Abr 17, 2017 07:53 UTC

En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la Voz Exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados, Derechos Humanos Islámicos.

En la vida cotidiana, algunas veces necesitamos recomendaciones por parte de personas honestas y humanitarias. Otras veces queremos informarnos sobre nuestros defectos morales para entender y corregir algún problema que existe en nuestros dichos y hechos. Ahí, tenemos que agradecer la crítica de personas sabias, y solicitarles que nos digan nuestros defectos y nos aconsejen sobre nuestros puntos débiles.
El Hazrat Musa Kazem (la paz sea con él) dice: durante el día, tienen que esforzarse por dividir su tiempo en cuatro partes. Una parte para orar con el Creador del mundo, para el trabajo, para hablar con los hermanos y amigos de confianza que hablan sobre sus errores y son sinceros ante ustedes, y por último para el entretenimiento sano. También, las horas de la diversión es el momento de la alegría y regocijo que fortalecen su poder para la realización de aquellos deberes que tienen que hacerlos durante otras horas.


En el movimiento moral del Islam, uno de los asuntos más importantes que tiene mucho valor, es el caso de los consejos y ser bondadosos con los demás. El sagrado Corán presenta a los profetas divinos como consejeros de la sociedad. Dios en la sura de Los Lugares Elevados, dice que la lógica de los profetas está basada en la invitación del pueblo hacia lo justo y los recomienda. Por ejemplo: el Hazrat Noé (P) en la aleya 62 de la sura de Los Lugares Elevados dijo a su pueblo: ¡Oh, pueblo mío! Soy un mensajero del Señor del Universo para transmitiros los mensajes de mi Señor y aconsejaros, pues sé por mi Señor lo que vosotros no sabéis.


También, en la aleya 79 de esta misma sura del sagrado Corán sobre el Hazrat Saleh (P) leemos: Así que, Saleh se alejó de ellos, diciendo: ¡Oh, pueblo mío! ¡En verdad, yo os transmití el mensaje de mi Señor y os aconsejé buenamente, pero vosotros no queríais buenos consejeros!
Una crítica correcta y a tiempo, se considera una de las vías del conocimiento del comportamiento bueno ante el malo. La crítica abre los ojos al hombre y reforma sus pensamientos. Abre el camino del progreso y avance en la sociedad y propicia el terreno para su complemento. Una crítica correcta provoca que la persona reconozca lo bueno de lo malo y recorra el camino de la prosperidad y bienestar.
Algunos comportamientos son contrarios a la moralidad y el Islam, y se consideran como grandes pecados y toda la gente tiene que abstenerse de realizarlos como la mentira, la traición a la confianza al pueblo y otros ejemplos al respecto. En estos asuntos, la crítica es una obligación religiosa y según la ley sobre la prohibición de realizar algo malo, todos los musulmanes tienen que realizar este deber social y no permitan que el pecador manche esta medida ilegal. Pero, algunos actos no se consideran como pecados desde el punto de vista de los reglamentos islámicos, pero según la moralidad, son rechazados como hablar demasiado, ufanarse, comportarse mal con el pueblo y algunos otros ejemplos. En estos asuntos, la crítica es un deber moral y los musulmanes por la bondad que tienen, recuerdan los puntos débiles de sus hermanos y con su ayuda, eliminan los defectos de los demás.


Mientras tanto, la crítica tiene unas condiciones. La primera condición de un juzgamiento correcto es que el crítico este seguro de la realización de aquel acto por parte de una persona y lo recuerde con ciencia e información completa, no desde la suposición y previsión. Son muchas personas que desde su opinión, consideran un acto como pecado e impiden a los demás de realizarlo o sea, consideran un acto correcto como contrario de la ley y moralidad e infundadamente, critican a la gente y provocan su humillación al respecto.


Es necesario que cada persona sea crítica consigo misma y compare sus pensamientos con los reglamentos legales de la sociedad, conozca las intenciones correctas y elimine el pensamiento incorrecto y nefasto de su memoria. También, tiene que estudiar minuciosamente sus dichos y hechos; reconocer lo bueno de lo malo y después, debe abandonar las maldades y hacerse pura y limpia. Este tipo de crítica, es la mejor, la más fácil y la más eficaz vía de la eliminación de los pecados morales y actos ilógicos y los grandes líderes religiosos del Islam también han recomendado a sus seguidores que usen este método en el camino de conocerse. El Hazrat Imam Hossein (P), tercer imam de los chiíes del mundo, dice: uno de los elementos de la orientación del pueblo es que cada persona critique su dicho, vea las realidades desde diferentes puntos de vista y se informe bien.
Aunque cada persona puede usar su inteligencia, criticar sus dichos y hechos y saber los defectos que tiene, pero esta autoevaluación no responde a todas sus necesidades y no puede saber todos los defectos que tiene. Ya que cada persona pensante tiene diversas impresiones. Por un lado, el sentimiento de amarse a uno mismo, es decir: se ama más que cualquier otra cosa y por otro, estar  bajo la influencia de aquel ambiente en el que ha crecido y se ha acostumbrado a sus tradiciones.
Está completamente claro que con la existencia de estos elementos, uno no puede criticarse verdaderamente, ver correctamente las maldades y juzgar bien sobre ellas. Por eso, tiene que aceptar la crítica de los creyentes para cambiar.
Para acabar con las maldades espirituales también, tiene que ejecutar este mismo método. Alguien que quiere vivir puro y alejarse de los defectos morales, tienen que usar su inteligencia y criticarse con los  ojos bien abiertos. Debe conocer aquellos defectos que tiene y cambiarlos. Después, paralelamente con su esfuerzo, tiene que aprovechar las recomendaciones de los demás y solicitarles ayuda para conocer las características malas que tiene,  y que no se da cuenta que las tiene. Y finalmente con su orientación, se informe de sus defectos ocultos y propicia el terreno para cambiarlos.
Las personas honestas y sabias son en la sociedad igual que un espejo; entregan las bondades y maldades y esclarecen las verdaderas. Alguien que quiere alcanzar la pureza, tiene que ponerse a  disposición de estas personas, usar sus consejos, informarse de las maldades ocultas que tiene y reformarlas seriamente. El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dice: cada creyente es al igual que un espejo para su hermano; ya que, le aleja de las maldades y defectos.
Tener un buen comportamiento con la gente, no solo es eficaz en relación con la crítica sino que, conlleva unos resultados positivos en otros aspectos de la vida. Tener una flexibilidad moral con el pueblo, da belleza a la vida y lo acerca más a los miembros de una sociedad. Sin embargo, la violencia hace fea la imagen de la vida, provoca el pesimismo en la sociedad, obliga a las personas a insultarse y hacer amarga e intolerable la vida.
Mayormente, aquellas recomendaciones privadas y críticas correctas e inteligentes que se realizan en el límite de la moralidad y cortesía, dan resultados positivos e informan a la gente de sus defectos. Ellos también aceptan los consejos amistosos y se esfuerzan por acabar con sus defectos morales y si en algunos casos, no alcanza un resultado positivo, al menos este comportamiento lógico, no provoca violencia e insulto y no conlleva la enemistad e inquina.
Recomendar claramente a alguien, recordar su errores en presencia de los demás y reprocharle sus equivocaciones, provocan la destrucción de su personalidad. Esta actitud es reprobable no solo deja una influencia negativa sino que provoca enemistad y odio y conlleva unas consecuencias funestas y negativas.
El Imam Sadegh (P), sexto Imam de los chiíes del mundo, dice: alguien que se comporta bien con los demás y tiene flexibilidad en sus dichos y hechos, alcanzará lo que solicita de la gente.