Hamedan, capital de la civilización persa (7)
ParsToday-La ciudad de Hamedan, que antes se llamaba Hamdana, es la cuna del crecimiento de grandes personalidades en el ámbito científico, cultural, artístico y político a nivel nacional e internacional.
La ciudad de Hamedan ha sido elegida como la capital del turismo asiático en 2018, y el conocimiento de estas grandes personas puede servir para aumentar nuestro conocimiento respecto a esta ciudad.
Además de la rica historia, la agradable naturaleza y geografía, Hamedan ha sido un lugar de resistencia y la tumba de muchas grandes personalidades en varios campos. Para familiarizarnos con las personalidades más destacadas en la ciencia y la literatura de Hamadan, nos dedicamos primero a presentar el Museo de las Figuras y Celebridades de Hamedan, y luego revisamos la Tumba de los famosos personajes de Hamedan.
El Museo de las Figuras y Celebridades de Hamedan figura entre los museos de la provincia de esta ciudad, que se puso en marcha desde 2009 en el lugar de ‘la casa de Biyan’ en la avenida Shariati en la ciudad de Hamedan. Este Museo, con un área de unos 220 metros cuadrados, tiene dos pisos, en los que amén de brindar información sobre la historia de las celebridades de Hamedan, están colocadas las esculturas de varios de ellos, como Avicena, Seyed Yamaluddin Asad Abadi, Karim Jan Zand, Mir Raziddin, Artimani, y la doctora Mirahadi entre otros.
Biyan fue un destacado pintor del período Qajar, que vivió en los primeros años del primer régimen de Pahlavi en Hamedan. Es uno de los colegas y compañeros de Karl Frisch en el diseño del mapa de la plaza principal de Hamedan.
La casa donde vivía Biyan es un ejemplo destacado de la arquitectura moderna, que diseñó con la ayuda del alemán Frisch y la construyó con mucha atención. Lo que ahora se llama el Museo es solo una pequeña parte de la casa de Biyan.
La casa de Biyan, que alberga la estatua de las celebridades de Hamedan, es un edificio de alto valor y que se puede considerar como un patrimonio cultural y debe ser preservado. La estatua de cada una de las celebridades se ha colocado en un rincón de casa y la información de cada uno se ha escrito junto a la estatua para que los visitantes puedan conocer la cultura y la civilización de Hamadan.
Avicena, un científico y genio iraní, es una de las grandes figuras iraníes cuya estatua se encuentra en este museo y su tumba está en Hamedan. El sabio, filósofo, médico y gran científico de Irán, es conocido como el emir de los médicos.
Avicena nació en el año 370 de la hégira lunar (980) en Bujará. Él, quien más tarde se convirtió en la figura más influyente en la ciencia y la filosofía del mundo islámico, tenía desde su niñez el talento y el mérito de aprender diferentes ciencias desde el principio. Su padre, Abdulá, se esforzaba mucho por educarlo y su hogar era el centro de la reunión de los eruditos. Avicena aprendió todo el Corán hasta los diez años y comenzó a estudiar lógica y matemáticas. Después de eso, se acudió a Abu Sahl Masihí para aprender naturalismo, metafísica y medicina.
A los 16 años, era profesor en todas las ciencias de su tiempo, y cuando tenía dieciocho años ya no necesitaba ninguna ciencia para leer y aprender, porque había dominado todas. Al final de su vida, una vez le dijo a su alumno Yozani que no había aprendido nada más de lo que sabía a los dieciocho años.
La habilidad de Avicena en la ciencia médica y su capacidad para curar al rey de ese tiempo, provocó la amabilidad del monarca y encontró una gran posición en la corte. Pero debido al caos político en Transoxiana, la vida en si ciudad natal volvió difícil para Avicena y se vio obligado a trasladarse desde Bujará a Yoryan.
Avicena deseaba visitar a Qabus Bin Vashmguir, quien era un respetable defensor de la ciencia, en Yoryan, pero cuando llegó a Yoryan, él había fallecido. Avicena se entristeció por el suceso y se fue a una aldea por unos años. Luego se trasladó a Rey entre los años 405 y 406 de la hégira lunar (1014 y 1015). Avicena pasó un tiempo en la Corte de Fajrodula en Rey, y luego se trasladó a Hamedan para visitar a otro gobernante de la familia Al Boyah.
En este viaje, Avicena tuvo mucha suerte, porque cuando llegó a Hamedan, fue llamado para curar al Emir Shams al-Dawlah, que estaba enfermo, y todos los médicos eran incapaces de curarlo. Avicena consiguió curarlo, y por esta razón se acercó tanto a él que recibió el cargo del ministro y, por varios años, asumió este pesado deber.
Fue encarcelado después de la muerte de Shams al-Dawlah, porque se negó a continuar con su cargo. En la cárcel, escribió su famoso libro “La curación”. Después de un tiempo, pudo escapar de prisión y salir de Hamedan con una túnica derviche.
Avicena se fue de Hamedan a Isfahan y fue bien acogido por Alaudolah y vivió durante 15 años con comodidad. Durante este período, escribió varios libros importantes e incluso comenzó a construir un observatorio. Pero este consuelo no fue permanente para él, porque Isfahan fue atacado por Masud, Qaznavi, hijo del sultán Mahmud Qaznavi, y algunas de las grandes obras de este gran sabio desaparecieron en este ataque.
Eso fue un gran golpe para él, y, además, también sufría del cólico. Por esta razón, regresó a Hamedan y murió en el año 428 de la hégira lunar (1036), a la edad de cincuenta y siete.
A pesar de que la vida de Avicena estuvo llena de altibajos y al mismo tiempo no duró mucho, tuvo una vida muy racional y sabia. Con una habilidad extraña que tenía en todas las ramas de la ciencia en su tiempo, consiguió fundar, en el ámbito de la filosofía, la base de la escuela peripatética en la tradición intelectual islámica y la base de la filosofía medieval.
Su obra más importante en medicina es el libro "El Qanon (la ley)", que escribió casi a la edad de 35 años. Durante muchos siglos, tanto en tierras islámicas como en Europa, este libro fue muy influyente en los demás libros. La credibilidad y la reputación del libro de la ley en los círculos médicos del mundo islámico había llegado a tal punto que Nazami Aruzi escribió al respecto: "Si Hipócrates y Galeno se resuciten, podrían postrarse ante este libro".
Entre las características de Avicena en la medicina, son sus observaciones clínicas sobre diversas enfermedades, desde trastornos de la piel y enfermedades pulmonares hasta trastornos psiquiátricos. Se basa en el elemento de la experiencia y concede gran importancia al uso de medicamentos, de tal modo que dedica una parte del libro de la ley a las drogas y sus propiedades y cualidades.
Otra importancia de Avicena en la filosofía es que es el primer filósofo musulmán que tiene escrituras completas y sistemáticas en filosofía, y en el libro de la curación con un orden especial, se ha dedicado a las discusiones de la filosofía peripatética.
Dado que la filosofía de Aristóteles es una filosofía completa e integral, a veces vemos que Avicena analiza algunos temas desde una perspectiva intelectual, incluida la educación, así como la salud infantil y la educación física. Los puntos de vista de Avicena sobre la resurrección y el otro mundo también están relacionados con sus principios de psicología.
Avicena también tenía un puesto especial en matemáticas y astronomía. Una parte del Libro de la curación consiste en crear instrumentos de observación y, una parte, en matemáticas, que incluye cuatro secciones de geometría, aritmética, música y la astronomía.
El monasterio de la tumba de Avicena se encuentra en la plaza de Bu-Ali Sina, en el centro de Hamedan. Este lugar fue el hogar de Abu Said Dajduk, un amigo de Avicena que ya se ha enterrado junto a él. Hasta fines del siglo XIII de la hégira solar, el sitio tenía una pequeña arquitectura de como tumba, hasta que una de las príncipes Cajar llamado Negar Janum, hija de Abbas Mirza, intentó reconstruir el edificio y repararlo.
Entre los años 1324 y 1331 (1945-1952), el actual edificio de la tumba fue diseñado y construido, inspirado por una de las más grandes obras maestras arquitectónicas de la era de Avicena, la tumba de Qabus Ibn Vashmgir, el poeta y el calígrafo. Una de las diferencias entre la tumba de Avicena y de Qabus es que la tumba Qabus tiene diez columnas y la tumba de Avicena tiene 12 columnas. Estos doce pilares representan de hecho las 12 ciencias que dominaba Avicena.
La altura de cada columna desde la parte inferior de la tumba hasta la parte inferior de la cúpula, es de aproximadamente 23 metros. Su cúpula cónica tiene unos 6 metros de altura. El complemento de este edificio es un jardín en la forma de un semicírculo y una estatua de Avicena, mientras sostiene un libro, está instalada en el lado oriental de la plaza.