Dic 12, 2016 07:48 UTC

En el programa anterior hablamos sobre el derecho del abastecimiento social. En este queremos resaltar las medidas y métodos del gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) en el gobierno islámico para suministrar este derecho.

Las enseñanzas religiosas tienen en el terreno de las medidas del Hazrat Mohamad múltiples dimensiones para el cumplimiento de los objetivos del abastecimiento social. El gran profeta del Islam en sus políticas a corto plazo, siempre estudiaba la situación de los pobres y más necesitados de la sociedad como un principio obligatorio y realizaba todo lo que estaba a su alcance para ayudarlos. 

Mientras tanto, en su política general y a largo plazo en el terreno del abastecimiento de las necesidades básicas, decía que las personas al tener un trabajo y un capital adecuado, pueden sufragar sus gastos de vida. Por eso, él se oponía duramente a la ociosidad y mendicidad e insistía en la necesidad del trabajo y esfuerzo por obtener la bendición divina.

Múltiples narraciones históricas hablan de que aquel Hazrat antes de que alguien capacitado para  poder trabajar y obtener ingresos, le solicitara ayuda financiera, le decía: cada persona que solicite dinero de alguien, se le abrirán 70 puertas de pobreza ante él. Debido a estas recomendaciones, sus  compañeros habían alcanzado tanta autoconfianza y grandeza espiritual que si alguien estaba montado sobre el caballo y su látigo se le caía en el suelo, no solicitaba ayuda de nadie para recogerlo. 

En  cuanto a esta política, el Hazrat había ejecutado amplias medidas para crear una economía sana y eficaz.

El comercio y negocio también tenían mucha importancia para el profeta de Dios que para mejorar el funcionamiento del mercado, advertía sobre negocios ilegales como la usura, acaparamiento y la venta de productos sobrevaluados; además insistía en otros asuntos como la liberación de las actividades económicas, la necesidad de respetar los acuerdos, respetar los bienes del pueblo, la colaboración entre los vendedores de un producto, tener justicia en los negocios y economizar los ingresos y supervisar fielmente la buena ejecución de estos mandatos en el mercado.

Con la ejecución de estas políticas, el Hazrat Mohamad quería evitar la concentración del capital en manos de unas pocas personas y facilitar el cumplimiento del progreso junto con la justicia. Esta política no solo concluirá con la reducción de la pobreza sino que, conllevará la reducción de la demanda para los servicios del abastecimiento social.

Las participaciones populares llamadas actualmente como colaboraciones generales, se consideraban una de las bases principales de las políticas del abastecimiento social del gran profeta del Islam. Basándose en las motivaciones religiosas y solidaridades sociales, continuamente animaba a los musulmanes, especialmente a los ricos a ayudar a los pobres de la sociedad. La ejecución de esta política fue una prioridad en la agenda del día del profeta del Islam desde los primeros días de la invitación de aquel Hazrat en la Meca.

Durante todos los años antes de la Emigración del profeta y los primeros años después de este hecho, las participaciones populares han sido la única fuente de los gastos generales como el abastecimiento de las necesidades de los pobres, el presupuesto de la guerra, la construcción de los lugares públicos como las mezquitas, los puentes, las carreteras y la construcción de unos centros que producían ingreso para la sociedad como jardines, centros comerciales y productivos e invertir en los asuntos culturales como la propagación del Islam y la elevación del nivel de la educación general.

Tenemos un Hadiz de Abu Said Jadari que dice: estábamos viajando cuando vimos a un hombre que venía montado sobre un caballo y continuamente miraba a su otro caballo que andaba detrás de él. El gran profeta del Islam decía: cada persona que tiene más de un caballo, debe donarlo a alguien que no tiene. Cada persona que tiene un excedente de comida, debe entregarlo a alguien que no tiene comida. 

 

Después, aquel Hazrat dio un discurso enérgico sobre la división de los bienes y la responsabilidad de los compañeros en el viaje y nosotros llegamos a la conclusión que no tenemos ningún derecho sobre nuestros bienes adicionales y tenemos que ponerlos en el camino de Dios y los intereses del pueblo.

Desde el punto de vista histórico, el desarrollo de las fuentes legales del abastecimiento social se considera la última medida realizada para el establecimiento del sistema de abastecimiento social en el inicio del Islam. Hay que atender que el gobierno islámico debido a tener una antecedencia religiosa y diversas responsabilidades que ostentaba para dirigir las ayudas voluntarias hacia el establecimiento de la justicia social y el complemento espiritual, desempeñaba un papel relevante en todas las estrategias del abastecimiento social.

Las primeras fuentes legales de los ingresos del gobierno eran los bienes excedentes, las riquezas naturales y Joms, es decir: una quinta parte de la riqueza de cada persona debe donarlo al gobernador islámico. En la jurisprudencia de los chiíes, los bienes excedentes son algo que el gobernador islámico es su dueño. Como las tierras ocupadas por los musulmanes sin guerra. Los bosques, las valles, montañas y todo lo que existe en ellas, los jardines que no tienen dueño, minas y mares. Por otra parte, existía algo llamado Joms según lo cual, una quinta parte de la riqueza e ingreso de cada persona que se obtiene a través del cultivo, el comercio, la investigación u otros trabajos y son adicionales de las necesidades anuales de una vida normal, pertenecen a los pobres de la sociedad.

En el octavo año de la Emigración, la ley del azaque se anunció al profeta del Islam con la revelación de la aleya 103 de la sura del Arrepentimiento. Esta aleya dice:

¡Deduce de sus bienes una limosna para limpiarles y purificarles con ella! ¡Y ora por ellos! Tu oración les sosiega. Alá todo lo oye, todo lo sabe. 

 

Con base en esta ley, aquel Hazrat recibió azaque de trigo, cebada, dátiles, pasas, vaca, cordero, camello, oro y plata. También la ley de Yazie se anunció al profeta del Islam con la revelación de la aleya 29 de la sura del Arrepentimiento. Yazie en el Islam significa un impuesto que se recibe de un no musulmán que vive en el gobierno islámico y goza de sus beneficios. En esta aleya leemos:

¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Alá ni en el último Día, ni prohíben lo que Alá y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!

Al principio del Islam, las estrategias del gobierno y las entidades legales en el terreno de los bienes públicos, tenían diferentes aspectos en el terreno del abastecimiento social. El primer asunto al respecto era la existencia de unas exenciones en el pago de los impuestos. Imam Ali  (la paz sea con él) en una de sus cartas a los responsables de la recepción del impuesto escribe: no deben obligar a la gente a pagar impuesto fuera de su poder económico, deben comportarse con justicia con ellos y tener paciencia en sus comportamientos.

El segundo asunto es que la regla general en la determinación del nivel de los salarios de los funcionarios del gobierno era el abastecimiento de las necesidades vitales.

El tercer asunto era el uso de las fuentes legales de los ingresos gubernamentales para el abastecimiento de las necesidades obligatorias del pueblo. Tal como dijimos en el estudio de los objetivos del suministo social al principio del Islam, el abastecimiento de las necesidades de los estratos débiles de la sociedad como los pobres, los deudores, los esclavos, los ancianos y enfermos ha sido la primera prioridad del consumo y el más importante objetivo del establecimiento de estas leyes.

Uno de los asuntos muy importantes en el estudio de la situación de los pobres en los gobiernos islámicos, es el nivel de su sensibilidad. El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dice que el objetivo de su misión divina no es la recolección de dinero sino que es dividirlo entre el pueblo en el camino de Dios y donarlo a los pobres. A este respecto, tenemos múltiples narraciones de la vida práctica del Hazrat Mohamad y el Imam Ali que contienen lecciones muy importantes para los líderes de la comunidad mundial