Oct 13, 2020 06:45 UTC

ParsToday – En el nombre de Dios y con saludos cordiales a todos ustedes queridos oyentes, en este momento les presentamos el espacio “Irán en la semana que pasó”, en el que analizaremos una selección de los eventos de la semana pasada en Irán.

El pasado jueves 20 del mes de Safar del año 1442 de la Hégira, coincidió con el Arbaín, el día 40 del martirio del Imam Husein (la paz sea con él), el tercer chií, y de sus fieles compañeros en el desierto de Karbala.
 
Con este motivo, se llevó a cabo un acto de luto y de la lectura de la Ziyarat del Arbaín (una peregrinación especial que se realiza para el día de Arbaín), en presencia del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, respetando las instrucciones de la Comisión Nacional de Lucha contra el coronavirus y sin la presencia del público, en  la Hosseinieh o mezquita del Imam Jomeini.
 
Este año, los peregrinos extranjeros del Arbaín no viajaron a Irak para evitar la propagación del coronavirus, y la caminata épica de Arbaín se realizó solo con la participación de peregrinos iraquíes.
 
Los iraníes, que en esta ocasión y por el coronavirus, no pudieron sumarse a la tradicional Marcha de Arbaín, se pusieron de luto en sus casas junto con los peregrinos iraquíes en Karbala, dando lectura a la Ziyarat del Arbaín.
 
Armenia y la República de Azerbaiyán están una vez más en guerra por la región de Nagorno-Karabaj.
 
El conflicto entre ambos países por este enclave armenio comenzó en 1988 y se convirtió en un enfrentamiento militar en 1992.
 
En 1994 se alcanzó un alto el fuego entre las dos partes beligerantes con la mediación del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), pero hasta ahora han fallado los esfuerzos internacionales para dar una solución pacífica a este conflicto.
 
En las últimas dos semanas, la caída de morteros y cohetes en puntos fronterizos, especialmente en la región de Joda-Afarin en Azerbaiyán Oriental y en Aslanduz en Ardabil, ha provocado preocupaciones entre los habitantes de estas dos provincias iraníes, colindantes con las dos partes en conflicto.
 
 
En una nota oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán transmitió a la República de Azerbaiyán y a Armenia la enérgica protesta del Gobierno de la República Islámica por la caída de balas y cohetes en territorio iraní.
 
Teherán ha pedido a Bakú y Ereván que, en el marco de los principios de buena vecindad y respetando la soberanía y la integridad territorial de la República Islámica, adopten todas las medidas de seguridad necesarias para evitar la repetición de tales incidentes inaceptables.
 
Al respecto, el presidente iraní Hasan Rohani, en una conversación telefónica con el su homólogo azerí, Ilham Aliyev, se expresó preocupado por la eventual injerencia de otros países en el conflicto de Nagorno-Karabaj y, por tanto, su regionalización, antes de recordar que la seguridad, estabilidad y calma de la región, sobre todo en las fronteras septentrionales de Irán son de suma importancia para Teherán y que este conflicto y la inseguridad en las fronteras no deben abonar el terreno para la infiltración de ciertos grupos terroristas.
 
La República Islámica sostiene que no hay una solución militar al conflicto de Nagorno-Karabaj. El plan de Irán para acabar con este conflicto se enmarca en la preservación de la integridad territorial de la República de Azerbaiyán, la retirada de las tropas y el inicio de negociaciones.
 
En los 41 años tras el triunfo de la Revolución de 1979, Estados Unidos ha intentado golpear a la República Islámica bloqueando sus activos e imponiéndole sanciones como dos mecanismos de presión económica sobre el pueblo persa.
 
 
El odiado régimen estadounidense no conoce límites al cometer crímenes contra este pueblo. Bajo distintos pretextos, el gobierno norteamericano crea serios obstáculos y problemas en la transferencia de divisas para la importación de medicamentos y alimentos por parte de Irán.
 
En la más reciente medida sancionadora contra Irán, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso el jueves sanciones a 18 bancos iraníes.
 
El objetivo de las nuevas sanciones contra casi todas las instituciones bancarias y financieras de Irán, es el de limitar la capacidad del país para importar insumos necesarios para lidiar con la COVID-19, lo que, por tanto, constituye un crimen de lesa humanidad.
 
En el marco de un análisis erróneo, la Administración estadounidense cree que estas sanciones romperán la resistencia de la nación iraní y causarán problemas para ella.
 
Mayjid Tajt-Ravanchi, Representante Permanente y Embajador de Irán ante las Naciones Unidas, en la reunión del sexto comité de la Asamblea General de la ONU, calificó la campaña de “máxima presión” de Estados Unidos como una muestra del terrorismo de Estado y opinó que esta política está diseñada para hacer sufrir a la gente y provocar turbulencias sociales a fin de lograr el cambio del establishment iraní.
 
Se puede decir que las sanciones y los actos de sabotaje de Washington contra Teherán buscan el objetivo de obligar a Irán a ceder a las presiones del país norteño.
 
Los estadounidenses incluso se opusieron a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pagase un préstamo a Irán para contrarrestar el coronavirus. Este acto inhumano ya está registrado y permanecerá para siempre en la historia.
 
Said Jatibzade, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, tuiteó que el pueblo iraní no se dejará intimidar por la retórica matona del fracasado y fuera de ley régimen estadounidense y aseguró que es la nación persa la que elegirá cómo responder a los crímenes de Estados Unidos, incluidas las sanciones dementes y el asesinato criminal del jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de Revolucionaria Islámica (CGRI), el general Qasem Soleimani, que era el enemigo número uno del grupo terrorista EIIL (Daesh, siglas en inglés).
 
 
 Mohamad Reza Shayarián, músico, compositor, vocalista y calígrafo iraní, falleció el jueves a la edad de 80 años después de 4 años de padecer cáncer.
 
 
Fue una de las brillantes figuras de la música tradicional persa que, además de dominar los métodos vocales de los antepasados y transmitirlos a las próximas generaciones, jugó un papel importante en el florecimiento y el mantenimiento en vivo de este arte perdurable. El legendario cantante se esforzó durante años por promover la música tradicional y la originalidad del estilo de canto iraní.
 
El presidente Hasan Rohani expresó sus más profundas condolencias por el fallecimiento del famoso cantante y tuiteó que “el profesor Mohamad Shayarián, una destacada figura artística y creador de las agradables canciones iraníes más perdurables y cantante de Rabbani Ramadán, dejó un valioso legado; ciertamente, la agradecida nación iraní siempre mantendrá vivo el nombre, la memoria y las obras de este popular artista”.
 
P/FE/RH

 

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