Ago 31, 2016 08:06 UTC

Estimados oyentes en el programa de hoy hablaremos sobre la salud mental de los niños en la familia.

Indudablemente, un niño aprende viendo el comportamiento de aquellas personas que viven a su alrededor, y los padres son los primeros ejemplos, de ellos aprende muchas cosas. El menor  obtiene

sus características sociales del ambiente familiar y tras observar la conducta de sus progenitores, entiende lo que tiene que hacer. Sin duda, las relaciones sanas y correctas de los padres con sus hijos,

preparan el terreno para el crecimiento y la salud mental de un niño.
La experiencia ha mostrado que aquellos niños que gozan de una amabilidad suficiente en el ambiente de la familia, cuando crecen, se convierten en unas personas amables y agradables. Pero al contrario, la mayoría de las personas que están privadas de la amabilidad familiar, no puede amar a los demás.
Mientras tanto, los padres tienen que respetar unos reglamentos a la hora de amar a sus niños. La carencia de la amabilidad en el ambiente familiar es horrible, pero ofrecer también una mayor amabilidad, creará problemas en la familia. Ya que, la amabilidad radical, provoca que el niño se convierta en una persona perezosa y la carencia de esta característica en el ambiente de la familia también originará depresión.

 

Las familias se dividen en 3 partes a la hora de enfrentarse con sus hijos:

Algunas familias toman métodos y vías muy fáciles. En estas familias, no se atienden los comportamientos sociales de los menores y de los miembros de la familia, y mucho menos el cumplimiento de los

reglamentos, las costumbres y tradiciones sociales y familiares. Cada persona hace lo que quiere y los miembros de esta familia son indiferentes ante lo que realizan los demás.

 En dichas familias, los padres no realizan ningún control en los comportamientos de sus niños y debido a la desatención de ellos, se observa un tipo de desequilibrio espiritual en sus miembros, especialmente los niños.

Aquellos niños que crecen en estas familias, no aceptan ninguna responsabilidad seria y es poco el nivel de su compromiso ante las leyes sociales.
 

Por otra parte, existen familias muy dictadoras.

En estas familias, los padres solicitan a sus hijos que acaten sus órdenes sin ninguna condición y no aceptan ningún pretexto al respecto.

El dictador que mayormente es el padre de familia, decide el lugar de todos los miembros de la familia y determina sus deberes. Los hijos de estas familias no pueden decidir por sí mismos, tienen poca

innovación y no son curiosos. Los niños de las familias dictadoras reciben mucha influencia de los demás en los terrenos sentimentales y psicológicos.

Hafman, uno de los psicólogos que realiza investigaciones al respecto dice:

Aquellos niños que crecen en familias dictadoras, obedecen todo lo que les dicen, pero mayormente su comportamiento va acompañado de insultos. Estos niños sienten mucha inseguridad y no tienen la

independencia suficiente. Ellos mantienen débiles relaciones sentimentales y no se observa el sentimiento de liderazgo ni la confianza en sí mismos.
 

Ante estos dos tipos de familias, existen familias que son fuertes y equilibradas.

El ejemplo que otorga las enseñanzas religiosas del Islam para una familia exitosa es el poder de los padres unido con el equilibrio de sus dichos y hechos. En estas familias, se observa un poder lejos de la dictadura y todos los miembros respetan los principios de la familia.

 

Ahora, explicaremos las características de estas familias en el comportamiento con los niños según las enseñanzas del Islam.
La religión del Islam señala que uno de los principios correctos del comportamiento humano es la existencia del equilibrio en las relaciones familiares. Según el Islam, el radicalismo y la exageración en las relaciones entre los miembros de una familia no son adecuados. Con base en lo dicho, los líderes de esta religión divina consideran incorrecto tener un comportamiento dictatorial en la familia.

 

Por ejemplo: el Hazrat Ali (la paz sea con él) en una frase dice:

 

Cada persona tiene raciocinio y pensamiento; pues, se educa por medio de la

recomendación y cortesía no a través del insulto y el maltrato.
En estas  familias, cada niño se anima a tener un comportamiento independiente y de libertad en su pensamiento. Mientras tanto, los padres imponen un tipo de limitación y control en sus hijos. En estas familias, existe una amplia relación verbal entre el hijo y sus padres en un ambiente caluroso y amistoso. Una de las características de estas familias es el establecimiento de una orden verdadera en los comportamientos de los miembros. Los padres para impedir al niño de hacer algo, le explican sobre los perjuicios de dicho acto. En estas familias, el hijo, dada su edad, tiene que aceptar unas responsabilidades que se dan según el nivel de su poder.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) en una frase dice:

Dios agradece a aquellos padres que ayudan a sus hijos a tener una educación correct. Le preguntaron: ¿los padres cómo pueden ayudar a

 sus hijos al respecto? Él dijo: los padres tienen que aceptar todo lo

que realiza su hijo a nivel de su poder, no deben solicitarle lo que él

no puede hacer y no lo obliguen a realizar pecado.
Respetar al niño, fortalece el espíritu de la independencia y la confianza en sí en él y le ayuda para el crecimiento de su personalidad. Cuando los padres respetan a sus hijos, gradualmente, se fortalece el espíritu de aceptar responsabilidad en ellos. Los líderes religiosos han recomendado mucho a respetar y amar a los niños. Ya que, la amabilidad y el respeto provocan su tranquilidad espiritual y destruyen el sentimiento de la humillación y desconfianza en los niños.

El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) en una frase dice:

Amen a sus hijos. Dios no se molesta por ningún acto excepto cuando se maltrata a mujeres y niños.
En estas familias, los niños sienten un poder especial. Este sentimiento se convierte en un elemento para impedir que realicen actos negativos en la sociedad. Actualmente, los científicos consideran que las malas relaciones familiares y el sentimiento de desconfianza son elementos que provocan culpabilidad y delito en los niños y los adolescentes. Si el ambiente de crecimiento infantil es sano, existe la esperanza de que el niño se convierta en una persona útil y eficaz en el futuro de su sociedad. El tipo de las relaciones de los padres y  la manera de su comportamiento ante sus hijos, pueden considerarse como elementos para la caída o el crecimiento y la elevación de sus hijos.


Otra característica de las familias sanas y equilibradas es realizar sus promesas. Esta característica hace más amistosa las relaciones familiares e impide muchos problemas en el ambiente de la

familia. El Imam Reza (octavo Imam de los chiíes del mundo) dice:

Cuando dan una promesa a sus niños, tienen que cumplirlo ya que, esto aumenta su confianza. Indudablemente, cuando los padres prometen, sus hijos se convierten en personas responsables y fiables.
 

Queridos oyentes, en el siguiente programa, todavía plantearemos algunos asuntos sobre la salud mental de los niños.