Jun 26, 2017 08:05 UTC

La familia es una de las bases sociales más importantes que diariamente es necesario fortalecer. Cuando las relaciones de los miembros de la familia se enturbian, especialmente, las de los padres, ya no se puede esperar que se cree otro centro amistoso en la sociedad.

El sistema jurídico del Islam presta una atención especial a este asunto y ha considerado algunos derechos para el hombre y la mujer en la familia.

Cuando un hombre y una mujer se casan, crean una relación familiar en la sociedad. En realidad, sin el matrimonio no se crearía ninguna relación entre los miembros de la sociedad y de hecho, no nacería ningún ser humano. Por ello, la familia es una de las bases fundamentales de la sociedad que diariamente debe ser fortalecida. Entonces, es necesario conocer los principios de este pequeño centro social. El sistema jurídico del Islam también ha dado una atención especial a este asunto y ha considerado derechos tanto para el hombre como para la mujer en la familia.
Uno de los énfasis del Islam es la creación de un ambiente de entendimiento y colaboración entre los miembros de la familia. Se puede observar un ejemplo claro de ello en el ambiente del hogar de la hija del gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes). El Hazrat Ali (la paz sea con él) dijo: un día, el Hazrat Mohamad vino a nuestra casa. La Hazrat Fatima (la paz sea con ella) se había sentado cerca de la cacerola de la comida y yo también estaba limpiando lentejas para ella. Aquel Hazrat me dijo: escúchame,  lo que te digo es de parte de mi Señor. Continuó: el Señor del universo dice que aquel hombre que ayuda a su esposa en casa, su recompensa es como un año de oración y ayuno. También, Dios le da una gran caridad al igual que se la concedió a sus profetas pacientes como los hazrat David, Jacob y Jesús. !Oh, Ali! Alguien que ayude a su esposa en casa sin impertinencia y orgullo, Dios registra su nombre en la lista de los mártires y le da la recompensa de la peregrinación a La Meca. Además,  cada gota de sudor derramada será considera un castillo en el Paraíso. !Oh, Ali! servir a la esposa en casa, es mejor que la oración de mil años y mil peregrinaciones, mejor que la liberación de mil esclavos en el camino de Dios y mil guerras en el camino de la religión; es como dar de comer a mil hambrientos y vestir a mil desnudos. Es mejor que dar dinero a mil pobres y que leer la Tora, el Evangelio y el Corán, es mejor que liberar a mil esclavos y regalar mil camellos a los pobres. Por ello, aquel hombre que sirva a su esposa en casa, no morirá sino que verá su buen lugar en el paraíso.
Por otra parte, el carácter y la moralidad, desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento y la mejora del ambiente familiar. Un buen comportamiento con las mujeres en la familia, es uno de los énfasis de la religión celestial del Islam. El sagrado Corán,  en la aleya 19 de la sura de Las Mujeres dice:
“Y convivid con tus mujeres conforme a lo que es correcto, pues si os resultan odiosas, quizás odiéis algo en lo que Dios ha puesto un gran bien”.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) dijo: Gabriel me recomendó tanto sobre la situación de las mujeres que yo pensé que divorciarse de ellas no es bueno a no ser que hayan realizado algo muy malo.
Por otra parte, el Imam Bagher- quinto Imam de los chiitas del mundo- dice: alguien que tolera los maltratos de su esposa en casa y tiene paciencia, Dios le libera del fuego del infierno, le regala el paraíso, escribe doscientas mil bondades en la lista de sus buenos actos, elimina doscientas mil maldades y eleva su situación doscientos mil grados.
Las mujeres también están obligadas a tener un buen comportamiento, crear un caluroso ambiente familiar y cuidar de cada uno de sus miembros. El Imam Bagher (la paz sea con él) dice: en realidad, una mujer debe ser paciente ante las dificultades de la vida. Además dice que debe proteger y guardar a su esposo.
El Hazrat Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes) dijo: si una mujer daña a su esposo con la lengua, Dios rechaza sus buenos actos hasta que el esposo la perdone. Es decir, aunque  esa mujer ayune todos los días y todas las noches hable con su Señor del universo, libere a miles de esclavos y regale miles de caballos en el camino de Dios, en realidad, será la primera persona que entre  al fuego del infierno.
El abastecimiento de las necesidades económicas de la familia también está a cargo del hombre. En las narraciones islámicas se ha insistido mucho en respetar los derechos de la mujer en la familia. En este respecto, el Imam Sadegh (sexto Imam de los chiitas del mundo) dice: el derecho de la mujer en la familia es que su esposo abastezca sus necesidades primarias como comida y ropa, así como tener un buen comportamiento con ella. Si un hombre no realiza esto, no ha cumplido su deber legítimo y legal ante los derechos de su esposa.
Otro derecho de la mujer en la familia es el de recibir dinero y vivienda. En la aleya 7 de la sura del Divorcio dice: “Quien tenga medios que gaste de ellos y aquel cuya provisión ha sido limitada, que gaste conforme a lo que Dios le ha otorgado. Dios no obliga a una persona más allá de lo que le otorga. Tras la dificultad Dios pronto os dará la facilidad.
En esta aleya, Dios ordena que el hombre haga todo lo que esté en sus manos a fin de proveer a su esposa de todo lo que necesite. También, existen múltiples narraciones basadas en que los hombres tienen que pagar dinero y proveer vivienda para su esposa.
Otro derecho de la mujer que se ha mencionado también en el Corán es la dote. En la aleya 4 de la sura de Las Mujeres, Dios dice:
“Y entregad a las mujeres sus dotes como una obligación, pero si ellas os perdonan una parte, usadla lícita y gustosamente”.
El Imam Sayad- cuarto Imam de los chiitas del mundo- en su artículo jurídico sobre los derechos de las parejas dice: Y el derecho de vuestra esposa es que tenéis  que saber que el Señor del universo con su creación, ha propiciado el terreno para  vuestra tranquilidad, bienestar y seguridad. Así pues, cada uno de vosotros, tanto hombres como mujeres deben agradecerle por la bendición de la presencia del otro y tienen que saber que la presencia de cada uno, es una bendición divina en la familia. Por tanto, todos vosotros ante esta bendición y amabilidad divina, tenéis que tener un buen comportamiento en el ambiente familiar.

Asimismo,  los hombres deben saber que la mujer necesita de amor y amabilidad y este es un gran deber a cargo de los hombres encargado por Dios.