Sep 15, 2020 06:18 UTC

ParsToday- Estimados oyentes, en este programa estudiamos el caso del incendio del Corán en Suecia y la publicación de unas caricaturas insultantes contra la personalidad del Hazrat Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes).

Con la propagación generalizada del nuevo corovirus, ha comenzado una nueva ola de islamofobia en Europa. La revista "Charlie Hebdo" repitió una vez más las caricaturas insultantes contra el Profeta del Islam. La revista francesa satírica Charlie Hebdo volvió a publicar caricaturas en las que se insultaba al Santo Profeta (la paz sea con él) un día antes del juicio de 13 personas acusadas de participar en un tiroteo en la oficina de la revista en 2015. El autor del editorial de dicho tabloide, esta semana, sobre la publicación de caricaturas insultantes sobre el Santo Profeta escribió: "Estas imágenes pertenecen a la historia y la historia no se puede reescribir ni borrar". La reedición de las caricaturas que insultaban al Santo Profeta tuvo lugar una semana después de la quema del sagrado Corán en Suecia. Algunos extremistas de derecha en la ciudad sueca de Malmo quemaron copias del sagrado Corán en un insulto a las santidades musulmanas. La medida provocó reacciones.
 
Ahmad Al-Tayeb, gran imam de la Universidad Al-Azhar de Egipto, en su página de Facebook, escribió: "Aquellos que se atrevieron a cometer el crimen de quemar copias del sagrado Corán deben saber que estos crímenes son un acto terrorista y bárbaro". Añadió que la quema de un libro sagrado no se trata sólo de un acto puramente racista muy alejado de la civilización humana, sino también alienta el fuego terrorista que padecen Oriente y Occidente. El Sheij de Al-Azhar puso de relieve asimismo que "no hay duda de que este crimen crea un sentimiento de odio, socava la seguridad de las sociedades y destruye la esperanza de diálogo entre religiones y civilizaciones". Por otra parte, Shirin Mazari, ministra de Derechos Humanos de Paquistán, en su página de Twitter, escribió: "El incendio del sagrado Corán en la ciudad sueca de Malmo y la capital noruega de Oslo se realizan para provocar de forma intencional a los ciudadanos musulmanes de dichos países. Estas medidas continuaron con la nueva publicación de las caricaturas insultantes por una revista francesa. Parece que la islamofobia está aumentando sin ningún control en Europa", alertó. Este asunto tuvo también un amplio eco en la República Islámica de Irán. El centro teológico de Qom, en un comunicado, condenó la publicación insultante de la revista Charlie Hebdo. La nota afirma que el pueblo islámico y toda persona libre condena el insulto la Profeta y lo enfrenta con profunda sabiduría. Los que insultan al Islam en Occidente justifican su comportamiento denigrante ante las santidades islámicas en el contexto de la libertad de expresión. Ellos consideran que la reacción de los musulmanes a este insulto es el radicalismo. Lamentablemente, los líderes occidentales también apoyan el insulto a las santidades islámicas. El presidente de Francia, en su viaje a El Líbano, justificando la medida profana de la revista Charlie Hebdo, afirmó que Francia es un país con libertad de expresión y no estaba en condiciones de juzgar la publicación blasfema de Charlie Hebdo.
 
El Observatorio de los Derechos de las Minorías Musulmanas en Europa, en reacción a los recientes acontecimientos en Europa, escribió: "El punto a considerar sobre el tema de insultar las santidades de los musulmanes es que todo esto está sucediendo frente a los ojos de la policía en Occidente (…) Hemos visto esto en los Países Bajos, Francia, Dinamarca y otros países europeos". Los que insultan realizan sus medidas frente a las fuerzas de la policía. En Suecia y Noruega también ha ocurrido así. En realidad, quienes insultan se refugian en la policía para que no reciban ningún daño. La reacción del Observatorio de los Derechos de las Minorías Musulmanas en Europa enfatiza que la islamofobia en el Occidente es un fenómeno completamente organizado y apoyado por los gobiernos occidentales.
 
Contrariamente a las afirmaciones de los gobiernos occidentales, la blasfemia contra las santidades islámicas contraviene las normas del derecho nacional e internacional. Los gobiernos occidentales se comportan de manera bastante instrumental con la libertad de expresión. Los gobiernos occidentales afirman que la libertad de expresión es uno de los pilares de la democracia liberal y que no pueden restringirla ni impedirla. Pero hay muchos ejemplos que muestran que Occidente tiene un "doble rasero" en este sentido. Solo un ejemplo de esto sucedió en la misma publicación Charlie Hebdo y la expulsión de Maurice Sinet. El 27 de enero del año 2009, el caricaturista Sinet de Charlie Hebdo fue expulsado por publicar un artículo y decir una broma sobre el hijo del presidente de aquel entonces de Francia, Nicolás Sarkozy. Sinet fue acusado de atizar el odio contra los judíos. La ilegalidad y la prohibición de la crítica de la homosexualidad y los comentarios, preguntas e indagaciones sobre el Holocausto en algunos países occidentales son otros ejemplos del enfoque dual de la libertad y los derechos humanos.
 
Las críticas al Holocausto en Francia se castigan con hasta un año de prisión y una multa de unos 3000 francos. Insultar a las diferentes religiones es inmoral y contrario al derecho internacional, según los artículos 19 y 3 y 20 del Pacto Internacional de Derechos Humanos. En el párrafo 3 del artículo 19, el derecho a la libertad de expresión no es ilimitado y se debe tener en cuenta la dignidad de los demás y el mantenimiento del orden público. El artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Humanos prohíbe la propaganda de guerra y la incitación al odio de cualquier naturaleza nacional, religiosa o racial. Además, la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948, la Declaración de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1996, la Declaración de la Cumbre de las Naciones Unidas del 12 de diciembre de 2003 y la Declaración de la Cumbre de Durban de 2003 también prevén la condena de la blasfemia contra religiones y figuras religiosas. El insulto a las santidades de casi dos mil millones de musulmanes en el mundo es un comportamiento racista y discriminatorio que no es justificable para nada y solamente se evalúa en base a la enemistad de los gobiernos occidentales contra las enseñanzas justas y pacíficas del Islam.
 
 
 
Insultar las santidades musulmanas y la "islamofobia" no es un fenómeno nuevo, y Occidente lo ha incluido ampliamente en su agenda desde el colapso de la Unión Soviética y el surgimiento del Islam en muchos países occidentales. Este fenómeno se inició hace más de tres décadas con la publicación del libro titulado "Versos satánicos" de Salman Roshdi, británico de origen indio, y paulatinamente fue desarrollado de diferentes formas en los países occidentales. Los gobiernos occidentales atizan la islamofobia con dos objetivos; uno es no hacer llegar la voz del Islam verdadero a los solicitantes de la espiritualidad divina y, segundo, es la destrucción de la imagen del Islam verdadero. Por eso, los medios de comunicación masivos occidentales, en sus esfuerzos por destruir las enseñanzas islámicas, generalizan las acciones y crímenes de los takfiri y grupos terroristas como Al- Qaeda, EIIL y Taliban a toda la población musulmana.
 
 
 
En los medios de comunicación masivos, el Islam es sinónimo de violencia, atraso y fanatismo ciego. A este respecto, los líderes occidentales propagan la reacción de los musulmanes al insulto a las santidades islámicas como una medida salvaje y violenta. Esto, mientras que las santidades de cualquier religión son sagradas para sus seguidores, lo que no es exclusivo de los musulmanes. Los proclamadores de la libertad y justicia en el Occidente piensan que, al insultar las santidades islámicas para destruir la imagen del Islam verdadero, pueden alcanzar su objetivo de evitar la penetración de las enseñanzas justas y pacíficas del Islam en el Occidente. Sin embargo, la política antislámica de los gobiernos y medios de comunicación masivos occidentales para dañar la imagen del Islam ha conllevado una reacción contraria, de modo que el insulto a las santidades islámicas se han convertido en una motivación en las sociedades occidentales para investigar más sobre el sagrado Corán y las enseñanzas islámicas. Las investigaciones han mostrado que, a pesar de todas las propagandas antislámicas en las sociedades occidentales, la cifra de la tendencia hacia esta religión celestial, ha aumentado considerablemente especialmente, entre las mujeres, en momentos en que los medios de comunicación masivos occidentales se esfuerzan por mostrar el Islam como una religión contra las mujeres.
 
P/MK/NL
 
 

 

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