Jun 15, 2016 07:51 UTC

En este programa se estudia la dignidad humana, según los derechos humanos islámicos

En este programa se estudia la dignidad humana, según los derechos humanos islámicos.

 

Saludos a todos ustedes estimados oyentes,  en el programa anterior, hemos explicado que  todos los derechos humanos están ligados con la dignidad intrínseca de la persona. Todos los derechos humanos provienen de la dignidad humana. Dios, omnipotente, en la aleya 70 de la sura El viaje Nocturno dice:

 

Hemos honrado a los hijos de Adán. Los hemos llevado por tierra y por mar, les hemos proveído de cosas buenas y los hemos preferido marcadamente a muchas otras criaturas.(70:17)

 

Dios en esta aleya alude a la dignidad como un don intrínseco de todos los seres humanos. Pero, ¿qué es lo que hace diferente a las personas de las otras criaturas y cuál es la causa de la dignidad?

La libertad y la voluntad son puntos importantes de la dignidad inherente de los seres humanos que ha sido subrayada en las enseñanzas religiosas.  El querido Profeta del Islam dice:"No hay nada más querido para Dios, que el hombre". Preguntaron al Profeta: ¿incluso más que los ángeles? El Profeta dijo:"Sí, los ángeles son como el sol y la luna, pero los seres humanos han sido creados".

 

Además de la voluntad y dignidad, todos los seres humanos poseen la capacidad de pensar y razonar para determinar lo que es moralmente correcto o incorrecto. El hombre por el poder de su razón, tiene la capacidad de decidir el camino a seguir en su vida. El hombre puede incluso promulgar leyes para la vida de otros y respetar los derechos de los demás.

 

Los estudiosos y comentaristas de la aleya 70 de sura El viaje nocturno, afirman que la razón de esta aleya es transmitir que, Dios, misericordioso, ha dotado a los hijos de Adán, de dignidad y excelencia para que a través del ingenio, el intelecto, el habla y otros dones  pueda discernir entre lo justo y lo  injusto.

 

 

Por supuesto la dignidad intrínseca del ser humano no se debe a su libertad y voluntad y poder para pensar sino que deriva de su imagen y soplo divinos, es decir, Dios durante el tiempo de la creación del ser humano, sopló su espíritu sobre el hombre. En este caso, el Señor lo presentó también como una criatura única y lo mejor de su  creación. De hecho, la naturaleza humana es como un espejo de los nombres y atributos divinos. En cuanto al ser humano, por su naturaleza y esencia espiritual, tiene continuidad en el universo. Por lo tanto, es el más alto símbolo de los atributos divinos.

 

En las enseñanzas de otras religiones divinas, incluidos el judaísmo y el cristianismo, también se ha subrayado la existencia de la imagen divina para el ser humano. Esta dignidad confirma que el hombre es califa de Dios. Dios creó al hombre con un talento innato, para comprender los hechos y secretos del universo y lo puso como su califa en la tierra. Por lo tanto, la dignidad humana es propia de todos los seres humanos que tienen la capacidad de razonar, de pensar y disfrutan de libertad, autoridad y prestigio divino de un modo innato e idéntico. Esta  dignidad es un caso natural e inseparable del hombre, es decir, no es posible la noción de humanidad sin dignidad, Incluso la dignidad es necesaria para que la persona disfrute de otras bendiciones humanas y de sus derechos naturales. En la Declaración Islámica de Derechos Humanos, en muchos casos,  se ha atendido la dignidad y el honor de las personas. En el prólogo de esta declaración se destaca que la dignidad y el prestigio del ser humano son una bendición divina. Dios creó al hombre de la mejor manera, le ha dado dignidad, le puso como su califa en la tierra, le ha dejado en  deposito todo lo que hay en el cielo y la tierra, todo lo que ha conquistado y ocupado. El artículo 1 de dicha declaración señala que todos los seres humanos son iguales en dignidad y, el artículo 4, subraya que las mujeres y los hombres son iguales en dignidad. Asimismo, el artículo 11 menciona la libertad humana y estipula que nadie tiene derecho a esclavizar, oprimir, humillar, someter, explotar a otra persona.

 

El Islam, además de la dignidad intrínseca, explica otro tipo de dignidad que es la que se adquiere, es decir, el valor de la misma dignidad. Esta dignidad equivale al valor final del ser humano y depende de la misma dignidad. La dignidad adquirida o de valor es tal honor que el ser humano logra por su voluntad y utilizando sus talentos y otras capacidades innatas en la dirección de su crecimiento, perfección y para obtener virtudes morales, en otras palabras, si bien todo el mundo tiene la misma dignidad y honor, el hombre es capaz de poner sus talentos a trabajar hacia la perfección de la humanidad y emprender grados de excelencia. Por lo tanto, los seres humanos cada vez más deben esforzarse para desarrollar su formación humana y moral y alcanzar un nivel superior. Sin embargo, ¿cómo es posible que los  hombres buenos tengan la misma dignidad que los hombres delincuentes y malos? Sí los crueles y criminales son iguales y tienen valores  semejantes con las personas  que siguen la paz y están sirviendo a la humanidad.

 

El más importante criterio y eje de este tipo de la dignidad adquirida son las enseñanzas religiosas, la piedad y la fe. Dios, omnipotente, al respecto, en la aleya 13 de la sura Las habitaciones privadas dice: 

 

¡Hombres! Os hemos creado de un varón y de una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Para Alá, el más noble de entre vosotros es el que más Le teme. Alá es omnisciente, está bien informado.

 

Si reflexionamos sobre esta aleya, lograremos algunos puntos: primero, la raza, idioma, género,  etc. no tiene relación con la dignidad humana. Porque todos seres humanos para ser personas tienen que poseer dignidad, no obstante, la dignidad de valor no tiene ninguno defecto en los derechos sociales. Los derechos sociales de todos los seres humanos, independientemente de su grado de fe y piedad, se benefician de estos derechos. Segundo, la dignidad adquirida o de valor ante Dios en el Día de la Resurrección puede ser un criterio de superioridad y ventajas entre los seres humanos, pero no en este mundo. Aunque en este mundo también los grandes hombres y servidores siempre han son admirados, el valor real de su prestigio se determinará claramente ante Dios, el Día de la Resurrección.

 

Una de las diferencias principales entre los dos sistemas de derechos humanos, el islámico y el occidental, es la separación la dignidad intrínseca de la dignidad adquirida o de valor. En todos los documentos de derechos humanos occidentales se menciona mucho la dignidad y el prestigio, pero lamentablemente no se marca la diferencia entre estos dos tipos de dignidad. Esta desatención sobre dignidad adquirida y la intrínseca es uno de los importantes factores del estancamiento del hombre y de la privación de la perfección moral y espiritual en el periodo contemporáneo. La dignidad innata aunque es un derecho y deber especiales de los hombres, pero por sí sola, no puede ser índice de la perfección y el honor del hombre. Debido a que el valor de la dignidad se ve en el respeto de los derechos propios y de los demás y de la ejecución de los deberes y tareas. No obstante, la intención de este respeto no es llegar a los objetivos materiales y personales sino que obedece a un sentimiento profundo de la esencia humana, y Dios tiene en cuenta esta consciencia humana como el factor más importante en la naturaleza del hombre y lo ha puesto a favor del progreso y la evolución de la conciencia en la naturaleza de los seres humanos. Por tanto, para obtener el valor de la dignidad humana, se debe realizar constante esfuerzo para mejorar las asignaciones sociales e individuales.