Jul 14, 2016 08:06 UTC

Estimados oyentes, estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados "El ser humano, La religión y La salud mental". En el programa de esta semana les hablaremos sobre la influencia de la oración y el rezo en la tranquilidad y la salud mental.

Una de las necesidades psicológicas de cada persona es tener una relación suprema con una fuerza poderosa. Los psicólogos han insistido en que después de  relacionarnos con la fuente de la bendición en el mundo, se propiciará el terreno para el crecimiento y florecimiento de las personas. Ya que, cada individuo según su naturaleza, tiene tendencia hacia la superpotencia y grandeza. La oración y el rezo, son unos índices de la relación de cada persona con su Creador. En realidad, algunos asuntos como la elección de los profetas y la revelación de los Libros celestiales son índices de la descripción de esta relación que en diferentes religiones, se han planteado de diversas formas y con diferentes programas. Por eso, es necesario que cada persona se dedique unos momentos para pensar en sí misma y acercarse a Dios para que su poder mental se regularice, y se prepare para recibir las bendiciones divinas. Aquí, les explicamos un ejemplo de las experiencias espirituales al respecto.

 

William James en su libro titulado "La religión y La mentalidad" escribe: Durante muchos años, la señora Malwida Von tenía creencias materialistas. Estas creencias le habían impedido atender a Dios. Hasta que después de unos años, un día se enfrentó con un cambio fundamental y se alejó de la cárcel de los pensamientos mundanos. Ella explica así sobre su experiencia en relación con este cambio interno: Un día me había sentado sola al lado del mar y pesaba en mi misma. De repente, la grandeza del mar me atrajo. Sentí algo nuevo; un sentimiento tranquilo. En aquellos momentos entendí que el mar me traía un  gran mensaje y es un índice del poder infinito de Dios en el universo; un poder que debo arrodillarme ante ello. En aquel momento, la grandeza y el poder de Dios me atrajo tanto que sin voluntad, hablé por primera vez con el Creador. Hasta aquel momento, nunca me había permitido hablar así con Él y nunca Le había conocido así. Ahí, entendí el significado verdadero de la oración. Sentí una relación cercana con la eternidad. Parecía que la tierra, el cielo y el mar tenían una concordancia especial. Sentí oír la voz de la oración de las plantas, piedras y todos los seres vivos y me veía relacionada con ellos.

 

 

Los psicólogos dicen que una de las vías de la creación del equilibrio interno es dedicar unos minutos del día y la noche a la oración y acercarse a Dios. En este caso, podemos realizar nuestros deberes con un pensamiento libre y lleno de tranquilidad. Si la oración y el rezo están unidos con una concentración profunda y una atención completa, conllevan una influencia adecuada en la mentalidad de las personas. La oración es una relación espiritual con el Creador del mundo y manifiesta la incapacidad de cada persona ante Su poder. Cuando la persona se cansa de los fracasos mundanos, siente que necesita un respaldo estable y continua para que con su ayuda, se salve del mar inseguro de la vida y se refugie en la costa tranquila de la espiritualidad. El sentimiento de la necesidad a aquel Poder sin ejemplo, ha provocado que las personas busquen su tranquilidad verdadera bajo el refugio de la religión. Las investigaciones de los científicos muestran que relacionarnos con Dios provoca un cambio profundo en cada persona.

 

El doctor Alexis Carl dice: la oración y el rezo provocan mucho crecimiento en cada persona y le llenan de paz y tranquilidad interna; de una forma que los índices de esta tranquilidad se observan en su rostro.

Se han realizado múltiples investigaciones en diferentes regiones del mundo sobre la influencia de la oración y tener relación con Dios. Un ejemplo de estas investigaciones es un estudio realizado en el año 2002 sobre las influencias de la oración en 92 estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Irán. El resultado de esta investigación mostró que la mayoría de quienes rezaban, creían que después de realizar este deber divino, llegan a una tranquilidad espiritual, toleran mejor las dificultades de la vida y se fortalece en ellos la esperanza a la vida y la fuerza de la lucha contra los problemas. Ya que, creen en la ayuda de Dios, misericordioso.

 

Esta es la promesa de Dios en el sagrado Corán, cuando dice:

Recordadme hasta que Yo también os recuerdo.

Aquellos estudiantes que rezaban confesaban que al realizar este deber divino, dan  pasos más estables en el camino de obtener bondades y se alejan de las características inadecuadas y emplean bien las órdenes divinas. Según esta investigación, existe una diferencia clara entre aquellos estudiantes que rezaban y los que no. Los estudiantes que oraban, contaban con una mayor salud mental y espiritual. 

 

Indudablemente, arrodillarse ante Dios, da una fuerza espiritual a la persona y crea una tranquilidad y seguridad mental en su interior. Aun así, unas condiciones especiales son necesarias para la oración. En los textos religiosos del Islam se ha mencionado que la oración tiene que realizarse en unos momentos adecuados del día y en mejores condiciones espirituales. Las enseñanzas religiosas han insistido en que no hay que realizar el rezo, cuando estés cansado. Esta recomendación es porque cada persona tiene que obtener un provecho espiritual del rezo; pues, lo necesario al respecto es la atención, la inteligencia y el ánimo para que el espíritu se llene de una doble fuerza y la persona pueda obtener la energía y el regocijo necesario para otros asuntos de la vida.

 

Imam Ali (la paz sea con él) tiene una frase hermosa al respecto. Él en una recomendación a su hijo, Imam Hasan (la paz sea con él) dice:

 

Alguien que los tesoros de este y otro mundo estén en sus manos, te ha dado la llave de estos tesoros. Pues, cada momento que quieres, puedes abrir las puertas de los tesoros a través su llave, es decir: la oración y el rezo. Según Imam Ali, se puede alcanzar los tesoros de este y otro mundo a través de la oración.