El ser humano, la religión y la salud mental 13
Recordemos que en el programa anterior hablamos sobre los motivos y las consecuencias del sentimiento de la humillación.
Tal como saben, es posible que este sentimiento se forme en una persona desde su niñez y surja de diferentes formas en cualquier individuo. Alguien que se siente degradado, es posible que se convierta en una persona aislada o al revés, algunas veces ese sentimiento surge a través de la ira, el poder y el orgullo. Ahora, en este programa daremos un vistazo sobre las recomendaciones de la religión para tratar el sentimiento de la humillación. Normalmente, los médicos especialistas en enfermedades físicas, insisten en estudiar los motivos y las raíces del dolor. Ya que luchar contra una enfermedad, no tiene ningún beneficio. Lo importante es acabar con los motivos que originaron dicha enfermedad. En los padecimientos espirituales y psicológicos también son así, y el Islam para solucionar estos problemas espirituales y morales, se esfuerza por estudiar sus raíces. Afortunadamente las fuentes islámicas han planteado soluciones en relación con los motivos y elementos del sentimiento de la humillación que en este programa vamos a mencionar algunos de ellos.
En las enseñanzas del Islam, siempre se ha insistido en el equilibrio de las pasiones en lugar de reprimirlas. Tal como escucharon en el programa anterior, el sentimiento del predominio es una de las tendencias poderosas en las personas. Todos sabemos que la existencia de este sentimiento en cualquier persona tiene un motivo. Cada individuo desea poseer poder, predominio y con esas ambiciones ha logrado llegar al espacio y hasta la profundidad de los océanos, y siempre se esfuerza por dominar todo lo que existe en el universo. Pero, si este sentimiento no se controla, una persona se comportaría de forma descontrolada, por ende la comunidad humana sufriría múltiples problemas.
El Islam enfatiza en que el ser humano pueda equilibrar el sentimiento de poder y se mantenga hacia un camino correcto. Por otra parte, si este sentimiento se reprime, se crea un sentimiento desagradable de humillación en su interior. Por esta misma razón, el Islam se esfuerza por guiar ese sentimiento en una vía constructiva y orientada.
Una de las más importantes soluciones de la religión para tratar el sentimiento de la humillación, es reformar la visión de las personas. Las enseñanzas islámicas se esfuerzan por obligar a las personas a tener una visión constructiva y suprema respecto a la vida. En esta visión, los bienes y la riqueza, la belleza, la situación social y otros ejemplos al respecto no son índices de la grandeza verdadera de las personas y debido a su carencia, nadie siente humillación. Todos estos están al servicio de las personas para que puedan recorrer un camino más grande y superar los exámenes difíciles de la vida. Según las múltiples aleyas del sagrado Corán, el valor de cada persona depende del nivel de su acercamiento a Dios, y actuar de acuerdo a las enseñanzas divinas. Según esta visión, una persona que vive en pobreza, aunque pasa una vida difícil pero, no siente humillación.
Ya que, la riqueza de los ricos no provoca poder; por eso, los pobres no sufren carencia ni se sienten humillados ante los ricos. Además, en la visión religiosa, alguien que tiene un defecto físico, no se considera una persona humilde ya que, cree que el valor de cada persona ante su Creador, es su autenticidad, voluntad y esfuerzo.
Los psicólogos consideran que la existencia de un ambiente adecuado para la vida, se considera un elemento importante en evitar la creación del sentimiento de humillación. El significado del ambiente es la casa, la escuela y la sociedad. En la visión islámica, los padres y otros miembros de la familia están obligados a tener un comportante positivo y adecuado ante sus niños, adolescentes e incluso, jóvenes y evitar la humillación y el maltrato. En caso contrario, el hijo sufrirá problemas psicológicos y algunas veces para recompensarlo, realiza actos ilógicos. El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) en una narración dice: están lejos de la bendición divina, aquellos padres que provocan la desviación de sus hijos debido a los maltratos que sufren los menores. Si los padres respetan a sus hijos, ellos con un espíritu equilibrado, tranquilo y capaz se presentan en la sociedad y no sienten desprecio en su interior. Como consecuencia, se destruye el terreno del surgimiento de la mayoría de los problemas sociales.
En la religión del Islam, nadie tiene derecho a humillar, insultar, maltratar y reprochar a los demás. Cada persona está obligada a respetar a los demás y mantener la personalidad de ellos. Naturalmente, al crear una relación sana y basada en el respeto mutuo en la sociedad, nadie sentirá humillación. El Islam incluso recomienda al pueblo que mantenga un buen comportamiento hacia aquellas personas que sufren una discapacidad física. El Hazrat Imam Sadegh (la paz sea con él) dice: no miren a aquellas personas que sufren un defecto físico. Ya que su mirada, les provoca tristeza y preocupación. De hecho, aquel Hazrat quiere decir que no deben mirar a los discapacitados con humillación ya que, aumentará su desolación y molestia.
En una narración se ha dicho que uno de los compañeros del Imam Sadegh (la paz sea con él) llamado Jonás Ben Amar propagaba la religión entre el pueblo. Jonás tenía una mancha blanca en su rostro y por este defecto le molestaban. Algunas personas lo miraban mal y otras le decían: si Dios te quería para propagar la religión, te crearía sano. Entonces Jonás acudió a Imam Sadegh y le contó el maltrato que era víctima. El Imam le tranquilizó y dijo que a pesar que tenía un pequeño defecto físico, había podido lograr obtener respeto entre el pueblo. Y que a pesar de tener ese defecto en su rostro, goza de una vida normal, y puede propagar con un lenguaje claro la religión divina del Islam. Las palabras de aquel Hazrat minimizaron el sentimiento de humillación y aumentaron la esperanza en su corazón.
En la visión religiosa, la persona que sienta la bendición divina, nunca sentirá humillación ni desprecio. Alguien que siente la gracia divina con todo su corazón, alcanzará una grandeza profunda en su interior, la cual ataja cualquier sentimiento negativo en su interior. De esta manera se puede decir que la humillación se considera un obstáculo importante y fundamental en el camino del progreso de las personas, y el Islam considera que una de las vías del crecimiento y progreso de cada persona es superar este sentimiento dañino.
En conclusión se puede decir que para acabar con este problema, hay que seguir las enseñanzas de la religión del Islam que insiste en reformar la visión de las personas y atender las necesidades internas. En este medio, hay que considerar también las influencias positivas del ambiente del hogar y la sociedad.