Feb 07, 2018 08:04 UTC

Pars Today-Saludos a todos los estimados amigos. Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales del país norteamericano.

La semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, autorizó la publicación de un documento confidencial del FBI solicitado por el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Ese informe revela el papel del fiscal general, del Departamento de Justicia y del FBI en las escuchas electrónicas iliciticas de Carter Page, uno de los asesores de campaña de Donald Trump, el entonces precandidato republicano en las elecciones presidenciales; además revela el complot para vincular a los rusos con las elecciones estadounidenses de noviembre de 2016. El memo también sospecha que aquellos que investigan el caso de la interferencia de Rusia en la campaña de Trump podrían haber violado la ley y conspirado contra el presidente. Los partidarios de Trump se esfuerzan por sacar a luz supuestos comportamientos ilegales de algunos altos funcionarios de la Justicia y el FBI para deshonrar o posiblemente despedir a Robert Mueller, fiscal especial encargado de investigar la interferencia de Rusia en las recientes elecciones estadounidenses. Sin embargo, el senador republicano John McCain, que se opuso a la  solicitud de su colega del partido republicano, Devin Nunes, presidente del Comité de Inteligencia de Cámara de Representantes, señaló: “los recientes ataques contra el FBI y el Departamento de Justicia no benefician a los estadounidenses, ni a los partidos, ni al presidente, sino a los intereses de Putin, el presidente ruso”. Por lo visto, la disputa sobre los documentos clandestinos del FBI se ha convertido en un duelo entre Trump y sus críticos. Se prevé que si Trump y sus colaboradores ganan este duelo, los riesgos de la injerencia rusa en la campaña de Trump quedarán algo resueltos, en caso contrario, el dilema actual puede acelerar el proceso de investigación de Mueller, lo que finalmente, allanará el terreno para la interpelación del presidente de Estados Unidos. Los demócratas han advertido que si la revelación del documento confidencial del FBI conduce a que Trump despida a Mueller, se producirá una crisis constitucional en el país y, quizás el mismo destino de Richard Nixon sea el de Donald Trump, siempre y cuando los demócratas puedan en las elecciones de medio término del próximo mes de noviembre lograr la mayoría en una o en ambas cámaras del Congreso.
 
 
La semana pasada, Donald Trump pronunció como presidente de EE.UU. su primer discurso anual sobre el “estado de la unión” en el Congreso ante miembros del Senado y la Cámara de Representantes. Trump, en su alocución, valoró los logros económicos de su gobierno durante el año pasado y consideró a la nueva reforma tributaria como el mayor proyecto impositivo en la historia de EE.UU. Además, pidió la unidad entre republicanos y demócratas y enfatizó en las reformas de las leyes de inmigración. En cuanto a la política exterior, Trump, en su discurso anual ante el Congreso, embistió nuevamente contra Rusia, China, Irán y Corea del Norte y, se atribuyó a sí mismo el fracaso de Daesh en el oeste de Asia. Ahora bien, el primer discurso anual del presidente estadounidense fue casi una repetición de los asuntos que Trump había expresado durante el último año con diferentes motivos, lo cual fue criticado tanto por demócratas como por los medios de comunicación. El único nuevo tema que Trump trató en su discurso tenía que ver con la designación de más de un billón de dólares para reconstruir las viejas infraestructuras de EE.UU. El demócrata Joseph Kennedy, miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU., en reacción al discurso de Trump, manifestó: “Muchos de los ciudadanos estadounidenses pasaron el año 2017 con preocupación, indignación y miedo. Todos hemos sido testigos de las discrepancias en un país partido en dos”. Por otro lado, algunos de los medios de comunicación masiva estadounidenses evaluaron inmediatamente el discurso del presidente y destacaron sus contradicciones y mentiras. Los medios cuestionaron las afirmaciones de Trump sobre la ampliación de la nueva ley tributaria, el mejoramiento del trabajo y del comercio en Estados Unidos, el crecimiento de los mercados financieros, la efectividad del muro fronterizo con México y la destrucción de Daesh y, finalmente, tacharon al presidente de EE.UU. de mentiroso.
 
 
La semana pasada, la publicación de algunas malas noticias económicas mostró la veracidad de los críticos del presidente de EE.UU. sobre las contradicciones que pronunció Trump en el discurso anual. Trump durante su discurso anual ante el Congreso había alegado que durante un año de su presencia en la Casa Blanca, las bolsas registraron un récord e incrementaron su valor en 6 billones de dólares. Sin embargo, tres días después, las noticias revelaron la caída de tres principales bolsas de Nueva York, donde el promedio industrial Dow Jones experimentó el mayor descenso desde junio de 2016. Además, las estadísticas mostraron que en tan solo una semana, el índice Dow Jones se redujo 4,12 %, el índice Standard & Poor's Financial Services, 3,86 % y el índice de NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotation) 3,53 %, lo cual fue el peor rendimiento semanal de Dow Jones y Standard & Poor's Financial Services desde enero de 2016 y, desde febrero de 2016 para el índice NASDAQ hasta la fecha. Además, la semana pasada se anunció que el índice de productividad de EE.UU. en el cuarto trimestre de 2017 estaba disminuyendo de forma inesperada, y este indicador ha caído un décimo de porcentaje (0,1%) en esta época del año. Por lo visto con la disminución del índice de productividad, no se logrará el crecimiento económico previsto para el año en curso. Esto ocurre mientras que el Departamento del Tesoro de EE.UU.
informó que el déficit presupuestario en este país aumentará en los tres primeros meses del año 2018 y superará de los 441 mil millones de dólares, una cifra sin precedentes después del año 2010. Algunas predicciones hablan de que el déficit del presupuesto del año fiscal de 2018, hasta final de septiembre del año en curso ascenderá a 765 mil millones dólares y, en el año fiscal 2019 al final del mes de septiembre alcanzará un déficit de billón de dólares.
 
 

La semana pasada, por fin Donald Trump se vio obligado a retirarse de sus comportamientos y sus palabras polémicas y se disculpó por ello. Por ejemplo, simultáneamente con la celebración de la cumbre de los líderes de los países africanos en Adís Abeba, sede de la Unión Africana, en una carta respetuosa dirigida a los países africanos, se disculpó implícitamente por el uso del término ofensivo de "mierda". Hace poco en una reunión con líderes del Congreso estadounidense, Trump calificó a los países africanos y algunos países latinos de "países de mierda" y también exigió detener la llegada de los migrantes de estos países a EE.UU. La difusión de esta noticia provocó una amplia protesta y muchos tanto a nivel nacional como a nivel internacional condenaron las palabras del presidente estadounidense. Sin bien, la Casa Blanca descartó que Trump hubiera utilizado ese término, el testimonio de un grupo de los congresistas, entre ellos algunos republicanos, afirmaron que Trump sí utilizó  ese término ofensivo contra los países africanos y latinos, por ello, el presidente estadounidense no tuvo más remedio que pedir perdón para acabar con este alboroto internacional y envió una carta de disculpa a los líderes africanos. También la semana pasada, Trump en su primera entrevista televisiva con una cadena noticiera británica se disculpó por haber posteado tuits antiislámicos de un grupo radical británico. Hace unos meses, el presidente estadounidense causó una controversia al retuitear los videos anti-Islam de un grupo extremista llamado "Primero Bretaña". La polémica creció tanto que incluso la primera ministra británica, Theresa May, advirtió al presidente estadounidense de que evitara interferir en los asuntos internos del Reino Unido y, de que también dejara de apoyar a los grupos terroristas y los grupos violentos británicas. Ahora, Trump, al comienzo de su segundo año de mandato, intenta distanciarse de los comportamientos y los discursos polémicos en defensa de los grupos de la derecha extremista y evitar ofender y humillar otros países, para así, mejorar su imagen altamente dañada a nivel mundial. No obstante, dado el carácter del presidente de EE.UU. y su adicción al Twitter es muy probable que en el futuro ocurran tales controversias.