Derechos humanos islámicos 56
Feb 20, 2017 07:53 UTC
En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos Humanos Islámicos.
La religión del Islam como una religión global, ha considerado unos derechos y deberes para todas las personas, dada su situación y condiciones. Pero, transcurridos 14 siglos, aun este asunto no ha tenido la atención de los científicos occidentales, esto muestra claramente la globalidad de esta religión celestial.
En el programa anterior, hablamos sobre los derechos de los maestros y profesores. En este programa nos esforzaremos por hablar de los derechos de los estudiantes.
Un maestro capaz y amable es alguien que tiene destacadas características humanas ante sus estudiantes; en realidad, esas particulares son los derechos de los estudiantes.
Los expertos y científicos son los encargados de confirman los conocimientos y capacidad de un maestro, ya que serán las personas que eduquen y orientes a los hijos de diferentes familias. La capacitación docente implica asignarle a este un papel mucho más complejo del que lo concibe un transmisor de conocimientos.
Gozar de una buena moralidad, humildad y entender bien las condiciones de cada estudiante también son otras características de los maestros. Otras de las peculiaridades de los profetas son propagar la palabra divina al pueblo, invitar a la religión, tener buena moralidad, humildad, y aliviar las penas a los demás.
Un maestro no tiene que negar la educación de personas so pretexto que ellos no tienen el interés necesario sino que debe aceptar a todo tipo de alumnado, y a la hora de enseñarles, paulatinamente tiene que crear humanidad en ellos.
Además, los maestros con sus hechos y comportamientos no deben violar sus dichos. Por ejemplo: no tienen que prohibir a los demás de comer algo cuando el mismo lo come. Y finalmente, tiene que decir lo necesario y justo y alejarse de cualquier conflicto o altercado.
Aunque los asuntos mencionados son las características recomendadas por la religión del Islam a los maestros y profesores, pero en realidad son los derechos de los estudiantes.
Otro derecho del estudiante es que si no pudo presentarse a clases por unos días por un motivo cualquiera, el profesor tiene que indagar su situación a través de sus compañeros, y si su ausencia es larga, él mismo debe ir a visitarle e informarse de sus condiciones. Si tiene algún problema, lo ayudará hasta donde pueda y si no tiene problema, debe informarse de su situación.
El profesor al relacionarse con sus estudiantes, tiene que preguntar sus nombres, conocer sus gustos y llamarlos con el nombre que más les gustan a ellos. Según los reglamentos de la religión celestial del Islam, estos asuntos tienen que realizar aquellas personas que se proclaman pioneros de la cultura y civilización.
Según el Imam Sayad (P), cuarto imam de los chiíes del mundo, el maestro tiene que enseñar la ciencia a sus estudiantes de forma completa y no debe ser celoso al respecto.
En las enseñanzas religiosas, tanto en las aleyas coránicas como en las palabras narradas por los profetas e imames, tenemos múltiples frases sobre no ocultar la ciencia. El Hazrat Ali (P) dice: si alguien oculta su ciencia y no la enseña a los demás, no tiene ninguna diferencia con el ignorante.
Porque el ignorante no tiene el poder de enseñar ni da caridad a los demás; pues, un científico que no enseña a los demás y no propaga su ciencia, es igual que un ignorante.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dice: si alguien pudo contar con la bendición divina y Dios le ayudó para que obtenga un grado en una carrera de ciencia y se convirtió en un científico, pero después, ocultó esta ciencia y no le enseñó a los demás, a la hora de entrar en el otro mundo, le coloca una mordaza de fuego en su boca.
El maestro, para cumplir bien sus deberes ante sus estudiantes, tiene que dirigirles paulatinamente hacia las costumbres correctas y buena moralidad y educarle bien. El primer caso que debe considerar el maestro es animar al estudiante a ser sincero en la educación y aprender bien la ciencia. Después, tiene que enseñarle que todo lo que haga se le debe a Dios, y su educación tendrá valor y precio cuando su intención sea solamente satisfacer al Creador del mundo.
Sobre esto existe una narración del profeta del Islam que dice: quien en 40 días es sincero con sus actos para satisfacer a Dios, las fuentes de la sabiduría moverán su corazón hacia su lengua.
También, Imam Sadeq (P) sexto imam de los chiíes del mundo dice: cada persona que su intención de aprender la ciencia sean los intereses mundanos, no tendrá en el otro mundo ningún provecho de lo que ha aprendido.
La primera condición en aprender la ciencia es tener sinceridad por la satisfacción de Dios y a este respecto, no existe ninguna diferencia entre las ciencias tanto sociales, como médicas y políticas. No hay que creer que esas recomendaciones se dedican solamente a la ciencia de la religión Mientras tanto, los estudiantes de la ciencia de la religión tienen que atender más estos asuntos, pero en todas las carreras científicas, la intención es la primera condición. Aquellas personas que trabajan en otras carreras científicas, si su intención es ayudar a los seres vivos, seguramente gozarán de la bendición divina.
Otro asunto es que el maestro tiene que esforzarse por animar al estudiante a aprender la ciencia. Tiene que animarle de una forma que tenga una buena inclinación hacia la educación. Un buen maestro debe aumentar el interés de sus estudiantes a asistir a las clases y explicarles bien el valor de la ciencia y del científico.
Otro asunto es que el maestro tiene el deber de ser sensible hacia los asuntos morales y científicos de sus estudiantes e impedirles de cometan pecado o maltraten a los demás; incluso, tiene que enseñarles que sean sensibles hacia lo prohibido. Pero, lo importante al respecto es el método de la educación. Estas formaciones no tienen que ser claras, hay que considerar el respeto entre el maestro y su estudiante, es decir: el maestro no tiene que decir algo directamente a su estudiante sino que debe hablarle con alusión; de una forma que se respete el valor y la grandeza del maestro.
Es natural que si alguien le dice las maldades de otra persona de forma directa, no tiene que convertirse en una persona amable ante él sino que, tiene que atraer su atención hacia sus maldades con alusión; este método de educación incluso se respetaba entre los hijos de los profetas.
Imam Sayad (P) en unas palabras dirigidas a los maestros dice: los estudiantes son igual que tus siervos, tienes que saber que Dios debido a la ciencia que te ha enseñado, te ha convertido en el responsable y tutor de los alumnos; pues, tienes que educarlos muy bien. No debes maltratarles ni enfurecerte ante ellos.
Después de realizar estas recomendaciones, Dios amentará tu ciencia por su bendición ya que con esperanza, les ha dirigido hacia el camino correcto. Si ocultas tu ciencia al pueblo, traicionas el depósito divino y oprimes al pueblo; por eso, Dios tiene derecho de quitarte aquella ciencia y reducir tu situación ante el pueblo.