Dic 19, 2016 07:52 UTC

En el nombre de Dios. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos humanos islámicos.

La religión del Islam además de considerar algunos derechos personales y generales para todas las personas, ha tenido  mayor atención a grupos humanos. Las mujeres son uno de los grupos humanos que dada sus características delicadas, ha recibido un gran respaldo en esta religión divina.
Actualmente, uno de los signos del desarrollo humano, es el nivel de la presencia de las mujeres y su papel en diferentes escenarios de la sociedad. Después de la segunda guerra mundial y la creación de las Naciones Unidas, la atención de los derechos de los estratos débiles y frágiles de la sociedad, tenía una sensibilidad considerable. Uno de estos estratos débiles de la sociedad que siempre se enfrenta con diferentes tipos de opresiones, son las mujeres.
En relación con los derechos de las mujeres, hasta el momento la ONU y los gobiernos han celebrado múltiples conferencias y reuniones en el escenario regional e internacional. Mientras tanto, a pesar de los progresos realizados, los informes de los medios de comunicación hablan de la terrible, preocupante y conmovedora situación de las mujeres en diferentes rincones del mundo. En la actualidad, la violencia, la ocupación, la tortura, la humillación, la furia y la preocupación son palabras conocidas para todas las mujeres del mundo. Mientras en algunas sociedades, las mujeres han podido alcanzar progresos considerables, sin embargo aún en la mayoría de los países no dan prioridad a los asuntos vinculados a las mujeres y ellas de diferentes formas – clara u oculta- se enfrentan con la discriminación y aislamiento en la sociedad.
El género es una realidad irrechazable en el sistema de la creación que divide al ser humano -desde el principio de la creación- en dos grupos completamente diferentes, es decir: hombres y mujeres. Esta antigua diferencia por un lado provoca la continuación de la vida humana y por otro propicia el terreno para un enfrentamiento y comparación permanente que nunca llegará a su fin.
Durante la historia, las mujeres además de encontrarse en un lugar inferior que el de los hombres, siempre han sufrido diferentes tipos de humillación e insulto. El género al lado de otros elementos, siempre ha provocado el surgimiento de diferentes formas de opresión contra la mujer que se observan claramente en todas las sociedad debido a las características especiales de ellas como la paciencia y amabilidad, elementos internos y el no acceso a los mecanismos legales del reconocimiento de sus derechos como elementos exteriores.
Aunque ha habido un gran crecimiento social y un cambio intelectual en la mayoría de los sistemas del mundo, sin embargo la discriminación entre los hombres y las mujeres aun es tanta que incluso en los países avanzados de la Nueva Civilización, las mujeres se enfrentan con el desconocimiento de sus derechos.
Aun así, la religión del Islam hace 14 siglos, ha planteado opiniones especiales en relación con la situación y los derechos de las mujeres en la sociedad.
El sagrado Corán al contrario de otros movimientos ideológicos e incluso, los libros celestiales, respeta la creación de la primera Dama y no considera diferente la raíz de la creación del hombre de la mujer. El Corán muy claramente en múltiples aleyas dice que ha creado a las mujeres del género de los hombres y de un alma igual que el de ellos. En la primera aleya de la sura de Las Mujeres leemos: ¡Oh gente! ¡Temed a vuestro Señor, que os creó de una sola alma y que creó de ella a su pareja y que, a partir de ambos, ha hecho surgir hombres y mujeres en abundancia!
Esta aleya dice que la creación de las personas tanto de hombres como de mujeres ha sido de un alma y de una única forma. Dios creó a Eva del género de Adán. El alma de Adán y Eva es única y su creación es de la tierra. En otras aleyas también muy claramente se han insistido en que la creación de los hombres y mujeres es igual y ninguno de ellos es más poderoso que el otro.
Esto es mientras que la Tora ha enfatizado en que las mujeres se han creado de un género más humillante que el del hombre y cree que la presencia de la mujer es la continuación de la presencia del hombre en el mundo y la mujer se ha creado del lado izquierda del hombre.
Pero, en el Corán no se ve estos privilegios para los hombres. Por ejemplo: la sura de Los Grupos alude a la creación única e igual de los hombres y mujeres y no considera ninguna diferencia entre ellos. En la aleya 6 de la sura de Los Grupos leemos: Él os ha creado de una sola alma, luego ha hecho de ella a su pareja.
El Corán considera una personalidad común para todas las personas, tanto hombres como mujeres y dice que todas las personas se han creado de una única alma. El mártir Motahari, gran filósofo contemporáneo persa, al criticar esta visión pesimista y humillante de los occidentales respecto a las mujeres dice: una opinión humillante que existía en el anterior y ha dejado unas influencias inadecuadas en la literatura del mundo, es que dicen que la mujer es el motivo del pecado; la tentación se levanta de la presencia de la mujer: la mujer es un diablo pequeño; en cualquier lugar del mundo que ocurre un crimen y pecado hecho por los hombres, seguramente existía una mujer; fundamentalmente el hombre está lejos de cualquier pecado en su interior y es la mujer quien dirige a los hombres hacia el pecado; el diablo no puede penetrar directamente en el interior de los hombres y solamente a través de una mujer, engaña a los hombres; tienta a la mujer y ella tienta al hombre.
Esto es mientras que el Corán describe el destino de Adán y Eva, y nunca habla del carácter negativo de la mujer y sus tentaciones contra el hombre sino que, cree que si cada uno de los hombres y mujeres perpetran un pecado, ellos mismos son responsables de sus actos. Ahí que se insiste en las tentaciones satánicas, el Corán dice: el diablo los tentó a ellos; el diablo dirigió a los dos hacia el pecado; el diablo juró ante Adán y Eva que no quiere nada sino solo su bondad y carisma.
También, según el Corán no existe ninguna diferencia entre el hombre y la mujer en recorrer las vías del acercamiento a Dios y obtener altos lugares en el otro mundo y en ese medio, el género no tiene ningún lugar. El Corán en múltiples aleyas ha especificado que el regalo divino y el acercamiento a Dios no se vinculan al género sino que se relacionan al acto en este mundo y la fe a Dios; tanto realizado por el hombre como por la mujer.
El sagrado Corán al lado de cada gran hombre santo, recuerda a una gran mujer santa y elogia a las esposas de Adán y Abraham y las madres de Moisés y Jesucristo. Si las esposas de Noé y Lot eran mujeres malas para sus esposos, recuerda a la mujer del Faraón como una gran dama que vivía con un hombre corrupto, pero nunca se alejó del recuerdo de Dios. Quizás, el Corán quiere mantener el equilibrio en sus narraciones y no limita en sus narraciones solo a los hombres como los únicos héroes.
Queridos oyentes, continuamos el asunto de los derechos de las mujeres en el Islam en el siguiente programa.