Derechos humanos islámicos 49
En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos humanos islámicos. Esperamos que sea de su agrado e interés.
Actualmente los asuntos vinculados al ámbito familiar y sus diferentes aspectos, cuentan con una importancia especial. Uno de los asuntos vinculados al ámbito de la familia, son los derechos y deberes de cada uno de sus miembros, y debido que el niño es el miembro más débil y quizás, más importante de una familia, sus derechos tienen una relevancia especial. Ya que, si los menores no cuentan con derechos especiales no podrían gozar de una buena salud física y espiritual ni tendrían una presencia útil y eficaz en la sociedad. Por eso, los asuntos vinculados con los derechos del niño son unos asuntos muy importantes y claves y cuentan con mucha importancia.
La atención de los asuntos del niño, especialmente sus derechos, siempre ha existido en diferentes movimientos y pensamientos humanos, pero aquí se plantea una pregunta: entre los movimientos existentes, ¿cuál sistema jurídico, es más completo y global y cuál movimiento además de presentar teorías supremas, ha entregado estrategias prácticas al respecto?
Generalmente en la sociedad actual, ¿el sistema jurídico de cuál movimiento se podría aceptar? En este medio, hay que señalar minuciosamente las opiniones de la religión celestial del Islam como la última y más global religión divina.
En las enseñanzas celestiales del Islam, todos los niños tienen derechos determinados y claros y todo el mundo no puede ejercer ninguna clase de violencia ni opresión contra ellos. Dios misericordioso reveló en la sura de La Abundancia sobre el respeto de las hijas y en las narraciones islámicas leemos que los profetas divinos recordaban a los niños como abundancia y a las niñas como bendición. Esto es mientras que antes de la llegada del Islam, los infantes se encontraban en una situación terrible entre los árabes y otros pueblos y no gozaban de ningún derecho.
Los padres mataban a sus hijos con cualquier pretexto para evitar pobreza y responsabilidad de sustento.
En este medio, las condiciones de las hijas eran más espantosas; los líderes árabes y personas conocidas, consideraban que tener una hija era una infamia para sus padres; por eso, la enterraba viva.
Dios en las aleyas 58 y 59 de la sura de La Abeja dice: Y cuando a alguno de ellos se le anuncia la buena nueva de una hembra, su rostro se ensombrece y se llena de pesar. ¿Se aparta de la gente por el mal que se le ha comunicado. Se quedará con ella a pesar de la humillación o la ocultará bajo tierra?
El Islam presenta positivos significados al respecto, no solo para impedir al pueblo estas costumbres macabras, sino que aumentó el valor de los infantes en la sociedad y solicitó a los padres que no maten a sus hijos bajo pretextos vanos e infundados.
En la aleya 31 de la sura del Viaje Nocturno leemos: Y no matéis a vuestros hijos por miedo a la pobreza. Nosotros les proveeremos y también a vosotros. Verdaderamente, matarlos es un gran pecado.
También, el gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dice: no es de Nosotros, alguien que no sienta piedad por los niños.
Lo interesante es que este respaldo a los derechos del menor se plantearon cuando no existía ninguna entidad, organización o convención internacional para defender derechos del niño. El Islam al considerar todas las necesidades básicas, como físicas, emocionales, sociales y espirituales del niño y defenderlas, ha propiciado el terreno para su crecimiento y progreso en todos los aspectos.
En realidad, siempre hay que respetar correctamente la personalidad del infante y los padres al respetar a sus hijos, elevan su situación y sus necesidades físicas, emocionales y espirituales.
Según el décimo octavo artículo de la Convención sobre los Derechos del Niño, los padres tienen una gran responsabilidad ante los derechos de sus hijos. En las enseñanzas celestiales del Islam también se ha insistido en que los padres tienen una mayor responsabilidad ante sus hijos ya que, según esta religión divina, el niño es una bendición que Dios ha otorgado a sus progenitores.
En el caso de proteger y cuidar al niño, en la aleya 233 de la sura de La Vaca del sagrado Corán leemos: Las madres amamantarán a sus hijos dos años completos si quiere consumar el periodo de la lactancia. Y el progenitor la proveerá de alimento y vestido de manera adecuada. No se obliga a nadie más allá de su capacidad. No será perjudicada una madre por su hijo ni un padre por su hijo. Y lo mismo se aplica al heredero. Y si ambos, de mutuo acuerdo y consultándose, desean destetar al hijo antes de tiempo, no cometen falta. Y si deseáis que otra persona amamante a vuestros hijos, no cometéis falta mientras lo paguéis conforme a lo que es justo.
¡Temed a Dios y sabed que Dios observa lo que hacéis!
El Hazrat Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes) también continuamente en sus narraciones basándose en las aleyas coránicas insiste en que los niños tienen derechos evidentes; por eso, hay que atenderlos minuciosamente y responder de forma adecuada.
Además, gozar de una alimentación adecuada y acabar con las necesidades físicas del niño, son derechos claros de todos los menores del mundo. Mientras tanto, si los padres no tienen la capacidad de suministrar las necesidades alimenticias de sus hijos, los miembros de la sociedad tienen que aceptar este deber religioso y abastecer estas necesidades, ya que el gran profeta del Islam decía: si alguien duerme harto y sabe que su vecino tiene hambre, no es musulmán.
Según el primer artículo de la séptima Convención sobre los Derechos del Niño, el nacimiento de un hijo tiene que registrarse rápidamente para que goce de unos derechos como nombre e identidad. En el Islam también, uno de los primeros deberes de todos los padres después del nacimiento de su hijo, es la elección de un buen nombre para él. El Imam Reza (la paz sea con él) en una narración (Hadiz) al respecto dice: el primer deber de cada padre ante su hijo es la elección de un buen nombre para él. Pues, todos ustedes tienen que elegir un nombre adecuado para sus hijos.
En realidad, en el Islam, la elección de un buen nombre para el hijo se considera un tipo de bondad a través de los padres; ya que, con la elección de un nombre, o se realiza una parte de sus necesidades emocionales y espirituales, este nombre le da personalidad y crédito; además lo aleja del insulto y la burla de los demás. Según esta religión celestial, un nombre bonito incluso puede traer seguridad y tranquilidad emocional al niño.