Dic 27, 2017 08:04 UTC

Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales del país norteamericano.

La semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, marcó un rotundo fracaso en la esfera política exterior. A pesar de las amenazas obvias del mandatario, una abrumadora mayoría en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) votó en contra de la declaración de Estados Unidos de reconocer Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen sionista.
 
Ese resultado mostró que la comunidad internacional se opone firmemente a la controvertida decisión de Trump de reconocer Al-Quds como la capital del régimen sionista y el consiguiente traslado allí la embajada que su país tiene en Tel Aviv.  La votación en la AGNU tuvo lugar después de que una moción similar fuera vetada  en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) con el único rechazo de Estados Unidos y el voto favorable de los 14 miembros.
 
Sin embargo, la semana pasada, Trump tuvo un gran éxito dentro de Estados Unidos  al ser aprobado su proyecto de reforma tributaria en ambas Cámaras, después de varios reveses. Ahora el texto ha sido enviado a la Casa Blanca para su promulgación.
 
Trump, como lo prometió, convirtió los recortes de impuestos en ley antes de la llegada de la Navidad. Según él mismo dijo le dio un regalo de Navidad al pueblo estadounidense. No obstante, al mismo tiempo que se adoptó finalmente la nueva ley tributaria, aumentaron los subsidios fiscales para los estratos ricos y las corporaciones estadounidenses. Al respecto, algunos medios de comunicación del país norteño escribieron que este descontento podría afectar el resultado de las elecciones parlamentarias de mitad de período del próximo año, lo que significaría una derrota para el presidente y sus correligionarios republicanos.
 
Por otro lado, la semana pasada, el documento denominado  Estrategia de Seguridad Nacional de EE. UU. Fue presentado por el presidente Donald Trump, el primero de este tipo durante su mandato. El documento se basa en cuatro pilares: el fortalecimiento de la seguridad interna de EE.UU., el fomento de la prosperidad económica, la protección de la paz a través del poder y la difusión de la influencia mundial.
 
El lanzamiento del documento creó una oportunidad para que los medios estadounidenses revisen el desempeño del gobierno de EE. UU. en el campo de la seguridad, así como la vulnerabilidad de la sociedad estadounidense a las amenazas nacionales y extranjeras.
 
 
La semana pasada, el decisivo voto de la Asamblea General de la ONU en rechazo al reconocimiento de Al-Quds como la capital del régimen sionista, marcó un tremendo retroceso diplomático para Estados Unidos y su presidente. Aunque Trump había amenazado directamente con castigar a los que votaran en contra de EE.UU., 128 miembros de la entidad internacional votaron a favor de la resolución que rechaza la postura de EE.UU. sobre la ciudad de Al-Quds. Solo nueve miembros, Guatemala, Honduras, islas Marshall, Micronesia, Nauru, Palau, Togo y, por supuesto, Estados Unidos e Israel. Entre estos, los cuatro países insulares en la región del Pacífico generalmente no tienen un impacto en el contexto internacional.
 
Además, otros 35 miembros de la Asamblea General se abstuvieron prefiriendo adoptar una postura imparcial con respecto a la comunidad internacional y, en particular, con Estados Unidos e Israel. Por lo tanto, se puede decir que la semana pasada la política estadounidense sufrió un gran fracaso.
Por otro lado, Trump, con su firma convirtió en ley la propuesta, aprobada en el Congreso, que implica un aumento del déficit presupuestario de 1,5 billones de dólares en la próxima década que el presidente considera fundamental para revitalizar la actividad económica y acelerar el crecimiento anual del país por encima del 3%. El eje central de la propuesta republicana es una reducción impositiva a las empresas del 35 % al 21 % Sin embargo, la mayoría de las encuestas muestran que los estadounidenses no están entusiasmados con esta reforma de ley del gobierno republicano. 
 
Más del 50 por ciento de los ciudadanos estadounidenses han dicho que el plan es un regalo para las empresas ricas y grandes corporaciones, pues pagarán menos impuestos. Algunas estimaciones indican que el nivel de pago de impuestos por parte de los hogares de clase media al final del décimo año de implementación de esta ley será mayor que el impuesto que ahora pagan.
 
 
 
La semana pasada, la controversia sobre los escándalos políticos y morales continuó en Estados Unidos. Los medios informaron que continuaron las investigaciones de Robert Mueller, un especialista en el caso sobre la probable intromisión de Rusia en las elecciones estadounidenses del año pasado. En esta nueva pesquisa, Mueller ha encontrado al menos otros diez mil correos de las oficinas centrales electorales de Donald Trump.
 
Los defensores de la teoría de la colusión entre Trump y los rusos, describieron este éxito como un paso hacia la revelación de los hechos de las elecciones del año pasado que podría concluir en la dimisión obligatoria del presidente de Estados Unidos.
 
Los críticos de Trump esperan que, al revisar este volumen de correos electrónicos, haya indicios de que el candidato republicano mantuvo contactos con los rusos. La evidencia de tal relación podría ser el camino que termine en una acusación contra el presidente de Estados Unidos. Por supuesto, la Casa Blanca continúa negando el acceso a la sede de campaña de Trump en el marco del rechazo de cualquier connivencia con los rusos durante la campaña electoral de los republicanos.