu de la religión y de la devoción hacia Dios. La religión que habían difundido Yazid y sus seguidores en apariencia tenía rezo, ayuno y recitación del Corán, pero por dentro era un Islam falso; en esta religión no existía enfrentamiento contra la injusticia, ordenaba lo malo  y prohibía lo bueno.
La noche de Ashura fue la última noche de acercamiento del Imam Husein a Dios. En las fuentes históricas se lee: “Llegó la noche y el Imam Husein pasó la noche de Tasua en posición de inclinación ante el Señor y prosternado pedía perdón al igual que sus fieles. Aquella noche estuvo llena de oración y rezo; de modo que los más grandes místicos no lograban explicar su estado espiritual.
En las narraciones de los eventos de Tasua se lee que el Imam Husein convocó a todos sus compañeros y fieles y les permitió que decidieran libremente seguirlo o dejarlo. Fue después del fin del discurso del Imam cuando surgieron las más bellas escenas de fidelidad, sinceridad y entusiasmo por parte de sus fieles que constituyen una hoja única en las páginas de la historia.
El Imam Husein, en un sermón, dice a sus fieles y compañeros: “¡Dios Mío!, gracias a ti que nos entregaste la profecía y nos otorgaste el conocimiento del Corán y nos has dado el honor y la dignidad; te suplico que nos aceptes como tus siervos”.


El Imam prosiguió: “Yo no conozco compañeros y fieles mejores que ustedes, ni familia más benevolente y más amable que mi familia. Dios les otorgará buenas recompensas por ayudarme. Sepan que yo no pienso en la ayuda del pueblo de Kufa. Sepan que pueden romper su promesa y aprovechar la oscuridad de la noche y emprender el camino y alejarse del peligro. Vayan a las aldeas y poblados y que Dios les salve. Esta gente me quiere a mí y cuando me encuentren no tendrán nada que ver con ustedes”.
Después de terminar el discurso del Imam, sus compañeros y fieles, uno a uno se levantaron y enfatizaron su apoyo total al Imam Husein y cada uno expresó verbalmente su lealtad. Entre ellos, Abas ibne Ali fue el primero que empezó a hablar y dijo: “¿Para qué hacer? ¿Para qué mantenernos vivos después de ti? Ojala, Dios nunca nos hubiera dado este día. Después Abolfazl Abas, otro joven, compañero del Imam también pronunció palabras similares.


Muslem ibne Usyeh fue el primero que se levantó entre los compañeros y pronunció un discurso. Dirigiéndose al Imam Husein, dijo: “¿Con que pretexto podemos dejarte solo? Te juro por Dios que no te dejaré solo hasta que mi espada se rompa en el corazón del enemigo... si pierdo mi arma para luchar contra ellos, lucharé con piedras... Juro por Dios que no te dejaré solo…Juro por Dios que si me muero 70 veces y vuelvo a vivir jamás me separaré de ti. El Imam Husein, al enterarse de la lealtad, el amor y la devoción de sus amigos, les dio a conocer que su martirio, como testimonio para Dios, les deparará recompensas únicas. Una de las magníficas escenas de la noche fueron las palabras de Ghasem, hijo del Imam Hasan, sobrino del Imam Hussein. Él, que era muy joven, con entusiasmo preguntó al Imam si iba a ser hecho mártir. "¡Oh tío! la muerte para mi es más dulce que la miel”. El Hazrat Ghasem dijo: Sí, serás mártir después de sufrir un grave sufrimiento, Abdullah mi hijo también será mártir. Ghasem preguntó: “¿La tropa del enemigo también atacará las tiendas? Entonces el Imam les explicó todo lo que iba a pasar.
Sí, las estrellas del cielo por última vez observaron al Imam Husein y sus fieles. Todos los fieles estaban entusiasmados de acercarse a su Señor. Pero, en una parte, la hermana del Imam Husein, la Hazrat Zainab (saludos sea para ella), con una mirada triste observó a sus hermanos y sobrinos. Aquella gran dama cuando entendió que al día siguiente Husein iba ser mártir se puso inquieta. Ella se acercó al Imam Husein y dijo: “!Ay que tragedia! Ojalá yo muera y mi vida se acabe. Hoy mi madre, la Hazrat Fátima (saludos sea para ella), mi padre, el Hazrat Ali (la paz sea con él), y mi hermano Hasan, no están a mi lado, ¡Oh, sucesor de pasados y refugio de sobrevivientes, si te matan con crueldad eso me hiere mucho.
El Imam Husein abrazó a su hermana y le dijo: “Hermana mía, se piadosa y ten tranquilidad y paciencia.
Sí, eso fue una parte de los eventos de Tasua. Aunque el día 9 de Moharram de aquel año, fue el día de asedio, sed e inquietud de las mujeres y los niños, también estuvo lleno de delicados sentimientos, devoción y oración, así como muestras de lealtad de los creyentes de Dios hacia el nieto del profeta del Islam. Los que iluminaron la oscuridad de la noche con su adoración y su alma, estaban listos para llegar a su Señor.

 

 

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