Misticismo Rojo I (Martirio desde el punto de vista islámico)
(last modified Mon, 24 Aug 2020 07:30:31 GMT )
Ago 24, 2020 07:30 UTC

ParsToday-Estamos con ustedes con una serie titulada “Misticismo Rojo” en conmemoración del mes de Moharram, período de luto por el martirio del Imam Husein (la paz sea con él), el tercer Imam de los musulmanes chiíes. Esta serie especial de tres partes,

se centralizada en la explicación de la cultura del martirio en el Islam e intenta expresarles los temas de la posición del martirio y la búsqueda voluntaria del martirio como un valor religioso en el Islam, ya que, sin duda alguna, renovar este importante tema es una forma de revivir las enseñanzas de la religión y garantizar la supervivencia y la autoridad de la Umma (comunidad) islámica.

 

El martirio significa “fana” (aniquilación o inexistencia) del hombre para alcanzar la existencia y divinidad absoluta y eterna. El martirio muestra el sacrificio para alcanzar el amor en su forma más hermosa. La persona cae mártir conscientemente y por un santo y divino propósito. El mártir, ante Dios, Altísimo, se considera a sí mismo nada, y expulsa de su corazón todo excepto a Dios. Según el Santo Profeta del Islam, el Hazart Mohamad (la paz sea con él y sus descendientes), esa muerte es la muerte más honorable y más elevada y, a juicio del Imam Ali (P), es el tipo de muerte más preciada. De hecho, el término “Sahid” (mártir) significa "testigo" y se utiliza para denotar a quien es asesinado en el camino de Dios y por los valores divinos, de modo que, en el Día del Juicio final, se considera entre los testigos de las obras de los hombres, lo que también es una característica de los profetas divinos.
 
En el sagrado Corán, guía de vida para el hombre en la religión musulmana y de las pautas para que todos los seres humanos alcancen la felicidad y la salvación, son numerosas las aleyas que muestran el lugar elevado de los mártires. De hecho, aquellos que creen en lo justo y toman el camino de la verdad y mueren en este mismo camino son contados entre los mártires y disfrutan de la infinita recompensa y luz divina. Como Dios indica en la aleya 19 de la sura El hierro (Al hadid): “Los que crean en Alá y en Sus enviados serán los veraces y los testigos ante su Señor. Recibirán su recompensa y su luz”.
 
De acuerdo con la cosmovisión islámica, el martirio no es meramente la muerte, sino es una característica de la "vida eterna" que permite al hombre entrar en el reino de la inmortalidad y la divinidad del más allá; entonces, el mártir está siempre vivo y su vida y su muerte son siempre un atributo de la Hayat Tayebe (buena vida) permanente que Dios le otorga. La vida de los mártires y su supervivencia es como una bendición que beneficiará a todos los creyentes. El mártir está siempre vivo y su muerte es de hecho una transferencia de la vida de acá a la vida de más allá.
 
Tal como Dios en la aleya 169 de sura La familia de Imran (Alí Emran) dice: “Y no penséis que quienes han caído por Alá hayan muerto. ¡Al contrario! Están vivos y sustentados junto a su Señor”. Además, Dios, Todopoderoso, en la aleya 154 de la sura La Vaca (Al bacara) dice: “¡Y no digáis de quienes han caído por Alá que han muerto! No, sino que viven. Pero no os dais cuenta...”. Esta aleya es una respuesta a algunas personas que piensan que aquellos que hacen la Yihad (luchar en el camino de Dios) y cayeron mártires, fueron destruidos o eliminados con la muerte. Este también es el pensamiento de la mayoría de las personas en el mundo de hoy que ven la vida en términos de lugar, tiempo y solo en el plano del mundo terrenal. Estas aleyas borran esos pensamientos de las mentes de los musulmanes para que puedan reflexionar sobre la muerte y la vida con una visión más amplia y profunda, según el punto de vista islámico.
 
En la cultura del Islam, el martirio se usa tanto en el sentido general como en el significado específico. En un sentido más específico "martirio" significa ser asesinado en el campo de batalla en el camino  de Dios, que tiene reglas especiales en la jurisprudencia islámica. Por ejemplo, no se necesita los ritos que se dedican habitualmente a los muertos, es decir, los previos al enterramiento (lavado, embalsamado y amortajamiento del cuerpo) y las plegarias fúnebres de los vivos en su favor. En su sentido más general la palabra "martirio" se refiere al asesinato de un ser humano mientras está cumpliendo su deber divino. Por eso según las tradiciones islámicas existen varios grupos de personas que mueren como "mártires" y gozan de la condición de "martirio": Primero, quien muere en el camino de adquirir conocimientos; segundo, quien muere en el lecho de la enfermedad (siempre que tenga conocimiento y crea en Dios y el Santo Profeta y la casa profética (Ahlul Bayt), y tercero, quien se levanta ante los invasores y mueres para defender sus propiedades.
 
Para expresar el estado de martirio y de mártir, desde el punto de vista islámico, es importante estudiar las narraciones y hadices de los Imames inmaculados (P) que aclaran el significado de "mártir" en el concepto general, ya que a algunas muertes también se llaman el martirio, aunque el verdadero martirio es morir luchando en el combate por el camino de Dios; sin embargo, otras muertes pueden considerarse martirio bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, narraron un hadiz del Mensajero de Dios (P), donde dijo: "Es mártir, quien es asesinado y oprimido por defender a su familia, es mártir quien es asesinado oprimido por proteger su propiedad, es mártir quien es asesinado oprimido por defender a su vecino... y quien lucha y combate por defenderse y es asesinado también es mártir".
 
Conforme a esta narración, entendemos que muchas personas comparten la condición de mártires, por supuesto, cada mártir tiene un grado diferente ante Dios, ya que la única forma de alcanzar esos grados no es solamente morir en el camino de Dios, sino es luchar en Yihad Akbar (la gran Yihad) o la lucha contra el ego de sí mismo.
 
En la cultura islámica, Niyat (la intención) determina el valor de los actos de adoración del hombre. La intención en el corazón de hacer un acto por la causa de Dios. La tradición de Dios, Todopoderoso, indica que, si el servidor tiene la intención de hacer una buena acción y requiere sincera y ansiosamente este buen acto, Dios registra su acto justo en su Libro de acciones y el siervo disfrutará su recompensa en el más allá, incluso si no llega a lograr su obra. Esto muestra la enorme gracia de Dios, Todopoderoso, con sus servidores. En este sentido, una narración recuera que "el que busca sinceramente el martirio ante señor, Dios lo convertirá en mártir, aunque muriera en la cama".
 
Así, otros hombres junto con los que fueron asesinados en el camino de Dios, también pueden ser considerados mártires. "La Yihad es una puerta al Paraíso que Dios ha abierto para sus amigos especiales", dice el Emir de los Creyentes, el Imam Ali (P). Lo que aprendemos de esta narración es que no todos merecen que se les abra la "puerta de la Yihad"; es decir, no todas las personas merecen ser Muyahed (combatiente), puesto que Dios ha abierto esta puerta solo a sus propios amigos privilegiados.
 
La aleya 69 de la sura Las mujeres (An nísa) dice: “Quienes obedecen a Alá y al Enviado, están con los profetas, los veraces, los testigos y los justos a los que Alá ha agraciado. ¡Qué buena compañía!”. Esta aleya  considera que los mártires tienen un lugar semejante al de los de profetas, los testigos y los justos, y los presenta como los mejores amigos y compañeros y declara que el obedecimiento a Alá y su Profeta es la condición para este acompañamiento. Aquí es necesario prestar atención al hecho de que se otorgan un valor especial a la muerte en la guerra y campo de batalla por Dios. Al derramar la primera gota de sangre, todos los pecados del mártir serán perdonados y sus cuerpos no necesitan, por tanto, ningún ritual de enterramiento. Además, llorar por ellos significa mantener vivo su propósito y camino y contribuir en su epopeya, lo que provoca el perdón de los pecados y la pureza interior de quienes lloran.
 
P/FSH/NL