Ene 09, 2017 07:55 UTC

En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. En el programa anterior, explicamos algunos derechos de los niños desde el punto de vista de la religión del Islam. Hoy a continuación de los temas anteriores, nos esforzaremos por estudiar otros derechos de los menores.

La familia es la base de la formación de nuestros hijos. No hay mejor contexto para instruir y educar que el de la familia.
Si los padres se esfuerzan por trasferir a los hijos buenas creencias y corregir sus comportamientos, han propiciado el terreno para su prosperidad y Dios les mira con bendición. La influencia de los padres es importantísima a la hora de poner las bases y moldear la personalidad de los niños. Los valores humanos, el derecho natural y el buen comportamiento.
La instrucción en la familia es igual que cuidar el interior del hijo de cualquier contaminación y degeneración. Esta protección es un gran deber moral y educativo que ejecutarlo se considera el más importante objetivo de la familia.
El Imam Sayad (la paz sea con él) en el artículo Al Hoghugh dice: el derecho de tu hijo es que tienes que saber que es una parte de tu cuerpo y cualquier forma que sea, tanto buena como mala, se dedica a ti mismo; pues, tú eres su principal responsable.
De esta forma, el Imam Sayad explica sobre el deber de los padres en la  instrucción y la educación correctas de los hijos y ayudarles para tener un comportamiento lógico en la sociedad, también insiste en que llevar a cabo estas medidas, conlleva la felicidad de los padres en este y en el otro mundo.
Uno de los objetivos de la formación a los hijos en la casa y la escuela, es prepararles para la vida social y animarles para seguir los objetivos de la sociedad divina. Por esta misma razón, algunas instrucciones son necesarias para los hijos y hay que comenzar desde el hogar. Un famoso el ejemplo de estas instrucciones se ha planteado en una narración (Hadiz) del Hazrat Ali (la paz sea con él) que dice: tienen que enseñar a sus hijos a nadar y disparar. Es bueno que nuestros hijos aprendan estos dos deportes con el objetivo de prepararlos para que lleven a cabo sus deberes sociales, sin embargo, no hay que frenarlos  en estos dos ejercicios; sino que con el tiempo y las necesidades de la sociedad islámica, es necesario  considerar otros deportes al respecto.
En la formación e instrucción de los niños también al igual que otros escenarios de la vida, hay que separar los principios fijos de los no fijos y atender que algunas costumbres y tradiciones de la vida cambian y las necesidades de la vida social no siempre son los mismos. Hay que preparar a los hijos a que respeten los principios perennes y variables de la moralidad concordante con el tiempo y lugar de vida. Esta preparación, les fortalece para enfrentarse contra terribles situaciones  y garantiza su seguridad moral en el periodo de la juventud y después de ello. El esfuerzo en común de toda la familia, es necesario para que nuestros hijos estén cuidados, enseñados y preparados para enfrentarse a lo que viene por delante.

La bendición de Dios a la familia, viene dada en forma de Instrucción Familiar, donde todos sus miembros son enseñados en el papel que a cada uno le corresponde.
Actualmente, en el mundo desarrollado, las primeras etapas de aprender alfabetos es algo obligatorio para todos y al respecto, se han dado pasos prácticos y eficaces, según el artículo 28 de la convención de los derechos de los niños, los países miembros de esta convención se han comprometido a reconocer oficialmente el derecho de los niños a la educación y para alcanzar gradualmente este derecho, deben realizar medidas como la educación obligatoria de los estudios primarios de forma gratuita para todos los niños, propagar diferentes formas de educación para los adolescentes y prepararles para aprender los estudios superiores de una forma adecuada.
En realidad, los padres cuando piden a sus hijos que aprendan alfabetos, leer, escribir y comportarse bien en la sociedad, de ahí que la personalidad de niños en las primeras etapas de la vida se forma en la familia. Los padres están encargados de dar a sus hijos sabiduría para que al principio de la vida, puedan estar preparados a superar los problemas venideros. Este es el más pequeño deber de los padres a sus hijos.
El desarrollo físico es la base de los deberes de la vida. Especialmente, en el periodo de la niñez y juventud, momento  que construyen la infraestructura del poder físico de cada persona. Por eso, el Imam Sadeq (la paz sea con él) dice: los primeros 7 años de vida de cualquier niño es dedicarse al juego y el desarrollo físico.
De hecho, en las primeras etapas de vida, no hay que esperar que los niños cambien su mundo lleno de alegría y regocijo con el mundo de los mayores sino que, hay que dejarlos libres para que jueguen y hagan deportes para que su salud no se dañe. Incluso, hay que jugar con nuestros hijos, según la recomendación del gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes): alguien que tiene un niño, debe tener comportarse de la misma manera.
El Islam incluso insiste en aprender los juegos y deportes como la natación, el tiro y la equitación. A este respecto, el gran profeta del Islam dice: el deber de un buen padre es aprender a nadar, disparar y escribir por el bien de sus hijos.
Por otra parte, la violencia física y espiritual es uno de los elementos que destruyen la personalidad de los niños. En la religión del Islam también se ha mencionado seriamente este asunto. Por ejemplo: cuando un hombre se disgustó con su hijo delante del Imam Ali (la paz sea con él), aquel Hazrat le dijo: no tienes que pegarle, sino que molestaste, pero no por mucho tiempo.
Esta narración (Hadiz) insiste en que si el castigo se realiza para instruir al niño, lo mejor es que este castigo no sea corporal sino que se aproveche los sentimientos del niño ya que, el castigo físico propicia el terreno para problemas psicológicos y espirituales del niño como la depresión y la destrucción de su personalidad, cuando se moleste con el niño, gradualmente él entiende su error. Mientras tanto este gesto no tiene que durar demasiado ya que, es posible que por un lado, deje influencias negativas en la psicología del niño y propicie el terreno para problemas espirituales y por otro debido a su prolongación, se reduzca la influencia de su disciplina. Por eso, el Imam Ali muy rápidamente después de ordenar  alejarse del niño, recomienda que esta actitud de los padres no tiene que durar mucho.
La religión del Islam tiene una atención especial a los huérfanos. En la aleya 9 de la sura de La Mañana leemos: "Así pues, no oprimas al huérfano. También, el sagrado Corán ha prohibido el pisoteo de los bienes de los huérfanos e intervenir en su riqueza".
En la aleya 152 de la sura de Los Rebaños leemos: Y no os aproximéis a las propiedades de los huérfanos.
Y en la aleya 6 de la sura de Las Mujeres leemos: "Examinad a los huérfanos hasta que lleguen a la edad de casarse y, si los consideráis maduros, entregadles sus bienes y no os los comáis, derrochándolos prematuramente, antes de que se hagan mayores".