Manifestación de los valores en la Defensa Sagrada (6)
(last modified Sat, 26 Sep 2020 05:58:28 GMT )
Sep 26, 2020 05:58 UTC

ParsToday - La gloriosa historia de la guerra impuesta por Irak a Irán (1980-88) está llena de las orgullosas luchas de los jóvenes iraníes. Las creatividades e iniciativas de los jóvenes combatientes iraníes, basándose en la fuerza interna, no tenían paralelo en la historia de las guerras del mundo, ya que eliminaron grandes obstáculos.

Fueron las mismas epopeyas creadas por los jóvenes en el campo de batalla las que hicieron que llevaron al imam Jomeini (que en paz descanse) a elogiar su orgullosa actuación enfatizando que "los jóvenes nuestros van a la guerra desde todas partes del país creando epopeyas en los frentes; mientras tengamos a tales jóvenes, nadie podrá dañar a este país".

 

Las iniciativas, desde las cuestiones y decisiones estratégicas que tomaba el difunto líder de la Revolución Islámica hasta las iniciativas e innovaciones de los basiyíes modestos, la fuerza voluntaria, y su movimiento inteligente, se manifestaban en la guerra.

 

Los políticos liberales y la facción del entonces presidente iraní, Abolhasan Banisadr, creían que la guerra solo debía dejarse en manos del Ejército, pero el imam Jomeini, por su profundo conocimiento de los objetivos fundamentales del enemigo de derrocar al establishment y eliminar la Revolución, consideraba que la solución era que el pueblo, tal como se levantó contra el opresor régimen monárquico, debía permanecer unido en la guerra para derrotar al enemigo agresor, y esta estrategia, desde luego, tuvo un impacto profundo y tremendo en el proceso de las victorias en los frentes de lo justo contra lo falso.

 

Y así fue que el camino para el surgimiento de las creatividades y las iniciativas fue allanado por las instituciones oficiales y no oficiales en la guerra. Innumerables innovaciones en el suministro de equipos militares y logísticos jugaron un papel especial en el éxito de las operaciones bélicas.

 

Los combatientes de la Defensa Sagrada consiguieron que sus tácticas y técnicas, que se consideraron una especie de creatividad e innovación, vencieran la poderosa estrategia y doctrina del enemigo perturbando los importantes principios militares, basados en una serie de reglas dictadas.

 

La creación de capacidad y la construcción de equipos de ingeniería adecuados para entornos geográficos, y operaciones como la construcción de los puentes Kosar y Kheibar para permitir combatir en marismas, o la construcción de carreteras en las áreas de arena de Bostan, en la provincia de Juzestán, para permitir operaciones desde el flanco del enemigo; el diseño y la construcción de puentes flotantes con el fin de cruzar el río “infranqueable” Arvand, como lo llamaba el enemigo, se consideran una especie de iniciativas y creatividades en la ingeniería de la Defensa Sagrada, todo lo cual se logró gracias a los estímulos del imam Jomeini, cuyo elevado lema "Nosotros podemos" reforzó la moral y el coraje en los jóvenes revolucionarios.

 

Con el aumento de los ataques aéreos del enemigo baasista, en 1984 el Consejo Supremo de Seguridad Nacional Iraní decidió enviar a Siria a 13 miembros de la unidad de artillería del Cuerpo de Guardianes de Revolucionaria Islámica (CGRI), bajo el mando de un joven de 25 años de nombre Hasan Tehrani-Moghaddam, para cursar allá un entrenamiento militar a fin de lanzar la primera unidad de misiles de Irán.

 

El 25 de octubre del mismo año, Hasan salió con su equipo hacia Siria donde de inmediato comenzó el curso de su entrenamiento. En poco tiempo, él y su grupo consiguieron obtener la formación necesaria mediante un programa intensivo.

 

Luego, ese grupo de jóvenes oficiales iraníes, como los primeros oficiales de la unidad de misiles de la República Islámica, regresó a Teherán el primero de enero de 1985 y partió rápidamente hacia la tropa Shahid Montazeri, al oeste del país, para iniciar la actividad del primer equipo balístico del CGRI, al que se sumó otro joven de la unidad de artillería de este cuerpo militar, llamado Amir-Ali Hayizadé, actual jefe de la Fuerza Aeroespacial del CGRI.

 

Los esfuerzos de este equipo joven muy pronto dieron sus frutos. Según Mohsen Rezai, entonces comandante en jefe del CGRI: “Aunque adquirir y construir un misil requería alta tecnología, y pocas personas creían que Irán pudiera hacerlo, Hasan Tehrani-Moghaddam comenzó el trabajo confiando en Dios. Él y su equipo hicieron operativos estos misiles en dos meses, y tan pronto como Irak disparó un misil contra Irán, nosotros también disparamos misiles contra el Hotel Al-Rashid de Bagdad, donde habitaban los diplomáticos".

 

Hasan Bagheri fue otro joven que brilló durante la Sagrada Defensa. Al percatarse de la ineficacia de los repetitivos métodos bélicos y de la estrategia de tierra quemada, así como del anquilosamiento de las fuerzas militares, Bagheri planteó la necesidad de crear un cambio en la estrategia de la guerra. Él creía que "hay que ser valiente; este tipo de combatir es inútil y hace falta cambiar la estrategia en esta guerra".

 

El mártir Hasan Bagheri era un estudiante de 25 años. Nadie se podía imaginar que cambiaría el curso de la guerra estableciendo la Unidad de Inteligencia y Operaciones del CGRI, la cual tomaría el pulso de la Sagrada Defensa del pueblo iraní, que duraría ocho años.

 

A sólo tres meses de la guerra impuesta, en todos los ejes del sur, la citada unidad reportaba el menor movimiento del enemigo, de modo que el Cuartel de Operaciones del Sur tenía información completa sobre el enemigo, y todas las carreteras de aprovisionamiento, los cuarteles de mando y las líneas del enemigo fueron completamente identificados.

 

La creación de un archivo de documentos de la guerra, la traducción de documentos y las escuchas telefónicas del enemigo, y el diseño y organización de batallones de combate, fueron otras acciones duraderas de este joven dotado del buen juicio durante la guerra impuesta.

 

Después de la captura por Irak de las islas de Majnoon norte y sur y la imposibilidad de conectar la isla de Majnoon sur con tierra, parecía necesaria la construcción de un puente flotante de 14 km de longitud entre la isla norte y la costa amiga.

 

La construcción de este puente flotante fue una de las obras maestras de la ingeniería en la batalla contra el Ejército baasista en Irak. El 23 de marzo de 1984, la agencia de noticias AFP describió la construcción de un puente con tal longitud como inédita en la historia militar moderna.

 

Además, el ingenio y la iniciativa militares de las tropas iraníes en esa operación proporcionó un buen terreno para avanzar en las políticas de los líderes de la República Islámica.

 

El ingeniero Behruz Pur-Sharifi pudo construir en las fábricas del país un puente colgante que pueda instalarse rápidamente al presentar un diseño consistente en comprimir poliestirenos expandidos y colocar una chapa estriada de metal sobre ellos.

 

Él logró diseñar cajas de esquinas de 2,5 metros de largo, 2 metros de ancho y 40 centímetros de alto y colocar poliestirenos expandidos comprimidos en su interior.

 

Al conectar estas cajas, se construyó un puente de 14 kilómetros de largo y 4 metros de ancho para el paso de vehículos ligeros durante la operación militar Kheibar, lo que pudo resolver el problema de tránsito de las fuerzas iraníes una vez finalizado dicho operativo.

 

Uno de los ingenieros cita: "La longitud del puente es exactamente de 14 kilómetros. Propuse preparar 14 carteles a nombre de los Catorce Inmaculados instalando uno por cada kilómetro. Estábamos instalando las piezas del puente en el kilómetro 13, cuando la emisión en farsi de la Voz de América informó que los iraníes están instalando y terminando el mayor puente táctico en la historia de las guerras del mundo sobre la marisma Hoor Al-Hoveizé".

 

El puente Kheibar fue instalado entre la isla de Majnoon norte y la costa de Hoor Al-Hoveizé. Su ventaja fue que subía y bajaba a medida que el agua de la marisma hacía lo mismo.

 

Por otra parte, si alguna parte del puente era destruida por aviones o el fuego del enemigo, sería reconstruida de inmediato por los combatientes de la Yihad o cruzada de la Reconstrucción.

 

Este puente fue construido en ocho meses en distintas fábricas del país e instalado en pocos días. El traslado de las partes prefabricadas de este enorme puente desde las fábricas hasta la zona operacional fue en sí una gran operación de transporte.

 

La autoconfianza y la confianza en la generación joven es una experiencia cuyo reflejo fue observado por el establishment islámico en el glorioso camino del pasado.

 

Ahora también, las medidas y los énfasis prácticos y públicos del Líder Supremo de la Revolución, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, marcan el mismo camino para hoy y mañana, y los jóvenes, con la misma firmeza y creatividad, son garantes de la preservación del establishment y del avance de los ideales de la Revolución.

 

P/FE/JP