Ene 02, 2021 20:26 UTC

Parstoday- Entrevistador (E): Bienvenidos está comenzando Entrevistas, una producción de ParsToday que da espacio al análisis desde una visión diferente y que les permite a ustedes sacar sus conclusiones.  Esta vez el invitado es el analista de temas políticos Iñaki Gil de San Vicente (IGSV) quien desde el País Vasco hará un análisis sobre el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, a un año de este crimen de EEUU.

En la madrugada del 3 de enero de 2020, el Ejército de Estados Unidos asesinó al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y algunos de sus compañeros fueron asesinados en un ataque aéreo de tropas de EE.UU., en Bagdad, capital iraquí.

En respuesta a este cobarde asesinato, Irán atacó con misiles dos bases norteamericanas en Irak, una en la provincia occidental de Al-Anbar y la otra, en la región del Kurdistán; más tarde, las autoridades persas dejaron claro que tal ataque no constituía la venganza real por el asesinato de Soleimani sino continuarían las represalias contra EEUU.

Señor Iñaki, en este contexto, ¿Qué ha significado para los países que forman el Eje de la Resistencia el asesinato del general Soleimani?

IGSV: Pues, pienso que básicamente ha supuesto dos razones, dos desencadenantes o procesos que se han producido en el mundo. Uno, la solidez de la conciencia antimperialista, viendo la impunidad que tenía el imperialismo para asesinar a cualquiera de las personas que estimara peligrosas para él, como en este caso, Soleimani, no solamente el Eje de la Resistencia sino muchos pueblos terminaron de darse cuenta que se enfrentaban a un enemigo implacable. ¿por qué digo ‘terminaron de darse cuenta’? Porque, antes de ese asesinato, todavía quedaba gente en estos pueblos y otros que no entendía por completo la ferocidad de la dominación y el poder norteamericano e israelí y otros. Luego eso se vio confirmado otra vez con el asesinato del técnico en energía civil iraní [Mohsen Fakrizade] de hace poco tiempo. Yo creo que esto fue el gran significado, pues, muchas personas en el Eje de la Resistencia y el resto del mundo sabíamos que los servicios secretos del imperialismo y los aparatos de Estado, etc. se atribuyen el derecho de asesinar a cualquier persona en cualquier momento, como, por ejemplo, el caso de Kashoggi, asesinado y troceado por Arabia Saudí.

Aquello [asesinato de Soleimani] fue un toque de atención, no solo por ser quien era, sino por cómo se realizó, en un tercer país, en Irak, estando acompañado de otras personas que no eran iraníes, muchas de ellas, etc. Fue como un relámpago que vuelve a iluminar la noche, pero ya de forma definitiva. Yo creo que aquí le salió mal al imperialismo por dos razones; una, porque no contuvo ni derrotó ni paró las ganas de resistencia del Eje de la Resistencia, en concreto del pueblo iraní, no le arrodilló; y otro porque, junto a otros fenómenos que no podemos analizar ahora, y a otros comportamientos imperialistas aquello [asesinato de Soleimani] aumentó muchísimo, multiplicó con creces el desprestigio de la Administración de Donald Trump, del imperialismo, prácticamente, en toda la humanidad. En estos momentos, EEUU tiene el mayor desprestigio que ha acumulado nunca en su historia. Y esto [asesinato de Soleimani] es muy importante en el análisis de cómo se ha hundido la legitimidad de EEUU y de sus aliados para intentar engañar a la gente.

A partir de aquel asesinato, hubo como una vuelta definitiva de página y eso repercutió en el fortalecimiento del Eje de la Resistencia y en el debilitamiento del prestigio norteamericano, desde luego que EEUU y el imperialismo no necesitan prestigio ni legitimidad porque su inmoralidad está por encima de presentarse como líderes de la libertad, porque actúan al margen de esas consideraciones, pero, para otros aliados, sectores neutros, con débil consciencia o sin consciencia, sectores dormidos, aquel asesinato fue como un aldabonazo confirmado y profundizado con otros asesinatos.

E: Ahora, señor Iñaki, el general Qasem  Soleimani es un héroe y mártir, pero ¿cuál sería la mejor forma de vengar su muerte?  

IGS: La mejor forma de vengar la muerte de Soleimani es, además de mantener, continuar y expandir su coherencia, su espíritu de defensa no solo de Irán sino de toda el área y de todos los pueblos, su espíritu de resistencia y gallardía frente a los crímenes, es aprender, conocer, estudiar y analizar al enemigo, como la virtud que tenía Soleimani de una forma excelente. Él conocía perfectamente las extrañas del monstruo, y por eso, el monstruo tuvo que esperar que dejara la seguridad de su país para asesinarlo fuera de su país. Yo creo que este factor de conocimiento sobre quién y cómo es el monstruo al que nos enfrentamos es importante.

Pero también hay otro factor importante y es que el imperialismo buscaba con este asesinato [de Soleimani], y con el asesinato del físico nuclear Fakrizade, domeñar y debilitar al pueblo iraní y el resto de naciones para que se pongan de rodillas.

Por una parte, la amenaza militar que en estos momentos se está intensificando con la llegada de navíos de superficie y submarinos estadounidenses e israelíes al mar Rojo y, por otra, las presiones sanitarias que hace EEUU para que no lleguen vacunas y medicinas para luchar contra la COVID-19, mediante un bloqueo técnico, alimentario —ya no militar, porque ya esa fase se ha superado, gracias a la movilización de muchísimos Estados del mundo que han hecho retroceder a EEUU en la propia Naciones Unidas— lleva a una cuestión, y es cuando ese bloqueo busca el empobrecimiento, que haya sectores de la población que se cansen, que se mantengan al margen o crear tensiones, es muy importante conocer al enemigo, una virtud que tenía Soleimani, y mantener unos niveles altos de movilización popular, para hacer respetar al pueblo para que comprenda que lo que está en juego es su calidad de vida.

Haríamos un flaco favor a Soleimani, si debilitásemos este segundo frente, porque no solo está la resistencia en el campo de batalla, fuera de Irán, sino también es muy importante la resistencia, dentro de Irán, basada en valores democráticos, participación y movilización masivas y la defensa de sus propios derechos. Creo que son las dos grandes razones, entre otras, que explican porque dentro del imperialismo hay un debate muy serio y fuerte sobre si continuar o no y en qué grado los ataques contra Irán, que van a continuar, pero se debate la intensidad, según entre Biden a la Casa Blanca o Trump inicie   un ataque contra Irán para perpetuarse en la Casa Blanca. Ese ataque militar contra Irán que ya está en el interior y exterior y que es una forma de guerra terriblemente destructiva, porque aúna lo militar, social, económico, cultural, precisamente exige ese componente al que me he referido, que el pueblo iraní asuma y sepa que sus libertades y derechos están en peligro y que los ejerza en la vida misma, como lo hace, y luche a muerte como Soleimani.     

E/NL               

 

 

 

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