May 04, 2020 05:43 UTC

ParsToday-Este programa, preparado con motivo del aniversario del fallecimiento de la Hazrat Khadiyeh, les familiarizamos con otras características de esta gran dama.

En el décimo día del mes del Ramadán del décimo año de la designación, tres años antes de la inmigración del Profeta del Islam a Medina, se produjo un trágico incidente. El querido Profeta del Islam en tal día perdió a su pareja de toda la vida, Hazrat Khadiyeh. La tristeza por el fallecimiento de esta dama, que ocurrió en el año del fallecimiento del tío del Profeta, Abu Talib, puso muy triste a Hazrat Mohamad (P). Por eso, el año del fallecimiento de estas dos grandes figuras, lo llamó "el año de la tristeza" (Am-ol-hozn). Damos el pésame con motivo del aniversario de fallecimiento de Hazrat Khadiyeh y estudiamos algunos fragmentos de la vida y las características de esta gran mujer.

La historia del Islam está llena de mujeres ejemplares que, cada una en su era, ha soportado muchos problemas para lograr las perfecciones espirituales y morales. Como ahora y por siempre en la historia, son paradigmas de los que quieran adherirse a la tradición y a su manera para entrar en el camino de la perfección. Una de estas damas honorables es Hazrat Khadiyeh, la querida esposa del Profeta.

La Hazrat Khadiyeh obtuvo este honor después de 24 años de su vida como una pareja leal y honesta al lado de un personaje como Mohammad (saludos sean para él y sus descendientes). Esta gran dama que, durante los años antes de la designación y durante los años duros después de la designación, no ignoró ni un momento a Hazrat Mohammad y, superando todos los problemas y contradicciones existentes en la sociedad de su era, fue la mejor compañera de Hazrat Mohammad.

Cuando el Profeta, en el primer día de la designación en la cueva de Hira, salió con una gran misión, esta gran dama lo recibió y acogió convirtiéndose en la primera persona que aceptó la designación del Hazrat y se convirtió al Islam.

Cuando el Profeta ofreció el Islam a Khadiyeh, esta gran mujer dijo: "yo tengo fe, creo en tu profecía y aceptó los ritos del Islam". Ella desde el principio conoció la verdad y con valentía absoluta aceptó y la anunció con alta voz. Hazrat Khadiyeh, era una dama prudente y con visión, que nació 68 años antes de la inmigración a la Meca. Ella por su prestigio era muy distinguida y digna y su estatus social era excelente pues tenía una situación familiar muy alta entre las mujeres de Qoraish que era conocida en toda la península arábiga. Hazrat Khadiyeh también desde el aspecto de dignidad, carácter y generosidad era líder de las damas de su época. Ella desde su juventud era una de las mujeres más famosas de Hijaz (la Meca) y de toda Arabia, porque fue la primera mujer comerciante árabe y era una de los personajes comerciantes más grandes de la Meca. Ella en su comercio realizó su trabajo según las características y personajes destacados en humanidad. Ella no buscó los beneficios e intereses personales. Así que siempre trató de que sus transacciones comerciales estuvieran lejos de ingresos ilícitos de su comunidad y evitaba ganancias producto de la especulación o la usura. Este asunto fue un factor que atrajo la confianza de los diversos grupos de la comunidad y preparó el camino de progreso y el aumento de los ingresos lícitos. En la historia y en diferentes textos se ha escrito sobre sus éxitos comerciales, en uno de ellos se lee: "mil camellos, en las manos de sirvientes y empleados de Khadiyeh se usaban en el negocio alrededor de países como Egipto, Sham (Siria actual), Etiopía para el transporte de la mercancía".

Hazrat Khadiyeh, además de ser una dama comerciante excelente, destacaba por su carácter espiritual, piadoso, sacrificado y tenía un pensamiento elevado e inteligente. Esta gran mujer incluso en la época de ignorancia, disfrutaba de virtudes que la llevaron a ser llamada Tahereh, por su castidad y virtud. Este asunto, junto a la nobleza familiar y su riqueza, habían causado que muchos grandes de la Meca quisieran pedir la mano de Khadiyeh. Pero ella era una mujer con visión y seguía las virtudes espirituales, así que a todos ellos les dio una respuesta negativa. Pero cuando conoció a un hombre honesto, bueno y lleno de méritos como el Hazrat Mohammad, ella misma voluntariamente le propuso a Mohammad matrimonio.

Ella en una reunión con Mohammad, le dijo: "Oh Mohammad tu eres un hombre noble y honesto y te encuentro el ser humano más elevado en nobleza, honestidad y pureza. Eres bondadoso y honesto y dices la verdad, el derecho de decir la verdad a cualquier precio no te importa y tu nobleza humana está blindada contra todo lo que está prohibido. Estas características humanas y destacadas y méritos me han atraído tanto que ahora quiero plantearte la oferta de ser tu esposa. Si estás de acuerdo con mi propuesta, estoy lista a que en el momento conveniente nos casemos".

Hazrat Khadiyeh, durante 24 años de su vida común con el Profeta del Islam, hizo muchos servicios para la grandeza de la religión. Ella en las más sensibles condiciones de vida del Profeta durante su existencia en las vísperas de la inspiración y cuando Dios inspiró la revelación divina a su alma, siempre entendió al Profeta y con toda su capacidad resistió a su lado para la estabilidad y extensión del Islam. En el famoso libro "Pautas de la Profecía", escrito por Ibne Isaq, en el primer siglo de la hégira lunar, se lee: "el profeta del Islam cuando veía o escuchaba cualquier injusticia se ponía triste y, cuando regresaba a casa, hablaba con Khadiyeh. Ella tranquilizaba al Profeta. Khadiyeh siempre le invitaba a la estabilidad y resistencia y, con su inteligencia y su compasión, aliviaba el dolor y el sufrimiento del Profeta y fue su socia en la vida y ayudante amable del Profeta por siempre. Cuando murió Khadiyeh, el Hazrat Mohamamad había perdido a la persona que lo entendía, comprensiva y compañera, consejera, compasiva e íntima...".

En otro capítulo de este libro se lee: "el prestigio espiritual y moral de Khadiyeh llegó hasta ser considerada un personaje especial para Dios. Como cuando Gabriel en la revelación dijo: Oh Profeta del Islam, el Señor del Universo envía saludos a Khadiyeh. El profeta también le dijo a Khadiyeh: Oh Khadiye, ahora Gabriel te comunica saludos de Dios.

Para explicar su cariño singular del Profeta de Dios a Hazrat Khadiyeh, una de las esposas de Mohamad (p) que se casó con el Profeta tras el fallecimiento de Khadiyeh, dijo: "yo siempre me he sorprendido sobre el cariño del Profeta a Hazrat Khadiyeh, porque el Profeta la recuerda mucho. Este recuerdo era tanto que si sacrificaba una oveja iba a visitar a las amigas de la Hazrat Khadiyeh y les enviaba una parte de oveja para ellas. La admiración de este gran Profeta de Dios sobre su fallecida esposa llevó a hacerme perder la paciencia y decir con coraje 'ella era una mujer vieja y Dios le ha dado algo mejor que a mí'. Mis palabras afectaron tanto al Profeta que se le notaba su furia en el rostro. En ese momento me dijo 'de ninguna manera no es así. Jamás he encontrado una esposa mejor que ella. Cuando Khadiyeh se convirtió al Islam toda la gente vivía en medio de la blasfemia e idolatría. Ella me puso su riqueza a mi disposición en los momentos más duros. Ella me trajo unos benditos niños que no he tenido con mis otras mujeres'".

El gran cariño del Profeta a Hazrat Khadiyeh era tanto que cuando esta señora todavía estaba viva, el Profeta no se casó con otra mujer. Hazrat Khadiyeh dio a luz un hijo llamado Qasem que era conocido como Taher y Tayyeb, mientras que el Profeta lo llamaba Abulqasem. Qasem murió durante su infancia por orden del destino divino. Esta gran dama dio otros hijos al profeta y les crecieron con amor y cariño, entre ellos se encuentra la Hazrat Fátima (saludos sea para ella) que se benefició de un prestigio especial. La relación de la Hazrat Fátima con su madre era más allá de una hija ordinaria con su progenitora. En los momentos del fallecimiento de Hazrat Khadiyeh, Hazrat Fátima tenía cinco años de edad. Cuando sentía que su madre se preocupaba de dejar en la soledad al Hazrat Mohammad, la pequeña Fátima le decía a su madre: "madre mía, no te preocupes, Dios es amigo de mi padre".

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