Derechos Humanos islámicos 58
En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos Humanos Islámicos.
En el programa anterior hablamos que la religión del Islam tiene un programa completo y global para el bienestar del ser humano en este y en el otro mundo. Este programa ha considerado las necesidades personales, sociales, físicas y espirituales de las personas, por ello ha entregado recomendaciones útiles sobre el respeto a los vecinos.
Dios en el sagrado Corán, insistiendo en algunos de los derechos islámicos de los musulmanes ante los demás, les recomienda a algunos grupos a ser bondadosos, entre ellos los vecinos. En la aleya 36 de la sura de las Mujeres dice: Y sed buenos con vuestros padres, con vuestros familiares, los huérfanos, los necesitados, los vecinos cercanos y los vecinos lejanos.
Tener un buen vecino, tiene mucho valor y todo el mundo afirma este asunto y este asunto no se puede rechazar, ya que por un lado la base de la creación divina del ser humano está en la vida social, y las personas sin ninguna excepción, siempre necesitan la ayuda y el apoyo de los demás y no pueden continuar su vida sin la colaboración de sus compañeros. Y por otro, lo necesario para tener una vida social es estar juntos. Por eso, una sociedad que se crea de un conjunto de personas, tiene que entrenar a sus miembros para que siempre estén juntos entre sí, y puedan superar los problemas de la vida; el significado de estar juntos es la vecindad que consisten los vecinos cercanos y lejanos.
En la vida social, el vecino es más importante que la familia de cada persona. Ya que, es posible que los miembros de nuestra familia no estén al lado nuestro, pero el vecino siempre está a nuestro lado y es socio de nuestra tristeza y alegría, y cada momento que queramos -en cualquier momento del día o la noche, existe la posibilidad de que nuestro vecino esté al alcance de nosotros, y esto es algo que todos nosotros lo hemos sentido claramente.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) consideraba que el método de comportamiento de los vecinos es muy eficaz en el abastecimiento del bienestar y la tranquilidad de las personas y recomendaba a sus compañeros que elijan una vivienda que puedan gozar correctamente de la bendición de la presencia de unos buenos vecinos.
Cuando uno de sus compañeros le preguntó: ¡oh profeta de Dios! He decidido comprar una vivienda. En su opinión, ¿cuál barrio es mejor? Aquel Hazrat sin aludir un barrio especial, dijo: primero, tienes que investigar sobre tus vecinos, después comprar una vivienda. Tal como, primero tienes que elegir un buen amigo, después viajar.
Dicen que un día, una persona le dijo al Hazrat Mohamad: ¡oh profeta de Dios! Una mujer siempre y todos los días del año, excepto los días prohibidos, ayuna y todas las noches también no duerme, reza y habla con su Creador, pero, daña a su vecino con su lengua. Aquel Hazrat dijo: su ayuno, oración y rezo no tienen ningún valor y su lugar en el otro mundo, es el fuego.
Le dijeron al profeta: ¡oh profeta de Dios! Hay una mujer que solamente realiza sus rezos diarios y obligatorios y solamente ayuna en el bendito mes de Ramadan, pero no maltrata a sus vecinos. El gran profeta del Islam dijo: alguien que se comporta con sus vecinos con tranquilidad y moderación, su lugar en el otro mundo es el paraíso.
Dijeron al gran profeta del Isla: ¡oh profeta de Dios! ¿Cuál es el derecho de cada vecino con su vecino? Aquel Hazrat contestó: el mínimo derecho de cada vecino con su vecino en que si le solicita ayuda, tiene que ayudarle, si le pide apoyo, tiene que apoyarle, si le solicita préstamo, tiene que prestarle, si le invita a su casa, tiene que aceptar su invitación, si está enfermo, tiene que visitarlo, si murió, tiene que asistir a las ceremonias fúnebres, si tiene una necesidad financiera, tiene que prestarle dinero, si tiene una alegría en su vida, tiene que alegrarse, si compra algo para su casa, tiene que dar una parte de su compra a su vecino, en caso de que sepa que su vecino no lo tenga, no tiene que envidiar lo que su vecino tiene, si se enfrentó con un problema, tiene que ayudarle y finalmente, no tiene que construir una vivienda de varios pisos ante la casa de su vecino que provoque su molestia y enfado.
En esta recomendación global del profeta del Islam, existen tres asuntos fundamentales que son más importantes que otros asuntos. El primer caso es la seguridad financiera y la reputación del vecino. Fundamentalmente, la casa de cada persona es el lugar de su seguridad y tranquilidad. Si este lugar se hace inseguro, se puede decir que ha perdido el más seguro lugar de su vida y esta tranquilidad es el derecho evidente y natural de cada persona y no tiene que ser quitada por otra persona. El Hazrat Mohamad dice: si un vecino vive de una forma que pone en peligro la seguridad de su vecino, se ha salido del grupo de los creyentes verdaderos y personas capaces de la sociedad.
Uno de los problemas que se observa mucho en la sociedad actual, es el caso de la vivienda y encontrar un lugar seguro para vivir, el cual es el problema de la mayoría de los países del mundo, y se puede decir que muchas naciones aún no han podido solventarlo. La civilización occidental, eligió vivir en apartamentos y después, se enfrentó con múltiples problemas. Lamentablemente, otros países del mundo también siguieron este camino y no tomaron atención para nada de sus consecuencias negativas y destructivas.
El segundo asunto, es el tema de levantar apartamentos más altos que las viviendas de los vecinos. Sabemos que en el periodo del Hazrat Mohamad, eligido como el profeta de Dios para asumir la misión divina, no existían apartamentos tan altos, sin embargo, las enseñanzas de aquel Hazrat, pertenecen a todas las épocas y todos los lugares. Por eso, el último profeta de Dios con su visión influyente y realista, comunicó que la casa del vecino no tiene que ser tan alta que destruya el paisaje de la casa de su vecino. Éste es uno de los secretos de la globalidad de las órdenes del Islam que se considera como un documento para la veracidad de esta religión divina como la última religión de Dios.
El tercer asunto que aconseja el profeta, es que si un vecino sabe que su vecino no tiene algo y él lo ha comprado para su casa, tiene que darle una parte; especialmente a los chicos más pequeños que lo ven, pero si no puede o no quiere hacer esto, debe llevarlo a su casa de una forma que su vecino no se de cuente.
Todo lo que decimos, es para la creación de una sociedad sana y lejos de cualquier maldad; ya que, estas maldades morales amenazan la salud de la sociedad y bajo la sombra de estos reglamentos y derechos, se crea una confianza mutua entre diferentes estratos sociales. Uno de los asuntos recomendados por el Islam es tener sinceridad en el establecimiento de las relaciones entre personas, especialmente entre los vecinos. Es decir: las relaciones entre los vecinos tienen que ser sinceras y lejos de cualquier intriga, cautela y fraude. La traición y el aprovechamiento de la confianza de las personas, son la raíz de la mayoría de los problemas espirituales y desviaciones morales de nuestras sociedades. La caída de las sociedades en los pantanos no morales, se inicia de las desviaciones personales; después, contagia a otras personas y gradualmente dirige a toda sociedad hacia la destrucción y el desvío del camino correcto. El Hazrat Ali (la paz sea con él) dice: la peor persona es alguien que no sabe respetar a la gente y traicione a los demás.