Abr 23, 2018 07:50 UTC

Pars Today-En los programas anteriores, revisamos la edad dorada de la civilización islámica en Irán y el papel que desempeñaron los científicos como Farabi, Avicena, Khaje Nasir, Zakaria Razi en la formación de esta civilización. Ahora entramos en la época contemporánea para estudiar la situación de la producción científica en Irán en esta época.

En este programa, pretendemos estudiar los campos de la producción científica en Irán en el reciente medio siglo y presentar las estadísticas y compararlas con las condiciones en los años anteriores y posteriores de la Revolución Islámica, pues, sin duda, el surgimiento de la Revolución Islámica en Irán no solo se considera como un punto decisivo en la historia del desarrollo político social en el país persa, sino también este gran evento ha tenido enormes efectos en los campos de la ciencia, educación e investigación y ha conducido en la formación de un movimiento, cuyos resultados y consecuencias en las últimas dos décadas son bien evidentes. Estos resultados son el sorprendente desarrollo del papel de Irán en la producción de la ciencia a nivel mundial y la promoción de su posición en el ranking mundial.
 
El desarrollo de la ciencia y el conocimiento gozaba de un alto lugar en el discurso de la revolución islámica y las ideas de sus líderes, porque este gran evento buscaba satisfacer una de las demandas históricas de la nación iraní, es decir, lograr el desarrollo y el progreso, y esta meta se cumplía solamente a través de la ciencia.
 
Por esta razón, el Imam Jomeini, como el fundador y el líder de la Revolución, siempre enfatizaba en el desarrollo de la ciencia y el conocimiento en el país como uno de los principales objetivos de la Revolución y creía que se puede alcanzar a otros fines, sobre todo, el cumplimiento de la independencia política, económica e intelectual, a través de equipar a la comunidad con la ciencia.
 
El Imam Jomeini siempre enfatizaba en la eliminación del analfabetismo ya que es una de las causas del atraso de la sociedad, e invitaban a las personas, especialmente a los jóvenes a aprender la ciencia. “Caminen con voluntad firme hacia la ciencia pues es tan dulce la vida, bajo el paraguas de la ciencia y la conciencia, y es tan memorable la dependencia al libro, la pluma que elimina todas las amarguras y otras frustraciones. La humanidad, con todos sus avances en la ciencia y tecnología, tiene un largo camino para llegar a la pubertad”.
 
Una de las dimensiones del desarrollo de la ciencia y el conocimiento en Irán en los años posteriores a la victoria de la Revolución fue la reducción  e incluso la erradicación del analfabetismo en la sociedad. Por esta razón, un año después de la victoria de la Revolución, el Imam Jomeini ordenó el establecimiento de centros de alfabetización. En un mensaje dijo que es una vergüenza que en un país, cuna de la ciencia y la literatura y que vive bajo la sombra del Islam, religión que obliga aprender la ciencia, un grupo de la gente sea privada de capacidad para leer y escribir. Tenemos que convenir en un plan de largo plazo, la dependiente cultura de nuestro país en una cultura independiente.
 
El fundador de la Revolución Islámica invitó a todos los analfabetos a aprender y a los alfabetos a  enseñar a leer a todos sus hermanos y hermanas. El énfasis del Imam Jomeini en la formación de los centros de alfabetización y la invitación a toda clase social para cooperar con este movimiento integral, basaba en este punto de vista que la ciencia es esencial para alcanzar el desarrollo y lograr la independencia en todos los aspectos.
 
Tras el inicio de las actividades de estos centros, la alfabetización se divulgó en la sociedad y mucha gente aprendió a leer y escribir.
 
Según las estadísticas disponibles, mientras que en el año 1357 (hégira solar), año de la victoria de la Revolución Islámica, más de la mitad de la población mayor de seis años era analfabeta (52%), la tasa de alfabetización era casi 48 %. En los años posteriores de la revolución, la cifra de alfabetización  se elevó a 75 %. Sólo dos décadas después de la victoria de la Revolución Islámica en Irán, en 1996, el 80 % de las personas eran capaces de leer y escribir.
 
El crecimiento de la alfabetización y la lucha contra el analfabetismo estuvo basado en el principio de la justicia educativa en la Revolución Islámica. Antes, las diferentes clases de la sociedad no disfrutaban de manera justa de la educación,  las personas de clase baja, así como los aldeanos, no tenían acceso adecuado a las instalaciones educativas en comparación con otros ciudadanos, pero después de la victoria de la Revolución, los programas basados en la justicia educativa causaron el acceso de los aldeanos y las zonas nómadas del país a las instalaciones académicas.
 
Según las cifras disponibles, mientras en los años anteriores a la revolución, más de dos tercios de la población rural del país era analfabeta, esta cifra disminuyó a un tercio en los años posteriores a la revolución, en otras palabras, la alfabetización en las áreas rurales y nómadas subió el 70 por ciento.
 
 Este éxito se logró en Irán, mientras que la población había crecido después de la revolución, y, naturalmente, el ofrecimiento de servicio a esta población se enfrentaba a mayores problemas. El énfasis en la justicia educativa como el enfoque de las políticas y los programas del sistema de la República Islámica de Irán no se limitó a los aldeanos y la población nómada, sino que las mujeres figuraban entre los más importantes ejes para el cumplimiento de la justicia educativa en Irán después de la revolución.
 
La Revolución Islámica proporcionó amplios e innovadores campos para la participación efectiva de las mujeres en diversos ámbitos en la sociedad. Una de las áreas más importantes en las que las féminas eran muy prominentes e influyentes en la sociedad iraní eran los campos científicos e investigativos. Mientras que en los años previos a la revolución, solo el 35 % de la población femenina del país aprovechaba de su conocimiento, esta cifra aumentó al 75 % en los años posteriores a la revolución (1996).
 
Según el jefe de la Organización iraní de los centros de Alfabetización, en los primeros años posteriores a la revolución, las tasas más altas de analfabetismo en la sociedad pertenecían a las mujeres, sobre todo las mujeres rurales. Por esta razón, el 80 % de las actividades de los centros de alfabetización se centraron en la alfabetización de las mujeres, especialmente en las zonas rurales y nómadas. Hoy, gracias al equipamiento de las mujeres iraníes con el arma de la ciencia, ellas han podido desempeñar un papel eficaz en muchos ámbitos políticos, económicos y sociales, y en algunas áreas pueden incluso dejar atrás a los hombres.
 
Otra dimensión de la formación del movimiento de la producción de ciencia en Irán fue "el desarrollo de la educación superior". Sin embargo, la alfabetización de la gente, especialmente los sectores privados de la sociedad, como los aldeanos y las mujeres, tiene un papel importante en el fortalecimiento de los pilares de la Pirámide poblacional del país para dar forma al desarrollo sostenible, pero no debemos olvidar que las ruedas del desarrollo se mueven por élites y los profesionales universitarios. Son los profesionales y los educadores quienes, apoyándose en su ciencia y profesionalidad, creen en el proceso de la producción científica y provocan el desarrollo del país. Uno de los grandes cambios que ha surgido en los años posteriores a la victoria de la Revolución Islámica en Irán fue el "desarrollo de la educación superior".
 
El sistema de la República Islámica se aprovechó de todas las facilidades públicas y gubernamentales para establecer universidades de diferentes puntos del país y animó a los jóvenes a estudiar diferentes carreras.
 
Según las estadísticas, mientras que en los años anteriores a la Revolución Islámica la cifra de los estudiantes universitarios de Irán versaba sobre 16 mil personas, esta cifra, con el notable aumento de 8 veces, llegó a 1200 personas por año en 1375 (hégira solar) y actualmente más de 4 millones de personan estudian en las universidades de Irán. Además de los claustros públicos, la Universidad Azad Islámica, la Universidad Payam Nur, entre otras, responden a las necesidades de la sociedad.
 
Para el camino hacia el cumplimiento de la justicia educativa y el uso del poder de todos los sectores de la sociedad, el desarrollo de la educación superior en Irán se ha basado en la atención a la población rural y a la población femenina. Hoy, afortunadamente, hay muchas mujeres y niñas en Irán que han podido completar sus estudios académicos en los más altos niveles.
 
A parte de eso, tras el desarrollo de las instituciones de la educación superior en todas partes del país, el acceso a la educación superior e incluso la educación de posgrado ya es accesible para todas las personas. El desarrollo cuantitativo y cualitativo de la educación superior en Irán ha jugado un papel importante en la aceleración del desarrollo científico del país en los últimos años. Hoy, Irán ha ganado un alto rango en los rankings científicos del mundo.
 
La divulgación de la educación de posgrado se considera como otra dimensión del desarrollo de la ciencia y la formación del movimiento de la producción científica en Irán.
 
El aumento del número de los estudiantes de doctorado, el crecimiento de las publicaciones científicas, la fundación de los centros de excelencia, la puesta en marcha de los parques científicos y tecnológicos, la participación de los científicos en la elaboración de artículos para diversas publicaciones internacionales son resultados de las políticas científicas para el desarrollo de la educación superior y se espera un  brillante panorama para reavivar la civilización iraní en la era contemporánea. En el próximo programa hablamos sobre el puesto de la producción científica de Irán en el mundo.