Derechos humanos islámicos 40
Oct 24, 2016 07:52 UTC
En el programa anterior estudiamos el derecho de la seguridad. En este programa continuaremos el caso en relación con las estrategias de garantizar este importante derecho humano.
Las personas viven en una sociedad como ciudadanos bajo un compendio de derechos y libertades naturales y humanas. Las leyes son un complejo de reglamentos generales que son elaboradas por autoridades capacidades al respecto. Estos reglamentos determinan las relaciones entre los miembros de una sociedad con el gobierno y son equitativas para todos. La ley es la parte fundamental de cada estructura ya que, se considera el único elemento que puede organizar diferentes peticiones de las personas en una sociedad y crear una solidaridad social entre ellas. De una forma que si la ley no existiera, los miembros de una sociedad estarían a la deriva y no sabrían ¿qué responsabilidades tienen y cómo deben realizarlas? En realidad, es la ley que determina los deberes necesarios de cada miembro de una sociedad. Pues, no solo un país necesita leyes para su continuación, sino que las estructuras sociales de cada comunidad también necesitan leyes para evitar disturbios y crisis.
La soberanía de la ley es uno de los principios jurídicos según el cual, la realización de todos los asuntos políticos, administrativos y judiciales, y la adopción de cualquier decisión por parte de las autoridades y responsables, se debe basar en la ley. Este principio es obligatorio para evitar la tiranía de los gobernantes y responsables de una sociedad en la administración de los asuntos y evitar el enfrentamiento con los ciudadanos.
Un sistema jurídico es adecuado cuando considera completamente todas las dimensiones físicas y espirituales de una persona y su objetivo sea el alcance de las personas a la prosperidad eterna, sin embargo, este sistema bajo ninguna condición se entrega a una sola persona que tanto tenga una vida individual como social.
Según el Islam, una ley es adecuada cuando se encuentra en el marco del sistema moral y concordante con el objetivo del sistema jurídico adecuado, es decir: la prosperidad eterna de las personas y su acercamiento a Dios.
La comunidad islámica al igual que todas otras comunidades, necesita leyes generales para mantener su orden y solidaridad. Ya que la libertad ilimitada de las personas provoca la destrucción de la sociedad. Pero, la pregunta es: ¿Quién determina estas limitaciones? Y ¿cuál ley dirige al pueblo islámico hacia el objetivo, humana o divina?
Según el Islam, de ahí que los veredictos y reglamentos, tanto personales como sociales, tienen que ser concordantes con los intereses verdaderos de los miembros de una sociedad y la razón humana es incapaz de descubrir reglamentos adecuados al respecto, pues, el ser humano no puede y no debe establecer la ley, solamente es Dios, Quien tiene el derecho de establecerla ya que:
Primero: Dios es poderoso y misericordioso y conoce todos los intereses mundanos y eternos de las personas y las mejores vías para obtener dichos intereses
Y segundo: Él no se encuentra bajo la influencia de las pasiones y peticiones mundanas. También, el Creador del universo es el dueño completo y verdadero de todas las personas. Por eso, en la estructura política del Islam- al contrario de los movimiento occidentales- no existe ningún lugar para que los miembros de una sociedad establezcan la ley, solamente tienen que ejecutar los reglamentos y órdenes divinas.
Según el Islam, solamente Dios tiene que establecer la ley, es decir: Él directamente o a través de las revelaciones divinas la establece o sea, dichas leyes se explican mediante las palabras de los profetas o imames. Una parte de dichos reglamentos es fija y otra parte cambia dependiendo de las condiciones de los gobiernos en una sociedad.
En el sector ejecutivo, Dios no observa la ejecución de las leyes por el pueblo, éste deber se realiza por una persona que sea responsable de la realización de las leyes; pues, aquella persona en primer lugar, es el profeta de Dios (la paz sea con él y sus descendientes) en segundo lugar, son los imames, y en tercer lugar es alguien que el profeta o imam determine para este cargo.
Una de las más importantes características de los reglamentos divinos es su relación con la moralidad. El buen humor de los profetas divinos provoca que las enseñanzas religiosas penetren en el corazón de las personas y los creyentes respeten y acaten los reglamentos con una tranquilidad absoluta. En su creencia, las órdenes divinas son basadas según los intereses verdaderos y valores morales. El equilibrio y el respeto a los valores morales en el espíritu de las personas, les crea un tipo de obediencia espiritual y les obliga a respetar también la ley. Los miembros de una comunidad en la que se respete los valores morales, naturalmente tienen una mayor tendencia a respetar la ley.
Sobre la base de las enseñanzas islámicas, todas nuestras medidas tanto en la vida personal como familiar e incluso, las relaciones externas tienen reglamentos determinados y el Islam ha establecido unas leyes para todos los aspectos de la vida humana, algunas de ellas son jurídicas y sociales. El Islam incluso tiene una ley sobre las creencias falsas de las personas, en la aleya 12 de la sura de Las Habitaciones Privadas dice:
¡Creyentes! ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto? Os causaría horror... ¡Temed a Alá! Alá es indulgente, misericordioso.
La vida humana es el abastecimiento de las necesidades materiales y espirituales que se obtienen a través de la ayuda y colaboración mutua de las personas y esta cooperación mutua requiere reglamentos. También muestra soluciones para las probables discrepancias que se crean en la sociedad y establece reglamentos sociales. Este aparato poderoso es el mismo sistema gubernamental.
Fundamentalmente, el gobierno es necesario en el Islam que ejecuta los reglamentos de la religión. Ya que, la persona es un ser social y el Islam es una religión que responde adecuadamente las necesidades y peticiones legítimas de la sociedad. Indudablemente, si en una sociedad no existiera un gobierno, la vida masiva sufrirá disturbios ya que, la eliminación de las discrepancias personales y sociales necesita leyes, pero esta no es suficiente; ya que, necesita organizaciones y personas para ejecutarla.
Indudablemente, la soberanía de la religión y del sistema islámico -al igual que cualquier otro sistema- no se cumple con la esperanza, sino que requiere la presencia del pueblo y su unidad. El pueblo al aceptar al gobernador de un país islámico, ejecuta los principios de la religión divina en la sociedad. Por eso, el gobierno islámico nunca se realiza sin la petición y voluntad popular. La diferencia fundamental del gobierno islámico con los gobiernos opresores es que el islámico es un gobierno popular y no se ha implantado a la fuerza ni obligación sino que, se basa en el interés del pueblo a la religión y la soberanía islámica, mientras el pueblo goce más de las enseñanzas religiosas, respete los veredictos religiosos y cuente con una mayor unidad y solidaridad divina, el gobierno islámico gozara de estabilidad y podrá alcanzar más sus objetivos.
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