Jun 05, 2017 08:04 UTC

En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos los estimados oyentes de la Voz Exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos Humanos Islámicos. Esperamos que sea de su agrado e interés.

El Islam presta una atención especial a todas las relaciones humanas y ha considerado algunos derechos para la sociedad que no existen en ningún otro documento de DDHH. Uno de ellos, planteado en el movimiento jurídico del Islam son los derechos y deberes del anfitrión y el invitado.
El Islam considera muy importante el respeto a la persona que llega de invitado a una casa, de tal manera que en una narración del gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) leemos: el invitado es una bendición y guía en la senda al paraíso. La importancia de respetar al invitado en la religión del Islam es tanta, que se considera como un regalo celestial por parte del Creador del mundo.
El Hazrat Mohammad dice: cuando Dios quiere ser bondadoso con una familia, le envía un regalo muy precioso. Le preguntaron: ¡oh profeta de Dios! ¿Cuál es ese regalo? Dijo: el invitado entra con su subsistencia destruye todos los pecados de la familia del anfitrión  permitiendo que Dios les perdone. Además añade: cada creyente que ame a su invitado, en el día del Levantamiento cuando todo el mundo sea atemorizado, se levantara de su sepulcro y su rostro será como la luna. Los presentes en aquel gran Día dirán: ¿esta persona es profeta de Dios? Y un ángel dirá: no, esta persona es un creyente que respetaba a sus invitados y ahora, merece el paraíso.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dice: cuando una persona entra a una ciudad, es considerado como un invitado para los habitantes de dicho lugar hasta que  finalice su viaje. Además, dice que el invitado no tiene que estar en ayuno sin el permiso del anfitrión y también, no es correcto que el anfitrión esté en ayuno no obligatorio mientras tiene invitados en casa, ya que en este caso, los invitados pasarían un día duro.
Dada la importancia que tiene el invitado, el Islam ha prohibido la celebración de invitaciones ostentosas y enfatiza que una invitacion  lujosa no es buena, ni para el anfitrión, ni para el invitado. El Islam insiste en que las invitaciones tienen que ser sencillas y ha planteado un asunto interesante entre anfitrión e invitado: esta religión celestial dice que el anfitrión tiene que traer todo lo que tiene en su casa para su invitado y por su parte, el invitado  no tiene que esperar demasiado del dueño de casa.
En este sentido, sobre el Hazrat Mohamad,  Salam Farsi dijo: todo lo que tenemos en casa debemos poner a dispocision de nuestros invitados  y tratarlo con amabilidad.
Dijimos que según el Islam, el invitado se considera un regalo celestial y un enviado por parte del Creador del mundo, por lo tanto, se merece respeto. En relación a ello, el Hazrat Ali (la paz sea con él) refiriéndose a la  narracion del gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dice lo siguiente: uno de los deberes para con el invitado es que tenemos que despedirle hasta la puerta y hacerle sentir como en casa.
Algunas veces, se dan casos en que el invitado  es una persona  tímida y por ello, el Islam ordena que el dueño de casa no pregunte si desea  comer o no, sino que, debe preparar la mesa, llamarle y si él quiere, comerá. El Imam Sadeq- sexto Imam de los chiitas del mundo- dice: cuando tu hermano musulmán llegue a tu casa, no tienes que preguntarle: ¿has comido hoy? Debes prepararle todo lo que tienes, ya que un verdadero anfitrión es alguien que se esmera lo mejor que puede  para su invitado.
Añade, asimismo que, el anfitrión que considere poca cosa lo que ha preparado para su hermano musulmán, es desviado y aquel invitado que considere poco lo que le han preparado, es extraviado.
El Islam da tanta importancia el respeto hacia el invitado que dice: cuando un invitado entra en tu casa, tienes que ayudarle  a pasar pero, cuando quiera retirarse no se le debe ayudar para que el no piense que tienes prisa en que se vaya.
Por otra parte, el invitado también tiene deberes. Ya que siempre las responsabilidades son mutuas, es decir: Así como,  el anfitrión  tiene ciertos deberes importantes para con su invitado,  éste también tiene otros  deberes  para con él.  Además de lo mencionado en este programa, el invitado tiene que realizar todo lo que propone el dueño de casa. Por ejemplo: tiene que sentarse  en el lugar que él propone. El Imam Sadeq- sexto Imam de los chiitas del mundo- dice: cuando uno de ustedes va a la casa de su hermano musulmán, tiene que sentarse en el  lugar que él propone ya que el anfitrión conoce bien la situación de su vivienda y aquellos lugares que no están en condiciones para su uso.
Uno de los temas que diferencia al Islam de los pueblos y tribus del mundo es que tratamos el respeto al invitado. Si queremos estudiar al respecto veremos que, en ningun libro de valores morales del mundo, ni en los comportamientos de las personas en las diversas naciones,  tampoco en  los libros de religiones divinas,  se le ha dado la importancia que dan los musulmanes en sus libros morales islámicos al tema del anfitrión y el invitado. El Hazrat Imam Reza- octavo Imam de los chiitas del mundo- dice: un hombre invitó al Hazrat Ali (la paz sea con él) a su casa. Aquel Hazrat dijo: yo voy, pero tengo tres condiciones. Preguntó: ¿Cuáles son estas tres condiciones? El Hazrat contestó: no tienes que comprar nada para atenderme, usa lo que tengas en casa, no debes ocultar nada de mí en tu casa y no tienes que solicitar algo difícil a tu familia para mi tranquilidad y bienestar. El hombre aceptó y el Hazrat Ali también aceptó su invitación.
El Imam Sadeq, sexto Imam de los chiitas del mundo,  dice: cuando uno de tus hermanos musulmanes viene a tu casa, tienes que atenderle con todo lo que tienes disponible  y si le invitaste, debes esforzarte por preparar un ambiente tranquilo para que se sienta bien .

Según las narraciones islámicas, el invitado tiene superioridad sobre el dueño de casa. Al respecto,  Hossein Bin Naiim narra: el Imam Sadeq un día me preguntó: ¿amas a tus hermanos musulmanes? Yo contesté: sí. Preguntó: ¿ayudas a los pobres musulmanes? Contesté: sí. Dijo: tienes que tener cuidado, pues es necesario amarles profundamente. Luego, volvió a preguntar: ¿les invitas a tu casa? Yo contesté: nunca como solo, sino que dos o tres de mis hermanos musulmanes están en mi casa y comen con nosotros. Dijo: ellos son superiores a ti. Dije: ¿por qué?, si yo les invito a mi casa, les recibo y les respeto; ¿aun así ellos tienen superioridad sobre mí? Aquel Hazrat dijo: si, cuando ellos entran a tu casa, traen con ellos mismos la subsistencia y cuando salen de ella, sacan tus pecados y los de tu  familia.