Mar 11, 2016 07:29 UTC

En las recientes décadas, el trastorno de la preocupación, considerado uno de los problemas psicológicos del ser humano, ha sido estudiado por los psicólogos desde diferentes aspectos. Diversas teorías de la psicología, han planteado múltiples soluciones para prevenir o tratar este trastorno que aun así, que han tenido resultados valiosos.

 La tranquilidad mental, es uno de los asuntos que desde hace mucho tiempo, se consideraba como un índice de una persona sana y normal. De ahí que el pensamiento religioso tiene un dominio completo en todas las dimensiones del ser humano, y ha entregado soluciones completas para prevenir o tratar los problemas mentales del ser humano y dirigirlos hacia una tranquilidad verdadera. Los textos islámicos están llenos de conceptos en los que se ha atendido mucho la tranquilidad espiritual de las personas en la sociedad.

En el pensamiento religioso, el principal elemento que origina la preocupación es cortar la relación con Dios y olvidar su recuerdo en la vida. Este asunto conlleva múltiples consecuencias negativas para el ser humano, siendo uno de ellos la imaginación de creencias ilógicas y la visión infundada sobre la vida. Este tipo de pensamiento provoca que la persona tenga una visión negativa de todo el universo que finalmente concluye con la desesperanza y depresión. En el pensamiento religioso, el ser humano al relacionarse con la fuente principal del poder en el mundo, es decir: Dios, propicia el terreno para enfrentarse contra los trastornos psicológicos.

Los médicos han entregado dos conceptos positivos y negativos para la tranquilidad espiritual de las personas. Según ellos, una tranquilidad que no está unida a la innovación y actividad es negativa mientras una tranquilidad positiva está unida con motivaciones constructivas. Dando un vistazo a las enseñanzas del Islam, entendemos que esta religión siempre ha reprochado la desesperanza que perjudica la tranquilidad. En la lógica de esta religión, una tranquilidad es valiosa cuando esta enlazada con el pensamiento y esfuerzo.

Algunas veces, nuestra sensibilidad, preocupación o el miedo sobre los próximos acontecimientos ocasionan pasividad que nos quedamos inmóviles, una conducta que deja influencias negativas en nuestra voluntad. Este asunto es completamente negativo, ya que en esta situación, nosotros no podemos realizar ninguna actividad. Pero, cuando una persona tiene buenos pensamientos y paciencia, entonces en su casa y alrededor domina la tranquilidad y obtiene una voluntad firme para enfrentar los problemas.

Por esta misma razón, emplear las enseñanzas religiosas, otorga este poder a las personas y las prepara para enfrentarse contra las dificultades.

William James dice: las olas fuertes del océano, nunca pueden dañar la tranquilidad que existe en la profundidad del mar. Aquellas personas que piensan en grandiosas realidades, durante los altibajos de la vida, nunca saldrá dañada su tranquilidad interna. Una persona religiosa está lejos de cualquier preocupación y tiene paciencia ante los sucesos mundanos.

Algunos individuos continuamente recuerdan amargos sucesos de su pasado y al recordar sucesos terribles que han tenido que vivir anteriormente, sienten tristeza y molestia. Los psicólogos dicen: aquellas personas que aún están bajo la influencia de sucesos pasados desagradables, pierden su capacidad y fuerza. Es decir: en lugar de esforzarse en crear buenas condiciones para vivir, dejan sus actividades constructivas. Si estas personas entienden las realidades de su vida y emplean sus capacidades ocultas, se convertirán en personas útiles para sí mismas y la sociedad. Pero, debido a que están preocupadas por su pasado, dejan su vida actual que es activa y alegre. Estos individuos pasivos, intencionalmente o no, se torturan con sucesos que nunca podrán cambiarlos. Esto es porque, ellos consideran que aún están ligados con sus problemas pasados, no permitiendo que tengan un futuro sano y activo.

El resultad de este pensamiento es que estas personas realizan comportamientos ilógicos y siempre sufren problemas psicológicos. Hay que pensar lógicamente al respecto. ¿Los sucesos pasados tienen tanta importancia que nos dirigen hacia la desesperanza y depresión? Los acontecimientos que han ocurrido en el pasado, solamente son unas experiencias valiosas; pues, es necesario que no recibamos influencias negativas de los amargos sucesos anteriores. Tenemos que tomar lección de lo que ha ocurrido en el pasado, usar las oportunidades existentes y obtener una solución adecuada para el futuro. El Hazrat Ali (la paz sea con él) en unas palabras sobre usar las oportunidades dice:

¡Oh! ¡El hombre! Ahora que tienes un cuerpo sano, una lengua clara y una voluntad firme, debes esforzarte en el camino de Dios antes de que pierdas las oportunidades y llegue la muerte.

Aquellas personas que han entendido estas realidades que los problemas de la vida provocan el crecimiento del ser humano, acogen felizmente las dificultades y en múltiples casos, las dominan. Si la persona quiere obtener la victoria, tiene que eliminar de su vida la palabra no puedo y no se puede y esforzarse por alcanzar los objetivos supremos de la vida para que nunca se decepcione. Las enseñanzas del Islam han reprochado tanto la desesperanza que la consideran como uno de los grandes pecados. También, existen narraciones y aleyas en el sagrado Corán que desde diferentes aspectos han insistido en el caso de la esperanza y esfuerzo en la vida.

En un hadiz del séptimo Imam de los chiíes del mundo, se ha aludido a alejarse de los sentimientos negativos. Imam Kazem (la paz sea con él) en una frase dice: tienes que alejarte de la pereza y tristeza ya que, si es perezoso, no haces nada y si estás triste, no recuerdas a nadie.

Algunos psicólogos creen que aun que la existencia de problemas en la vida es algo normal, pero lo que provoca la tristeza del ser humano es la continuación de las presiones espirituales después de la creación de problemas y dificultades.

Aunque al principio es posible que un problema interno tenga raíz en un elemento externo, pero si echamos un vistazo minucioso, entendemos que la continuación de cualquier padecimiento, tiene una raíz interna. Un motivo que demuestra esta realidad es que en cualquier sociedad, vemos que diferentes personas muestran reacciones completamente diferentes ante sucesos semejantes. Por eso, al justificar este asunto, se puede decir que la depresión de las personas tiene una relación directa con su poder psicológico y sentimientos internos. Aun así, en las enseñanzas religiosas del Islam, se ha atendido mucho el cambio de las condiciones externas para la creación de una tranquilidad interna. Mientras tanto, los elementos internos en las personas, desempeñan un papel relevante en la creación de sus problemas mentales.

Ahora escuchamos una recomendación del Imam Sadeq (la paz sea con él) quinto Imam de los chiíes del mundo. Aquel Hazrat considera que lo necesario para tener una vida tranquila, equilibrada y segura es el optimismo y dice: Tienes que ser optimista para que tu corazón se tranquilice y tus trabajos se faciliten.

Queridos oyentes, nos despedimos de todos ustedes hasta una nueva emisión en la que analizaremos otro problema psicológico en las sociedades modernas.