Saludos a todos los estimados oyentes de la Voz Exterior de la Republica Islámica de Irán. Estamos con ustedes con un programa más de la serie “Estados Unidos en la semana que pasó” y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales de EE.UU.

Una semana y media después de haber ganado las elecciones en  los Estados Unidos, Donald Trump empieza a nombrar a conservadores de tendencia derechista para la CIA y la Fiscalía General.

Ya está asegurada la elección de senador del estado de Alabama (sur de EE.UU.) Jeff Sessions,  del general retirado y exoficial de Inteligencia, Michael Flynn,  y del congresista del estado de Kansas (medio oeste de EE.UU.) Mike Pompeo, para ocupar cargo del fiscal general, asesor de seguridad nacional y director de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, en inglés), respectivamente.
El senador Sessions, es considerado uno de los más conservadores de la bancada republicana,  un firme opositor a la reforma migratoria y defensor del muro en la frontera con México, a la vez critica con energía toda iniciativa para legalizar la situación de los inmigrantes sin papeles. Y debido a sus declaraciones racistas contra los negros y algunas de sus observaciones sesgadas acerca del grupo racista conocido como el "Ku Klux Klan" en 1980 ,  ha sido criticado como fiscal de Alabama. El senador también fue férreo partidario de la invasión de Irak, además tiene perspectivas muy anti iraníes, y es uno de los que calificó el acuerdo nuclear con Irán, como “muy peligroso”.

Por su parte, Pompeo, escogido para la jefatura de la CIA, tiene tendencias islamofobas y es cabeza de unos planes antiraníes en el Congreso de EE.UU. además de ser uno de los más extremistas representantes del Cámara de Representantes contra el acuerdo nuclear con Irán. También ha acusado a líderes musulmanes estadounidenses de ser potenciales cómplices, con su silencio, de actos de terrorismo contra Estados Unidos.
Mike Flynn, la opción de Trump como consejero de Seguridad Nacional, también es uno de los críticos Del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) y tiene un largo historial de la postura anti-islámica.
El nombramiento  de estas  personas racistas y fanáticas para su Administración ha provocado muchas reacciones negativas. El Consejo de Relaciones Americano- Islámicas (CAIR) expresó su preocupación al respeto.
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El Congreso de EE.UU., controlado por los republicanos, aprobó el pasado jueves un proyecto de ley que prohíbe la venta de  más de 100 aviones a Irán, una medida que vulnera el acuerdo nuclear.
Los legisladores estadounidenses a través de esta legislación piden prohibir al Departamento del Tesoro emitir licencias de bancos estadounidenses para hacer cualquiera transacción financiera relacionada con la exportación de aviones de pasajeros a Irán. La medida necesita la aprobación del Senado para convertirse en ley. El Gobierno de Barack Obama a punto de finalizar, reiteradas veces destacó que el presidente norteamericano vetará la iniciativa.
Al mismo tiempo, la Cámara baja de EEUU adoptó unos días atrás  la renovación de la Ley D’Amato . Una ley aprobada hace 20 años para presionar la industria petrolera persa, la cual provocó muchos daños para los socios económicos de EE.UU. Esta ley estipula sanciones a empresas que inviertan más de 40 millones de dólares anuales en el sector del petróleo o del gas en Irán.

Tales esfuerzos se clasifican como otro episodio de  las medidas antiraníes del Congreso estadounidense. Al parecer estas medidas se ubican en la misma línea de la perspectiva de Donald Trump, quien prometió revisar el llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) sobre el programa de energía nuclear iraní, además de intensificar presiones sobre el país persa.
Sin embargo,  esta posición anti iraní se ha enfrentado con la oposición de sus aliados europeos. A juicio de la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, dicho pacto “no es un acuerdo bilateral entre Irán- EEU.UU.” sino “multilateral” entre Irán y el Grupo 5+1, al cual  EE.UU pertenece y que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene el deber de garantizar su cumplimiento "durante toda la duración del acuerdo, que son 10 años". Incluso,  otros miembros del Grupo 5+1, como Rusia y China, están en desacuerdo con la visión de los republicanos norteamericanos.
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La renuncia del jefe de Inteligencia de EE.UU. a su cargo, figura entre otras novedades de la semana pasada. El director de lnteligencia Nacional de los Estados Unidos, James Clapper, entregó su carta de renuncia después de 6 años en el cargo  a Barack Obama y a los miembros de  la Comisión Especial de la Cámara de Representantes de EE.UU. Clapper indicó así que permanecerá en el cargo hasta el final del mandato del presidente en funciones, Barack Obama, pero no quiere ocuparlo más durante el tránsito de presidencia. La renuncia de Clapper como director de la principal entidad de inteligencia de EE.UU, que se responsabiliza de la coordinación entre organizaciones y entidades de seguridad e inteligencia del todo el país, se considera el inicio del proceso de la transición del poder y el cambio de las autoridades con las desfavorables políticas y propósitos de Donald Trump.

Durante la campaña electoral a las presidenciales de EE.UU,  usó a Rusia de cometer ciberataques para penetrar los sistemas utilizados en el proceso político del país norteamericano.  Sin embrago Moscú califica de absurdas las acusaciones de EE.UU., acerca de misma  interferencia y destacó  “No es la primera vez que nos enfrentamos a este tipo de declaraciones, tal vez, sea la primera vez que EE.UU. mezcla los temas de las recientes elecciones a la Duma del Estado y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Este es un nuevo nivel de absurdos”. Cabe recordar que Clapper aseguró que el presidente de Rusia, Vladimir Putin pretendía obligar a EE.UU. aceptar a Moscú como un gran poder internacional. De hecho,  se pude notar dos motivos principales sobre la renuncia de Clapper, el primero, para dejar claro que no estará a las órdenes del magnate como un ultraderechista, que piensa en realizar cambios fundamentales en los planes y medidas de EE.UU. El otro motivo tiene que ver con la posición de Trump ante Rusia. Trump ha prometido normalizar las relaciones con Moscú, mientras durante el mandato de Obama, las diferencias entre Moscú y Washington sobre cuestiones y crisis regionales e internacionales alcanzaron su punto máximo.
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La Corte Penal Internacional (CPI) condenó el pasado martes  a  EE.UU. por cometer crímenes de guerra.  Según las investigaciones, las fuerzas estadounidenses y de la CIA  cometieron “crimen de guerra, sobre todo tortura” y “violaciones sexuales” en Afganistán entre 2003 y 2004. Fundamentándose en los resultados,  las fuerzas estadounidenses a la hora de interrogar a los detenidos en las cárceles clandestinas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) en este país asiático, cometieron crímenes de guerra.
Al parecer,  esta medida de la Corte Penal Internacional (CPI) en acusar a EE.UU., ha sido calificada como un gran paso en dirección del procedimiento judicial  contra los actos criminales de los militares y agentes de inteligencia de país norteño en Afganistán.

Hasta ahora EE.UU ha podido siempre presentarse  a sí mismo  como el proclamador  y defensor de DD.HH, que estudia anualmente el informe sobre DD.HH y el respeto a las libertades privadas y sociales de otros países, y hasta el momento ha condenado a muchos países de violación de DD.HH, pero ya es tiempo de ser testigos de cómo se comportará en caso de que él mismo, fuera acusado de haber violado los derechos humanos.