EE.UU en la semana que pasó 4 de Abril
Pars Today-Saludos a todos los estimados amigos. Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales del país norteamericano.
La semana pasada continuó el conflicto comercial entre EE.UU. y China. El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió de que estaba estudiando imponer 100.000 millones de dólares en aranceles a China, adicionales a los 50.000 millones ya anunciados para 1300 productos de este país asiático, en represalia a las tarifas con las que Pekín había castigado días antes a Washington.
China también presentó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) una denuncia formal contra EE.UU. por los primeros aranceles por 50.000 millones de dólares impuestos por la Casa Blanca a las importaciones chinas.
Trump, por su lado, rechazó las acusaciones de que ha abierto una guerra comercial con China porque esa contienda, a su juicio, “se perdió hace muchos años”.
La semana pasada, se agravó la crisis en las relaciones entre Rusia y EE.UU. El Gobierno de Trump anunció la imposición de nuevas sanciones a 38 personas y entidades de la Federación Rusa, justificadas con la acusación de una supuesta implicación en ‘ataques’ del Kremlin a ‘las democracias occidentales’.
Los nuevos embargos antirrusos de EE.UU. ven la luz tras un aumento de las tensiones entre Washington y Moscú por el supuesto envenenamiento en el Reino Unido del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, en lo que según distintos analistas es el comienzo de una nueva guerra fría occidental contra Rusia.
Otro destacado de la semana pasada tuvo lugar en torno a las declaraciones confusas del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) sobre la decisión del Gobierno estadounidense acerca de su estancia o no en Siria y una posible próxima retirada. El Pentágono aseguró que, por ahora, las tropas norteamericanas seguirán desplegadas en territorio sirio. Pero horas antes el presidente estadounidense había dicho que se acercaba la salida de las tropas del país norteño de Siria.
El presidente Trump señaló que si, como parece ser, los países ricos de la región desean que Washington mantenga a sus 2000 efectivos de Siria, entonces ellos mismos deberán costear la permanencia de las tropas estadounidenses en territorio sirio.
En el acontecer noticioso de EE.UU. durante la semana pasada, Washington empezó a enviar militares a la frontera con México después de que el secretario de Defensa, James Mattis, aprobara el despliegue de hasta 4000 soldados a la zona para combatir la inmigración ilegal, tal y como lo pidió Trump.
Además, la semana pasada se cumplieron 50 años del asesinato de Martin Luther King. Eventos de conmemoración se registraron a lo largo de EE.UU. En Washington, se destacó la marcha silenciosa y posterior llamado a la unidad para continuar la lucha que dejara el activista, en contra del racismo y la discriminación.
Los eventos conmemorativos a Luther King coincidieron con el asesinato de otro afroamericano desarmado, cometido por varios policías estadounidenses, y un tiroteo contra las instalaciones de YouTube en California, Estados Unidos, por una joven en protesta contra las políticas de dicha empresa.
La semana pasada Trump ordenó adoptar nuevas tarifas a China por $100.000 millones.
“En vez de corregir su mala conducta, China optó por perjudicar a nuestros granjeros e industriales”, afirmó Trump en una desafiante declaración, en reacción a la “injusta represalia” de Pekín contra las acciones comerciales previas de Washington.
De este modo, Trump ordenó a la Oficina del Representante de Comercio Exterior de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés) que considere 100.000 millones de dólares adicionales en aranceles a China.
El magnate estadounidense ordenó que estos aranceles extras se impongan a productos chinos relacionados con la propiedad intelectual, la innovación y la transferencia tecnológica.
Dicha decisión llega como respuesta a la imposición, también la semana pasada por parte de China de aranceles de productos estadounidenses como la soja, maíz, carne de vacuno, zumo de naranja, tabaco, automóviles o ciertos tipos de aviones, entre otros, por valor de 50.000 millones de dólares.
El Diario del Pueblo, el periódico oficial del gobernante partido chino, aseguró que Pekín ganaría cualquier guerra comercial a Washington. “La confianza de saber que (China) ganará la guerra comercial proviene del tamaño del mercado de consumo (chino)”, enfatizó el rotativo.
Sobre el tema de la infraestructura en Siria e Irak, el presidente Trump criticó la idea de la participación de EE.UU. en la reconstrucción de esos países, porque según dijo, a cambio de eso Estados Unidos debería haberse llevado el petróleo de esa región mientras que en realidad “se lo ha quedado el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe)”.
“¿Sabes lo que tenemos por eso? Nada (...) Yo solía decir, ¡quédate con el petróleo! Si nos hubiésemos quedado con el petróleo, ahora estaríamos bien, si nos hubiésemos quedado con el petróleo no tendríamos al EIIL. Ellos se quedaron con el petróleo, no conservamos el petróleo. ¡Estúpido! ¡Estúpido!”, expresó el mandatario.
Estos comentarios se dieron a conocer después de que en diciembre pasado el inquilino de la Casa Blanca se quejó en Twitter de los “estúpidos 7 billones de dólares gastados en Medio Oriente”, y por tanto ya sugería que era “hora de comenzar a reconstruir” Estados Unidos.
Sin embargo, las afirmaciones realizadas por Trump resultan paradójicas ya que poco después de este discurso suyo, la portavoz del Departamento de Estado Heather Nauert, al ser preguntada al respecto en una conferencia de prensa, dijo que no estaba al tanto de ninguna retirada de tropas estadounidenses de Siria.
El Pentágono, también, mediante uno de sus voceros, reiteró la semana pasada que no tiene planeado ningún cambio a su postura actual hacia Siria y que sus tropas seguirán estando desplegadas en ese país árabe y realizarán operaciones militares, supuestamente, contra el grupo terrorista Daesh, en el marco de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Washington.
A su vez, otro portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el teniente general Kenneth McKenzie, confirmó que la política de Washington sobre Siria sigue siendo la misma.
La Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció sanciones adicionales contra 38 rusos vinculados con el presidente Vladimir Putin.
“Estados Unidos toma estas medidas en respuesta a una serie de actitudes vergonzosas y actividades nefastas del Gobierno ruso que se suceden en el mundo”, anunció el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, mediante un comunicado.
Entre los “oligarcas” sancionados figuran siete personas cercanas al Kremlin, incluidos el magnate del aluminio Oleg Deripaska, a quien se describe como operador del Gobierno ruso, así como Alexéi Miller, director de la gran empresa energética estatal Gazprom.
Esto ocurre después de que el presidente de EE.UU. ya había prolongado el mes pasado por un año más las sanciones impuestas a Rusia por su presunta implicación en la crisis del este de Ucrania, donde el Ejército ucraniano sigue enfrentándose a los independentistas con armas que Washington suministra a Kiev sistemáticamente.
La semana pasada, el Departamento de Defensa de EE.UU. firmó una nota que autoriza el uso del Título 32 (una ley federal según la cual los miembros de la Guardia reciben pagos y prestaciones federales) para desplegar hasta 4000 miembros del personal de la Guardia Nacional para apoyar la “misión de seguridad de la frontera sur del Departamento de Seguridad Nacional bajo el mando y control de sus respectivos gobernadores hasta el 30 de septiembre de 2018”.
Seguidamente, el jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, el general Joseph Lengyel, confirmó en Twitter que hasta 500 guardias se están trasladando a la frontera junto con vehículos, helicópteros y otros equipos.
“¡Siempre listos, siempre allí! Movilizando hasta 500 tropas de la Guardia Nacional inmediatamente en la misión de seguridad de la frontera suroeste. Vehículos, equipos y helicópteros van de camino esta noche”, escribió Lengyel.
Por su parte, los estados de Arizona y Texas anunciaron el inicio del envío de tropas a la frontera. El gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey, comunicó a través de Twitter que enviaría alrededor de 150 tropas de la Guardia.
Trump, a principios de la semana pasada, ordenó al secretario de Defensa de su país, James Mattis, a reforzar la seguridad en la frontera sur para hacer frente a un “aumento drástico de la actividad ilegal” en esa zona. En concreto, apuntó que planeaba enviar entre 2000 y 4000 guardias a la frontera hasta que se construya el muro fronterizo; lo que provocó el fuerte rechazo de México.