La islamofobia en el Occidente 23
Dic 18, 2017 06:49 UTC
En el presente programa abordamos el tema del final del fenómeno Daesh (acrónimo árabe del grupo terrorista EIIL) en Siria e Irak, como una de las principales corrientes que se fundó con el propósito de destruir la imagen del Islam, y los motivos para fortalecer las corrientes antislámicas en el Occidente.
Las unidades del ejército iraquí realizaron el sábado 9 de diciembre un desfile militar para anunciar el final de la presencia del Daesh en la Zona Verde de Bagdad. Los iraquíes presenciaron el vuelo de docenas de helicópteros y aviones de combate en el cielo de Bagdad con motivo de la derrota total del EIIL. El primer ministro de Irak y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Haidar al-Abadi, anunció con este motivo el día 10 de diciembre como festivo. Además, la tercera conferencia sobre la forma de confrontar los medios de comunicación y el pensamiento de Daesh se inauguró el miércoles 13 de diciembre en Bagdad. Más de 120 expertos de 42 países asistieron a ese foro de dos días. En dicho evento, presidido por el premier iraquí Al-Abadi, se debatieron las medidas de lucha contra el pensamiento de Daesh. Además, la experiencia de Irak para ganar ante el terrorismo, así como la difusión de la paz y la seguridad internacional fueron otros temas de dicha conferencia.
La derrota del EIIL en Siria e Irak significó la destrucción de uno de los ejemplos de la demonización de la imagen de la misericordia del Islam en la opinión pública mundial, especialmente en el Occidente. Aunque las interpretaciones desviadas y violentas han existido desde hace mucho tiempo entre algunas tendencias salafistas en el Islam, solo un porcentaje muy pequeño de la población de un millón y medio de musulmanes en el mundo tiene percepciones desviadas e irreales de las enseñanzas pacíficas y justas de la fe islámica. Pero ¿qué ocurrió con esta pequeña sección de la comunidad musulmana que ha podido atraer la atención mundial y destruir la figura del Islam, cometiendo los más graves crímenes? De hecho, sus crímenes se consideran otra cara de la islamofobia en el Occidente. Después del colapso de la antigua Unión Soviética y los regímenes comunistas, el Occidente perdió a su enemigo más importante. La política exterior para la seguridad mundial de los gobiernos occidentales basada en el intervencionismo, a su cabeza el bloque occidental, solo se justificaba con la existencia de un enemigo llamado comunismo.
Tras colapso de extinta Unión soviética ¿Cómo el Occidente podría justificar su supremacía sobre el mundo? Incluso habría desaparecido la filosofía existencial de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el pacto de seguridad más importante entre los países occidentales. Desde cuando se iniciaron los intentos para reemplazar el peligro del Islam en lugar del peligro del comunismo, la propagación del extremismo y el terrorismo en el mundo en el nombre del Islam, fue el foco central de los think tank (en español, 'laboratorios de ideas') de Europa y América. El resultado del estudio de estos think tanks en la implementación de una estrategia para reemplazar el peligro del Islam en lugar de la amenaza del comunismo, fue fortalecer las corrientes takfiríes en el mundo musulmán. La raíz de las corrientes de takfirismo se funda en Arabia Saudí y la secta de wahabismo.
Arabia Saudí estaba bajo la influencia y dominación del Occidente. Después de la Revolución Islámica en Irán, los saudíes tuvieron el sueño de convertirse en una potencia regional mediante sus petrodólares y las armas compradas de EE.UU. y los países europeos. Los servicios de espías occidentales, especialmente de Estados Unidos y Gran Bretaña, con el apoyo financiero, político e intelectual de los wahabíes, fueron activados en las escuelas religiosas de Peshawar, en Paquistán, y en otras escuelas religiosas creadas en países pobres africanos, incluso en algunas partes de Europa.
El objetivo fue la formación de una generación joven y pobre, bajo las enseñanzas del wahabismo. Enseñanzas que eran contrarias a las enseñanzas libertadoras, pacíficas y justas del Islam. Cualquier persona, incluso aquellas que no están familiarizados con el Islam , al estudiar el sagrado Corán y la Sunah del Profeta Mohamad(la paz sea con él y sus descendientes ) entiende que no hay relación entre el Islam y el pensamiento extremista y violento del wahabismo. Durante muchos años de la actividad wahabí de Arabia Saudí en la región, apoyada por los países occidentales, han creado los talibanes en Afganistán, la organización terrorista Al-Qaeda, EIIL, Boko Haram en África y grupos y los movimientos takfiríes terroristas en el este de Asia. Y, cada vez, estos grupos cometían las atrocidades más graves.
El propósito de los actos despiadados y atroces de los crímenes del EIIL era destruir la imagen del Islam. EIIL y los grupos que coinciden con esta tendencia, durante sus años que realizaban crímenes en Siria e Irak , intentaron aprovechar al máximo los medios de comunicación, los ciberespacios e Internet para presentarse como un grupo que no teme cometer todo tipo de delito incluso frente a las cámaras. Según James Kami, exdirector del FBI de Estados Unidos, “la propaganda de EIIL es extrañamente hábil. Aprovechan de 23 idiomas para difundir su ideas”. Ellos intentaban crear miedo en cualquiera parte a través de masacres sanguinarias. El crimen más simple que cometían cada día era la decapitación. Quemar a personas vivas, ahogarlas, tirarlas desde lo alto, explotarlas o esclavizar y violación en grupo a mujeres es solo una parte de los crímenes del EIIL. Este comportamiento no es lógico para un grupo que busca dominar un territorio y formar un gobierno. El primer acto de un grupo de personas que reclama formar un gobierno es satisfacer a las personas y crear paz. Pero EIIL actuó de manera contraria a esta lógica. Ellos intensificaron los temores en los territorios bajo su control con crímenes generalizados. Es natural que tal grupo, con sus crímenes tan constantes, tenga enemigos y su gobierno no sea sostenible, así que entendemos que todas estas violaciones persiguieron un objetivo principal, liderado por los think tanks en Europa y los Estados Unidos, que es perjudicar el perfil del Islam. Lo más notable es que la mayoría de los medios de comunicación occidentales, especialmente los medios británicos y estadounidenses, con menos frecuencia utilizaban el término de EIIL hasta los últimos días de la vida de este grupúsculo terrorista en Siria e Irak y, en su lugar, han preferido referirse al denominativo de “estado islámico de Irak y el Levante”, además, han puesto énfasis especial en la condena de los crímenes del EIIL en el nombre del Islam.
Ningún corriente en la historia ha servido tanto a la destrucción de la imagen del Islam. Estos crímenes fueron el resultado de la planificación de los gobiernos occidentales destinado a aniquilar la imagen del Islam, con el apoyo de algunos países árabes, incluido Arabia Saudí. Fue cerrado el caso del EIIL en Siria e Irak por la Resistencia del ejército y los pueblos de ambos países, con el respaldo de la República Islámica de Irán, Hezbolá de El Líbano y Rusia. Pero no debemos ignorar el fenómeno de la aparición de las corrientes takfiríes en otra forma y bajo otro nombre. La islamofobia se vuelve cada vez más fuerte en el Occidente. Todavía necesitan difamar el rostro del Islam y los musulmanes, y esto les llevará a inventar nuevos motivos para perjudicar la imagen justa del Islam y sus enseñanzas pacíficas. Los pensamientos de Daesh continúan amenazando a la comunidad musulmana y es el deber de los eruditos y sabios musulmanes comprender y revelar la verdadera naturaleza de este corriente a la opinión pública musulmana y no musulmana.
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