May 29, 2017 07:53 UTC

Este mundo en el que vivimos, está lleno de diferentes reacciones. Algunas veces, la vida se llena de tristeza y pena y los problemas al igual que los fuertes oleajes, resisten ante la prosperidad de las personas y no les permiten que lleguen a la costa de la salvación y algunas otras veces, la alegría y regocijo abarcan la vida; de una forma que la persona no sabe qué hacer debido a tanta alegría.

Los programas útiles del Islam y del Corán, impiden a la persona recorrer el camino del radicalismo, y le dirigen hacia la moderación. Cada persona en el auge de las dificultades, no tiene que decepcionarse de la bendición de Dios y no debe ver cerradas todas las puertas ante sí misma; por otra parte, a la hora de la alegría tampoco debe olvidar las bendiciones del Creador del mundo.

Lo que provoca la alegría de las personas, algunas veces son el puesto, la situación mundana y algunas otras veces la riqueza y el poder. Pero, a veces la bendición y amabilidad de los demás, provocan la alegría de una persona. Imam Sadeq, sexto Imam de los chiíes del mundo, dice: la mejor acción ante Dios es alegrar a un creyente, alejarle del hambre o acabar con sus problemas y dificultades.

Alguien que se esfuerza en la vida y provoca la alegría de los demás, satisface al Creador del mundo y a sus enviados. Una de las vías de la satisfacción de Dios y sus profetas, es alegrar a otras personas y este asunto deja una influencia positiva en la unidad de la sociedad y acaba con sus hostilidades.

Imam Sadeq (la paz sea con él) dice: cuando Dios resucita a un creyente de su sepulcro, otra persona también sale junto con él. Cuando aquel creyente siente temor el día de la Resurrección, la otra persona le dice: no te preocupes, puedes pasar esta etapa y presentarte ante nuestro Creador. 

Por otra parte, Dios es muy bueno cuando ve con amabilidad el legajo de sus actos y le dirige hacia el paraíso. Finalmente, el resucitado le dice a la otra persona: que bien que tú también saliste junto conmigo del sepulcro y siempre me informas de la alegría y bendición divina. Pues, ¿quién eres? Él dice: yo soy aquella alegría que tú en el mundo regalaste a tu hermano creyente. Después, Dios me creó de aquella alegría para que te de buenas noticias.

El gran profeta de Dios (saludos sean para él y sus descendientes) dice: alguien que alegre a un creyente, me ha contentado y quien me satisfaga, ha alegrado al Creador del mundo.

También Imam Sadeq, sexto Imam de los chiíes del mundo, dice: tienen que ser eficaces para realizar las peticiones de los creyentes, alegrarles y alejarles de la tristeza y pena; ya que, verdaderamente entre todos los hechos después de tener fe en Dios, no existe ningún acto tan favorable que alegrar los corazones de los hombres creyentes.

En una narración del gran profeta del Islam leemos: alguien que sea amable con su hermano musulmán; de una forma que se comporte amigablemente y le de importancia en la reunión, siempre está bajo la sombra de la atención del Creador del mundo y Él le mira con amabilidad y una atención especial.

Todos estos ejemplos interesantes que vemos en las narraciones, son para acabar con este error que algunas personas creen que alegrar a alguien significa hacer reír a una persona a través de narrar  cuentos ridículos o realizar actos tontos de cualquier forma posible. Incluso si es como un insulto a los demás o ridiculizársele. No es así; sino que la mejor vía para hacer reír a una persona es acabar con sus problemas y dificultades, ya que una risa fingida mientras su corazón este lleno de problema y tristeza, no trata ningún dolor. Lo importante es que alguien pueda acabar con el dolor de corazón de la otra persona.

Algunas veces vemos que las personas para hacer reír a los demás, realizan actos contrarios a la ley y así, creen que realizan un buen acto y alegran a otra persona; pero no saben que revelar los secretos de la gente, imitar a los demás o hablar mal sobre una persona ausente solamente para alegrar a los demás, son grandes pecados.

El Hazrat Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes) dice: algunas veces una persona dice una frase en la reunión para hacer reír a los participantes, pero no sabe que aquella frase le dirige hacia el fuego del infierno. También añade: que mal destino tiene alguien que diga una mentira o una palabra falsa para hacer reír a la gente.

En la aleya 7 de la sura de Abraham leemos: Y recuerda cuando anunció vuestro Señor: Si sois agradecidos os daremos más y si no creéis… En verdad, Mi castigo es duro.

En realidad, esta aleya quiere decir que hay que agradecer a alguien que nos ha alegrado. Alguien que no agradece a Dios por sus bendiciones, seguramente no puede agradecer a la gente por sus amabilidades, pero no sabe que un agradecimiento verbal o práctico puede animar a los demás a realizar mayores servicios a la sociedad.

Imam Sayad, cuarto Imam de los chiíes del mundo, sobre el derecho de alguien que nos ha alegrado  dice: pero, el derecho de alguien que Dios ha puesto para que te alegre es que primero tienes que agradecer al Creador del mundo y después, ante la amabilidad de la persona que te ha alegrado, debes agradecerle y esforzarte por recompensar su bondad. Pero, si su objetivo no era tu alegría, primero tienes que agradecer al Creador del mundo y saber que Él ha provocado tu alegría y regocijo por medio de otra persona. Después, debes amar a dicha persona como alguien mediadora de Dios para tu alegría y solicitar su alegría de Alá.