Saludos a todos los estimados oyentes. Estamos con ustedes con un programa más de la serie “Estados Unidos en la semana que pasó” y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales de EE.UU.

El pasado miércoles, se llevó a cabo en un ambiente tenso, el tercer debate televisivo de los candidatos a las elecciones presidenciales de EE.UU., en el que fueron tratados temas como la filtración de los documentos de WikiLeaks sobre Clinton, la inmigración, la política exterior así como el escándalo moral de Donald Trump. Este debate al igual que el anterior estuvo acompañado de agresiones verbales entre los dos candidatos, sobre todo, acerca de la política exterior y la inmigración.

En este debate que tuvo lugar en Las Vegas, en el Estado de Nevada, la candidata demócrata, Hilary Clinton, tras alegar que Rusia está espiando al gobierno estadounidense e influyendo en los comicios presidenciales,  señaló que Trump lo ha apoyado y animado. Además, declaró que el presidente ruso Vladimir Putin, prefiere tener una marioneta como mandatario de EE.UU.  Por su parte, Trump, haciendo hincapié en las palabras de Clinton, dijo no conocer a Putin y que no es su amigo; también especificó que, al contrario de la Casa Blanca, el presidente ruso ha logrado éxitos en sus políticas regionales. Si bien las revelaciones sobre Trump sobre acosos sexuales de mujeres  provocaron durante las últimas semanas una controversia en la comunidad estadounidense e incluso fuera del país, el candidato republicano las consideró como un cuento inventado por la campaña electoral de Clinton y, aseguró no haber cometido ningún error. Acusó también a la campaña electoral demócrata de haber generado disturbios en sus campañas electorales. Asimismo, hizo referencia una vez más al tema del fraude electoral y, agregó que Clinton no debería estar participando en las elecciones por el asunto de los correos electrónicos y también por otros delitos que ha cometido. Los candidatos en otras partes de este debate también discutieron sobre el uso de las bombas nucleares, la situación económica de EE.UU., los impuestos, recibir apoyo de Arabia Saudí y las políticas estadounidenses en Siria e Irak.

En reacción a las declaraciones del vicepresidente estadounidense, Joe Biden sobre el ataque cibernético contra Rusia, Putin manifestó que es la primera vez que Washington reconoce participar en tales acciones a las que consideró como contradictorias con las normas de las relaciones internacionales y  una amenaza contra su país. Asimismo, apuntó que Rusia no busca enfrentarse con EE.UU.  ni  desea que duren las discrepancias entre ambos gobiernos. “A juicio de Putin, la gravedad en las relaciones actuales entre Rusia y EE.UU. no tiene nada que ver con la crisis de Siria, sino por los desacuerdos de ambos lados sobre la crisis de la exYugoslavia” ya que, EE.UU. pretende dominar el mundo e imponer sus ideas a otros países.

Mientras las nuevas posturas de Putin ante EE.UU. han llevado a que Moscú no desee continuar con el proceso actual que existe entre estos dos poderes internacionales, las posiciones y las declaraciones de los funcionarios estadounidenses indican algo diferente a lo que pretende Putin; la clara amenaza de las autoridades estadounidenses, Joe Biden entre otras, en cuanto al ataque cibernético contra Rusia es una prueba al respecto. Por lo visto, ahora con el aumento de las rivalidades en las campañas electorales,  las autoridades de Washington están aprovechando para hacer ataques propagandísticos contra Rusia y llevar a cabo probablemente los ataques cibernéticos contra el país ruso.

En efecto, EE.UU. llevaría a cabo probablemente este atentado bajo el pretexto de los ataques cibernéticos realizados por agentes rusos contra las entidades gubernamentales y en las elecciones de EE.UU., contra la sede del Partido Demócrata, entre otros. No obstante, ciertas autoridades estadounidenses reconocen que es imposible demostrar definitivamente el rol del Gobierno ruso en manejar las operaciones cibernéticas citadas contra EE.UU. Los rusos opinan que, debido a que los funcionarios estadounidenses no son capaces de hacer un análisis realista sobre los asuntos electorales, intentan justificar sus fracasos en las campañas electorales, atribuyéndolos a otros países.

El pasado 18 de octubre, el ministerio de Defensa chino difundió un comunicado en el que expresó su preocupación por la maniobra conjunta entre EE.UU. y Corea del Sur llevada a cabo en la región. Al parecer,  la preocupación china se debe a que el portaaviones estadounidense ‘Ronald Reagan’ participa en la maniobra citada. China y Corea del Norte creen que EE.UU. con sus estrategias, intenta concentrar sus fuerzas militares en el este de Asia; Pekín particularmente las considera como una amenaza contra sus intereses y su soberanía nacional; por lo cual, tomarán serias medidas en respuesta a cualquier amenaza por parte de EE.UU.
Si bien, China ha calificado las pruebas nucleares de Corea del Norte como contrarias con las normas internacionales y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y, de vez en cuando, advierte a este país que evite estas acciones, los cambios de la región, sobre todo, las amenazas de EE.UU. en el marco de las maniobras conjuntas con Corea del Sur, han hecho que Pekín junto con Pyongyang se encuentren en una misma fila contra EE.UU. Corea del Norte cree que,  debido a las maniobras conjuntas realizadas con Corea del Sur, el Gobierno estadounidense amenaza la seguridad de la región; China a su vez tiene el mismo punto de vista sobre la actitud de EE.UU. en Asia. Rusia también comparte la opinión de China y Corea del Norte ante las políticas expansionistas del país norteamericano en el norte y este lejano, lo cual ha hecho converger a estos tres estados en contra de Washington. China y Corea del Norte están inquietos por las medidas políticas-militares de EE.UU. en Asia y, por otro lado, Rusia también ve amenazados sus intereses y  los de sus aliados, Japón entre otros.           

Estimados oyentes, hemos terminado el programa de hoy y nos despedimos de todos ustedes hasta la próxima semana.