Guerra de Trump con los medios
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es uno de los políticos que no está conforme con los medios de comunicación. Él y sus colegas, desde los primeros días de la campaña electoral y después de entrar en la Casa Blanca, se han enfrentado con los medios de comunicación y se han mantenido en actitud defensiva.
No ha pasado mucho tiempo desde que ha tomado el poder Donald Trump en Estados Unidos pero todos saben que él no confía en los medios y los considera mentirosos, califica a sus empleados de personas falsificadoras y en cada oportunidad les ataca. A pesar de esto, esta persona a menudo inicia su mañana con un mensaje en Twitter. A lo largo del día cuelga varios mensajes polémicos en esta red social, a veces puede llegar a publicar 10. Más de 20 millones de usuarios siguen sus contenidos en su página personal.
En sus mensajes, no le importa amenazar a la compañía Ford Motor, ni duda romper acuerdos internacionales, sin embargo, en respuesta a las críticas por el uso excesivo de Twitter, Trump dijo a Fox News: “A mí no me gusta ‘tuitear’. Tengo otras cosas que podría estar haciendo (...) Pero la prensa me trata de forma deshonesta, de forma muy deshonesta, y es la única forma en la que puedo expresarme y corregir”. Trump explicó que con las redes sociales va a estar en contacto con “cerca de 50 millones de personas”, entre Twitter, Facebook e Instagram, por lo que si alguien le “malinterpreta”, confía en tener al menos “un modo de decir que es una declaración falsa”. “Si la prensa fuera honesta, que no lo es, no usaría Twitter en absoluto. No tendría que hacerlo”, señaló.
El ataque de Trump contra los medios de comunicación empezó desde el primer día de su campaña por la presidencia. En una oportunidad dijo que no era el momento de competir con Hillary Clinton, pero entró en combate contra los medios de comunicación. Trump ha atacado reiteradas veces a famosos medios de comunicación estadounidenses, incluido el New York Times. Una vez dijo qué podía decir un periódico que está fallando y pronto quedaría fuera de circulación y, durante su campaña electoral también puso bajo tela de juicio las encuestas de este periódico. Incluso cuestionó las fuentes de este diario diciendo que no existían. Cierta ocasión dijo: “dentro de unos días, una persona con talento comprará el pobre impostor New York Times si no lo operar correctamente es mejor que cortésmente lo cierre".
Con iguales términos se ha referido a otros medios de comunicación de Estados Unidos. Afirmó que diarios como Político, Washington Post y The Huffington Post no valen la pena y, sobre la cadena de televisión CNN, dijo: "CNN es desagradable. Usted va a ver que su nivel está disminuyendo drásticamente, porque yo no he aceptado una entrevista con este medio. CNN es deshonesto y sesgado”.
Trump, en su primera conferencia de prensa después de las elecciones, dirigiéndose al reportero especial de la CNN Jim Acosta en la Casa Blanca, dijo: “!No, no, no! No te permito preguntar, tómalo con calmda, sus noticias son falsas”. El corresponsal de la CNN, en respuesta, dijo al presidente: “usted que ataca a nuestra organización, al menos denos la oportunidad de plantear nuestra pregunta”. Trump replicó: “su medio publica noticias falsas, por eso no le permitiré hacerme preguntas. La CNN es horrible”. El corresponsal cuando intentó repetir su pregunta, Trump le dijo: “silencio, no se comporte mal”. Todo esto ocurre mientras Trump ha acusado a los medios de comunicación de Europa de inacción, falta de atención y de una adecuada cobertura sobre los ataques terroristas.
Una exreportera de la revista “People” (Sue Carswell), sobre ciertos contactos telefónicos que mantuvo en 1991, en los que Trump se hizo pasar por John Miller, dijo Trump la llamó dos veces, se disculpó e invitó a sus colegas a cenar. Sin embargo, Trump luego lo negó. Ella está molesta con la negativa Trump y cree que este debe pedir disculpas públicas porque la dejó como una periodista una mentirosa.
Muchos observadores creían que el comportamiento de Trump durante la campaña electoral era inusual en el trato con los medios y con políticos a los que mostraba su ira, maldecía y se burlaba. Pero Trump como el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, ha seguido esa línea y la evidencia muestra que no tiene intención de cambiar su estilo.
El nuevo presidente de Estados Unidos, en su primer día de gobierno arremetió contra la CIA y los medios de comunicación. En 9 de los 15 minutos de un discurso se dedicó a atacar a los medios de comunicación estadounidenses y, dirigiéndose a los empleados y agentes de la CIA, dijo: " Estoy con vosotros en un 1.000 %. El motivo por el que sois mi primera visita es que estoy embarcado en una guerra con los medios. Están entre los seres humanos más deshonestos de la tierra".
No cabe duda de que Trump continúa tratando de adoptar una postura hostil contra los medios de comunicación y, al retratarlos de mentirosos, envenena la atmósfera de desconfianza de los estadounidenses hacia los medios de comunicación. No obstante, el ataque a los medios de comunicación, no viene solo de Trump. El consultor y alto estratega de Trump, Steve Benen, en una entrevista con The Nueva York Times, dijo que las agencias de noticias se han deshonrado tras pronosticar resultados equivocados de encuestas sobre las elecciones. En unas declaraciones dijo: "los medios de comunicación deben estar avergonzados y deben cerrar la boca y sólo escuchar por un tiempo. Los medios de comunicación son la oposición. No entienden este país. No entienden por qué Donald Trump es presidente".
Todo esto ocurre en condiciones en que la comunidad mediática de los Estados Unidos cree que Trump se ha enfocado en atacarles. Desde las esferas mediáticas enfatizan que Trump cree que todos los medios de comunicación actúan en su contra y eso es falso y vano. Los medios de comunicación estadounidenses han afirmado que las acusaciones de Trump en su contra contradicen la opinión pública pues, según el resultado de diversas encuestas, de cada tres estadounidenses uno confía en los medios de comunicación, por lo tanto, la arremetida contra los medios de comunicación por parte de políticos como Trump no se considera un asunto relevante.
En medio de toda esta situación crítica, los expertos en comunicaciones y medios plantean la pregunta que si Trump es resultado de una nueva generación de medios de comunicación y la proliferación incontrolada repentina de las redes sociales? ¿Acaso el atraso de los gigantes mediáticos norteamericanos a la hora de predecir los últimos resultados de las elecciones de los Estados Unidos, significa el adiós a los medios tradicionales y la transición al poder de los nuevos medios? ¿o es que Trump, conociendo la ineficacia de los medios de comunicación, los empuja cada vez más hacia el vacío?
El profesor Jeff Jarvis del Centro para la Investigación del Periodismo Empresarial, dice: "El hecho de que Donald Trump haya llegado a ser candidato a la presidencia ya representa un fracaso de los periodistas tradicionales". De acuerdo con Jarvis, el triunfo de Trump muestra que estos medios de comunicaciones han fracasado en relacionarse con la verdad. Uno de los periodistas de Washington Post, John Miller, cuando anunciaron los datos del escrutinio en el estado de Wisconsin que resultó en el fracaso de Hillary Clinton y la confirmación de la victoria final de Trump, en un corto tuit, escribió: "mis colegas y yo hemos perdido horriblemente".